Jornada 17 | LaLiga EASports

El Sevilla le brinda una emotiva victoria a Jesús Navas en su despedida del Sánchez-Pizjuán (1-0)

El canterano Manu Bueno hizo el único tanto del partido cinco antes del 70' cuando llegó el emotivo adiós del capitán, que se marchó entre lágrimas

Jesús Navas se despide de la afición al abandonar el terreno de juego tras el cambio durante el encuentro correspondiente a la jornada 17 de Laliga EA Sports que disputan hoy sábado Sevilla y Celta en el estadio Sánchez-Pizjuán.

Jesús Navas se despide de la afición al abandonar el terreno de juego tras el cambio durante el encuentro correspondiente a la jornada 17 de Laliga EA Sports que disputan hoy sábado Sevilla y Celta en el estadio Sánchez-Pizjuán. / EFE / José Manuel Vidal

Álex Mérida

Álex Mérida

La despedida de Jesús Navas marcó este Sevilla Fútbol Club - Celta de Vigo. La afición sevillista sabía que había llegado el día de decirle adiós al capitán sobre el terreno de juego.

Se engalanó el Ramón Sánchez-Pizjuán como en las mejores noches que el mismo palaciego hizo disfrutar a su parroquia, y ellos correspondieron con un tifo en los prolegómenos en el que rezaba: "El Orgullo de Nervión", con dos caras de Jesús Navas, una cuando era un novel que empezaba a despuntar en la carretera de Utrera y otra ya besando el escudo del club al que le ha entregado todo, hasta su salud sólo por empapar a sus compañeros de lo que significa el sevillismo.

El 1-0 del Sevilla en el Sevilla 1-0 Celta de Vigo de la jornada 17 de LaLiga EA Sports

Ambos equipos abrieron paso al 16 durante el Himno del Centenario y luego el capitán hizo el saque de honor acompañado de sus niños.

Cuando Gil Manzano decretó el comienzo del encuentro ante 37.297 espectadores, Jesús se transformó, sólo quiso disfrutar del olor a césped, de sus subidas por la banda derecha y de ver a su grada llevarlo en volandas como siempre ha hecho.

Un día ilusionante en el que no pudieron estar Isaac Romero, José Ángel Carmona y Juanlu Sánchez, sancionados los tres por Antiviolencia por la pancarta mostrada en el derbi. Dos meses para decretar un castigo que llegaron en el momento más emotivo para los canteranos, ansiosos de ganas de acompañar a su capitán en su último baile en Nervión.

El Sevilla, tras una primera parte austera en la que terminó dominado por el Celta, recuperó la cara al encuentro en la segunda y se fue decidido a por la victoria, encontrándola en un golpeo raso de Manu Bueno en el 65', cinco antes de que el Sánchez-Pizjuán despidiera a la leyenda. Terminó sufriendo contra los vigueses en un largo descuento, pero la victoria más especial de la temporada llegó con el tanto del canterano. Le espera el Bernabéu a Navas, pero Nervión no volverá a ver a su 16 recorrer la banda.

El Sevilla sufre frente al Celta en la primera mitad

Se notó la excesiva responsabilidad de sus compañeros por guiar al Sevilla con Jesús Navas a la victoria y esa sangre la olieron los de Claudio Giráldez, que dominaron a los de Xavi García Pimienta con Iago Aspas como voz cantante en los primeros compases y asustaron con centros laterales e incluso con un testarazo de Pablo Durán a la salida de un córner que se estrelló en el palo izquierdo de Álvaro Fernández, quien también sufrió en el inicio con indecisiones en salidas.

Al conjunto nervionense le costó encontrar la pausa, llevar la manija del partido y empezar a construir desde la tranquilidad, corriendo mucho más de lo habitual en la primera media hora ante un valiente cuadro vigués que supo medir desde antes de saltar al terreno de juego la atmósfera emocional que se iba a encontrar en el Sánchez-Pizjuán.

Salvo contadas arrancadas de Lukebakio, las subidas del Sevilla se cocinaron en el costado de Navas, con varios centros de peligro que no encontraron rematador. Tuvo el capitán incluso que bajar a cubrir la posición de Montiel en ocasiones.

Los de García Pimienta se quitaron los nervios y las dudas del comienzo y empezaron a ganar metros contrarrestar al Celta por el carril diestro del 16, llegando así la ocasión más clara de los sevillistas. Cayó el balón muerto en la frontal y Saúl lo empaló con todas sus fuerzas, pero estuvo atento Guaita para conservar el 0-0 inicial.

Por momentos se temió por el capitán, que cayó en área propia y pudo servir ofreciendo su inconmensurable esfuerzo, reconocido por su parroquia.

Replicó Williot Swedberg con todo a su favor para batir al riojano, pero mandó el balón a las nubes. Pablo Durán le había puesto en bandeja el 0-1.

Pimienta quita a Iheanacho

García Pimienta no aguantó tras el descanso el nulo desempeño de Kelechi Iheanacho en la punta de ataque, desperdiciando una nueva oportunidad, y lo quitó para dar entrada al espigado delantero de 1'91 del Sevilla Atlético, García Pascual, que en dos jugadas demostró más ambición hasta en luchas difíciles de extraer algo positivo. La etapa del nigeriano está más cerca de acabarse cada día que pasa.

No sólo el nueve sevillista fue el problema del primer acto. Lo cierto es que este Sevilla nota mucho cada titular que no puede jugar, y la diferencia con ciertos suplentes es abismal, algo que impide al barcelonés exigirle incluso más a los suyos sobre el campo.

Manu Bueno marca y le da a Navas su última celebración en el Pizjuán antes de ser sustituido

Fue el canterano Manu Bueno quien acercó a los nervionenses al gol tras la reanudación, que comenzó de igual forma que los 45' primeros. Recogió el balón de Saúl y golpeó con la zurda, perdiéndose el esférico a escasos metros por arriba del marco vigués. También la tuvo el ilicitano con su diestra.

El propio mediocentro del Sevilla Atlético iba a ser el encargado de abrir el marcador, de brindarle a Jesús Navas la celebración de su último gol sobre el terreno de juego del Ramón Sánchez-Pizjuán. Le llegó el cuero a la frontal, raseó con su zurda e hizo estallar a Nervión.

Sólo fue la antesala de lo que en el 70' se iba a vivir. El cartelón se levantó con el 16 del capitán, que se despidió uno a uno de todos sus compañeros y rivales, que se dirigió a todo el campo, en especial a Gol Norte, para agradecer el apoyo eterno recibido en toda su carrera. Besó el césped, se levantó sabiendo que había llegado el momento y se encarriló hacia su banda derecha para que Idumbo le diera el relevo después de entregarle el brazalete a Gudelj. La leyenda de Los Palacios se marchó llorando, queriendo que este momento nunca se diera.

El Celta no se vino abajo, batalló y quiso el empate, rozándolo a la salida de faltas lejanas, pero sería nuevamente el Sevilla el que podría poner distancia en el electrónico con Lukebakio como protagonista. El belga encaró, logró marcharse pero su disparo se perdió en el lateral de la red de Guaita.

Hubo susto, el cuadro celeste anotó, pero en fuera de juego tras marcharse Alfon del recién ingresado Darío Benavides por las molestias de Montiel. Salvó Álvaro, cabeceó mal Aspas en segunda instancia y Bamba estaba en posición antirreglamentaria.

En un descuento agónico, el Sevilla aguantó con resiliencia el empuje de los de Claudio Giráldez para brindarle a Jesús Navas, a la leyenda sevillista, al eterno capitán, un triunfo especial para seguir recorriendo y avanzando en el campeonato sin él desde que en el Santiago Bernabéu diga adiós al fútbol de forma definitiva.

Tracking Pixel Contents