Recogía a su hija en el colegio aparcando con la tarjeta de movilidad reducida de un sobrino

La mujer la utilizaba para aparcar cerca del colegio de su hija, a pesar de que su sobrino la tenía dada de alta en Sevilla capital y, por Ley, es el único que puede utilizarla

Recogía a su hija en el colegio aparcando con la tarjeta de movilidad reducida de un sobrino

Recogía a su hija en el colegio aparcando con la tarjeta de movilidad reducida de un sobrino / Fermín Cabanillas

Fermín Cabanillas

La Policía Local de Castilleja ha denunciado a una mujer que usaba una tarjeta de movilidad reducida a nombre de su sobrino para poder aparcar cerca del colegio en el que tenía que recoger a su hija. Además de por el uso indebido de este documento, fue denunciada por desacato a la autoridad, ya que insultó a los agentes que se dieron cuenta de los hechos y la denunciaron.

En sus redes sociales oficiales, la Policía ha informado de que se encontraba haciendo labores de vigilancia en torno a los colegios públicos del municipio cuando comprobaron que una tarjeta de aparcamiento de movilidad reducida no coincidía en sus datos con el vehículo en el que estaba colocada.

Cuando los agentes se encontraban realizando las citadas averiguaciones, se personaron en el vehículo dos mujeres, y una de ellas llevaba a una niña pequeña que acababa de recoger en el colegio.

La mujer admitió que la tarjeta de movilidad no era suya, sino de un sobrino que, además, la tiene dada de alta en Sevilla capital, y que la usaba para recoger a su hija aparcando cerca del colegio, a pesar de que la menor no tiene discapacidad alguna.

Pena de seis meses a tres años

La mujer fue denunciada por el uso fraudulento de la tarjeta, y se enfrenta a un delito contemplado en el Código Penal que se castiga con una pena que va desde los 6 meses a los 3 años de prisión, acompañada de una sanción de entre 6 y 12 meses.

La razón es que la tarjeta de discapacidad o movilidad reducida es personal e intransferible. Solo puede hacer uso de ella cuando el titular de la misma se traslada en el vehículo. Se puede usar cuando lo conduce o es pasajero, pero nunca si no va en el coche.

La misma pena se aplica en el caso de que se falsifique la tarjeta o se use la de una persona fallecida. Además, en el caso de que se aparque un coche sin autorización en una plaza de movilidad reducida, la sanción es de 200 euros más la tasa de uso de la grúa.

Insultos a los policías

En este caso, además, ha sido denunciada ante la Subdelegación del Gobierno en Sevilla por desacato a la autoridad, ya que insultó a los policías que la sancionaron con frases como «sois unos sinvergüenzas, lo que tenéis que hacer es dedicaros a otra cosa».

La Policía ha lamentado, además, que en este caso se da una importante falta de empatía, ya que la persona que usaba la tarjeta lo hacía sabiendo que era de un familiar, con el conocimiento de la normativa que debe tener y de los problemas que sufren las personas beneficiarias de este servicio cuando su plaza está ocupada.

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