Visto bueno a nuevas obras de consolidación en el monasterio de San Isidoro del Campo

El monasterio de San Isidoro del Campo, en Santiponce, podrá seguir siendo restaurado. La nueva fase en la intervención del monumento, centrada en la consolidación de la zona del pósito y la almazara cuenta con el visado favorable de la Comisión Provincial de Patrimonio.

En la última reunión de este órgano, dependiente de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte y presidido por la delegada territorial en Sevilla, Carmen Ortiz, se ha informado favorablemente del proyecto de ejecución de obras de conservación y consolidación integral de las edificaciones incluidas en la denominada Zona 2 del conjunto, correspondientes al pósito y a la almazara del antiguo cenobio.

Las actuaciones son “compatibles” con la recuperación “de los valores patrimoniales”

Según se ha explicado desde la Comisión tras la celebración de la reunión este miércoles, Patrimonio entiende las actuaciones definidas en el proyecto como “acertadas y compatibles con la adecuada recuperación de los valores patrimoniales del Bien de Interés Cultural (BIC)”.

La metodología y los criterios por los que se regirá la intervención conservativa autorizada aparecen descritos en el proyecto “desde el punto de vista teórico y técnico”, y tras su evaluación se ha constatado que no incidirán negativamente sobre “los valores culturales que justifican la protección, tanto del elemento a tratar como del bien en su conjunto”. Se señala igualmente que en las obras de consolidación y conservación se utilizarán materiales “similares”, manteniéndose igualmente “los sistemas constructivos empleados” en la zona a intervenir, “estando ambos suficientemente contrastados en la práctica”.

Esta actuación, que ya tiene el visto bueno, se incluye en “una intervención de mayor calado” destinada a la recuperación integral del monasterio “en su más amplio significado”. En este sentido, la Comisión indica que esta debe pasar en primer lugar “por su consolidación estructural” a fin de “detener el avanzado estado de deterioro en que se encuentra, que garantice su adecuado mantenimiento y permita, en su momento la obligada restauración de tan importante BIC, monumento de trascendencia internacional, en todas sus dimensiones”.

En la misma sesión de la Comisión en la que se ha informado favorablemente del proyecto de San Isidoro del Campo se ha tumbado la pasarela sobre el Guadalquivir a la altura del Palacio de San Telmo. Un rechazo a la construcción del puente peatonal que ha provocado acusaciones y réplicas entre la oposición y el gobierno local.

El monasterio fue fundado en 1301 por Guzmán ‘el Bueno’ y su esposa

El monasterio de San Isidoro del Campo fue fundado cerca de las ruinas de Itálica por Alonso Pérez de Guzmán – Guzmán ‘el Bueno’ –, y su esposa, María Alonso Coronel, en 1301. Administrado por distintas órdenes – cistercienses, ermitaños jerónimos y Orden de San Jerónimo –, la tradición mantiene que San Isidoro de Sevilla fue enterrado en el cenobio. A mediados del siglo XVI los frailes del monasterio son parte del foco reformista surgido en Sevilla, lo que llevó a la encarcelación y a la huida de los religiosos. Uno de ellos fue Casiodoro de Reina, autor de la primera traducción de la Biblia al castellano, conocida como la Biblia del Oso.

El edificio es un monasterio fortaleza con doble iglesia, en cuyo conjunto se superponen los estilos gótico, mudéjar y barroco. Su decoración con pinturas murales conforma uno de los conjuntos más destacados de España. Con las sucesivas ampliaciones contó con torre, espadaña, dependencias monacales, procuraduría, hospedería, instalaciones agropecuarias para su abastecimiento – como las que ahora se ha autorizado a intervenir – y cinco claustros. En torno a uno de ellos, el denominado de los Muertos se articulan las dependencias del núcleo medieval (iglesia, sacristía, sala capitular, refectorio).

Conjunto Histórico-Artístico de interés nacional y Bien de Interés Cultural

En 1872 recibió el título de Conjunto Histórico-Artístico de interés nacional, primer monumento que lo consiguió en la provincia de Sevilla, y desde 1988 cuenta con la máxima protección patrimonial como BIC. En las últimas décadas el monasterio ha ido experimentando una degradación progresiva, así como expolios. El más reciente se registró en agosto de 2016, cuando fueron sustraídas 392 piezas de azulejo, cenefas y rodapiés con un peso de total de más de 200 kilos, de los paños de azulejos del siglo XVI del Claustro de los Muertos, realizados por Niculoso Pisano.

En los últimos años se ha intervenido desde la Consejería de Cultura y con carácter de urgencia tanto llevando a cabo obras como con la redacción de proyectos para la consolidación y conservación. En 2021 se intervino en la cerca oriental y en la antigua puerta al campo, que presentaban desplome hacia el exterior, pérdida de revestimiento y piezas sueltas. Estas obras, con un importe de 427.364,62 euros, fueron sufragadas por la Junta de Andalucía.