Educación
Críticas por el turismo en la Universidad de Sevilla: "Las instalaciones se han convertido en incómodas"
Los visitantes entran en la Fábrica de Tábacos y en el Pabellón de los Sevillanos Ilustres y ocupan los espacios destinados a la comunidad universitaria
La diosa Fama ya no toca la trompeta cuando entran las cigarreras o los estudiantes de la Universidad de Sevilla en la Antigua Fábrica de Tabacos. Las puertas de la fachada principal del Rectorado son un ir y venir de bermudas y gorros de pescador. Los alumnos los esquivan por los patios y pasillos del centro, están en los baños o el comedor y los más curiosos se asoman a las aulas. Los turistas miran hacia arriba y en vez de cara, tienen móviles para hacer fotos una y otra vez.
No todas las universidades están en un edificio de 1770 y la hispalense es parada obligatoria para los turistas. "No estamos fuera, como ocurre en otras ciudades, la Universidad es permeable a la ciudad porque es la ciudad", relata a El Correo de Andalucía el Director de Patrimonio de la US, Luis Méndez. Así, el aumento de turistas que vive Sevilla desde el fin de la pandemia, se ha notado también en la institución.
En el Patio del Reloj hay un cartel que prohíbe el paso a aquellos que no forman parte de la comunidad universitaria. Muchos cumplen con la petición, algunos incluso prefieren quedarse fuera del recinto, pero es un cartel. Muchos ni siquiera ven la señal y se adentran en el histórico edificio. Aunque hay seguridad en la entrada principal del recinto, los guías ya conocen los puestos de control y acceden al Rectorado por las puertas secundarias para esquivar a los guardias y campan a sus anchas en grupos numerosos por el edificio.
Miembros del Personal Docente e Investigador (PDI) de las facultades afectadas consultados por este periódico revelan que "las instalaciones se han convertido en incómodas porque en horario de mañana lo que te encuentras es con una cantidad de turistas enorme". "Es incómodo porque entran también en el espacio de la Universidad. En la zona antigua se ponen a explicar el edificio y no se puede trabajar", insisten.
Los espacios más saturados
Conseguir sitio en el comedor del centro en muchas ocasiones se convierte en todo un logro. Solo se pide el carné de 14:00 a 15:00, el resto del tiempo cualquiera puede hacer uso de las instalaciones. "La universidad es un espacio abierto y es difícil distinguir quien es turista o quien hace uso de los servicios de la Universidad", defienden desde la institución. Aun así, miembros del profesorado critican que los menús que allí sirven están subvencionados con dinero universitario y no solo los disfruta los miembros del centro, sino que también los aprovechan los extranjeros.
La situación es especialmente tensa en la antigua cárcel de la fábrica, donde la leyenda dice que estuvo encerrada Carmen la cigarrera, que inspiró la ópera Carmen. Allí está ahora el departamento de Historia Moderna y "se ha dado el caso de que han entrado grupos de turistas a uno de los despachos a explicar que esta mujer estuvo allí encarcelada", recuerdan fuentes del PDI.
"El turismo es una preocupación que tenemos y existe", sostiene el director de Patrimonio de la US, que insiste que "regular la afluencia turística" es un reto que enfrentará el equipo de gobierno de la Universidad "en los próximos meses". Desde Patrimonio sostienen que trabajan en "limitar esas visitas turísticas".
Visitas educativas en las instalaciones de la US
"La Universidad no es que esté abriendo al turismo, estamos ofreciendo un programa educativo para toda la sociedad", aclara Méndez, catedrático de Historia del Arte. La US ha regulado estas visitas a sus centros. Son en español, de alrededor de una hora y en ellas se realiza un recorrido por el interior y las zonas exteriores de la antigua Fábrica de Tabacos. Tours guiados por las facultades de Geografía e Historia y Filología. También los hay en la Facultad de Bellas Artes, allí los visitantes pueden conocer el Panteón de los Sevillanos Ilustres y la Iglesia de la Anunciación. En este caso hay entrada libre por las tardes y visitas guiadas gratuitas en español de alrededor de una hora.
"No son visitas turísticas", repite una y otra vez Méndez para diferenciar las rutas organizadas por la US de las de los guías turísticos. Desde la institución subrayan que son visitas con un carácter educativo, con un programa trabajado y recursos. "Es un compromiso de las universidades públicas históricas hacer accesible su patrimonio para que la ciudadanía lo comprenda", explica el director. De hecho, destaca que aunque sí que hay algún visitante nacional o internacional, la mayoría de quienes participan son sevillanos.
Ahora, la Universidad plantea aumentar el número de espacios visitables con la apertura, en el mes de junio, de los techos de la Anunciación. Tras su restauración, la hispalense plantea organizar visitas de día y de noche para contemplar las vistas de la iglesia, desde donde se puede ver la Catedral, el Salvador, Santa Cruz o las Setas. Sin embargo, para poder acceder, hay que subir las plantas de la Facultad de Bellas Artes, ya sea en ascensor o por las escaleras. También habilitarán recorridos guiados por la Lonja del Rectorado, para educar sobre la naturaleza y las aves que habitan en el foso universitario. Aunque, Méndez insiste: "Estas visitas no están pensadas para el turismo".
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