Comisión Europea

Sevilla, la "bola de cristal" a través de la cual Europa estudiará el futuro verde de la industria

La Unión Europea presenta Incite, un centro de innovación que monitorizará la innovación y el crecimiento verde de la industria comunitaria

Imagen de archivo de la industria química.

Imagen de archivo de la industria química. / EL CORREO

Victoria Flores

Victoria Flores

La Unión Europea tiene un objetivo claro desde la crisis del Covid: la autonomía estratégica o lo que es lo mismo, no depender tanto de terceros países como lo hacía hasta 2020. Pero quieren lograr este objetivo sin dañar al medio ambiente. Estos fines han creado la necesidad del nacimiento del Centro Incite en Sevilla, un espacio para dar impulso a la innovación tecnológica europea.

La UE considera la industria como un elemento clave para poder ser independiente, pero tiene claro que para poder lograr sus objetivos el sector deberá sufrir una importante transformación. "Nuestros intereses están en la descontaminación, la descarbonización, la economía circular y los productos químicos más eficientes", revelan desde la Comisión.

Medioambiente y digitalización han sido dos de las palabras más repetidas este jueves en el Join Research Center (JRC) de Sevilla, donde funcionarios de la Comisión y representantes del sector se han reunido para presentar este proyecto europeo. En la Isla de la Cartuja han explicado que Incite pretende "escanear el horizonte para encontrar técnicas industriales innovadoras".

Reducir las emisiones industriales

Fuentes de la Comisión sostienen que en los últimos 15 años la industria europea "ha recortado sus emisiones entre un 40% y 75%" y quieren que estas cifras mejoren todavía más gracias a la innovación y la colaboración entre industrias repartidas por todo el continente y asesoradas desde Sevilla.

Por el momento, la innovación tecnológica europea está concentrada en el conocido como Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo) y con la creación del Incite, la comisión espera que esto se extienda por toda la Unión. El centro pretende ver en qué regiones se innova más y en cuáles es más complicado fomentar nuevas técnicas para diseñar políticas que ayuden a las regiones a progresar. Bruselas señala que los expertos evaluarán si estas tecnologías "son rentables, eficientes desde el punto de vista energético y de los recursos, si están listas para su uso a escala industrial y si aportan beneficios medioambientales generales significativos".

Incite prepara una plataforma en las compañías podrán presentar sus planes de innovación y pedir asistencia a los expertos de la Comisión que podrán asesorarles gracias a la recopilación y el análisis de técnicas emergentes y transformadoras. De hecho, desde la Comisión animará a las industrias a presentar sus proyectos. "Es una forma de hacerse visible, de conectar con otros y de ser más transparentes a la hora fondos", explican.

Sevilla como lugar idóneo

Los investigadores afincados en Sevilla llevan un año trabajando codo con codo con los diferentes agentes en el sector y sostienen que han encontrado "un interés en colaborar". "El tiempo dirá cuán exitosos somos, pero las primeras reacciones han sido muy positivas", han defendido. Los propios afectados presentes en la presentación confían en que INCITE será "la bola de cristal de confianza que mostrara lo que el futuro de la industria traerá".

"No hay mejor sitio que Sevilla para tener el Incite", han declarado los funcionarios europeos. En la capital andaluza está el JRC, desde donde investigadores llegados de todo el continente ayudan a los dirigentes de la UE a orientar sus políticas. "Nuestro objetivo es informar y asistir a los políticos para entender los complejos lazos entre las políticas ambientales y la innovación", profundizan desde el JRC.

En La Cartuja, la Comisión ha creado el Sevilla Process, "un enfoque participativo, riguroso y transparente" que reúne a expertos de los Estados miembros, la industria, ONG medioambientales y servicios de la Comisión a debatir cada detalle de las normativas europeas. Este proceso lleva más de 20 años asesorando a las autoridades públicas de Bruselas desde Andalucía. Ahora quieren utilizar todos estos años de experiencia del Sevilla Process para potenciar el Incite.

Poco a poco Sevilla va haciéndose con un trocito del corazón de Bruselas. Gracias a su JRC, uno de los seis que hay repartidos por el continente, la capital andaluza se ha convertido desde su inauguración en 1994 en un polo de conocimiento e investigación europeo que reúne a más de 400 expertos. Además de medioambiente, se estudia el desarrollo territorial, la economía digital o las políticas fiscales. Entre las últimas incorporaciones al centro está también El Centro Europeo para la Transparencia Algorítmica (ECAT) para "hacer más seguro Internet y proteger los derechos de las personas" en el entorno digital.