Sucesos

El sorprendente testigo del crimen de Los Galindos

El fotógrafo de El Correo de Andalucía en 1975 José Escamilla acudió al cortijo en el que fueron atrozmente asesinadas cinco personas antes que los componentes de la propia comitiva judicial. Sus fotografías fueron un reclamo en los quioscos durante días. Su figura, reconocida en la serie de Amazon Prime

Contraportada de El Correo de Andalucía sobre el crimen de Los Galindos.

Contraportada de El Correo de Andalucía sobre el crimen de Los Galindos. / El Correo

Bernardo Ruiz

Bernardo Ruiz

22 de julio de 1975. Andalucía camina, entre luces, sombras y miedos inoculados durante 40 años de feroz dictadura, hacia una lenta democratización de la vida política. En el tajo, el tejido agrario se somete a una progresiva modernización con el fin de adaptarse a los nuevos retos productivos. En Paradas, corazón de la Campiña de Marchena, se alza a cielo raso y entre un mar de olivos una finca de notables dimensiones que pertenece a la familia del Marqués de Valparaíso y de Grañina y que fue bautizada como Los Galindos.

En el primitivo cortijo, en cuyos inicios se producían trigo y girasol, reina la calma en un día fresco para la época del año --36 grados registró el aeropuerto de San Pablo en aquella jornada pese a que los reportajes de años posteriores aluden de forma errónea a una temperatura infernal--. La paz y la quietud general son dinamitadas por cinco crímenes que, 49 años después, continúan sin resolverse. Impunes a causa de las dudas sobre una cuestionable línea de investigación que en 2014 perdió los 1.000 folios que, apilados en el Juzgado de Marchena, constituían el sumario de la causa.

La identidad de los asesinados

Alguien cuya identidad aún se desconoce fue el autor de los asesinatos de cinco personas: Juana Martín, de 53 años y esposa del capataz, Manuel Zapata, de 59 y capataz, Ramón Parrilla, de 40 y tractorista, Asunción Peralta, de 34, y su esposo, José González, de sólo 27 y tractorista. Una de las últimas versiones ofrecidas sobre el asunto fue emitida por el hijo de Gonzalo Fernández de Córdova, Marqués de Grañina, en la serie de Amazon Prime ‘Los Galindos’.

Juan Mateo, hijo del noble, participó en una docuserie en la que implicó a su propio padre en los hechos en calidad de encubridor. Más allá de implicaciones y conjeturas, uno de los temas en los que la serie insiste con argumentos es en la pésima investigación que dirigió la Guardia Civil, que ni acordonó la zona para esclarecer los hechos ni prohibió al propio marqués y al administrador de la finca pernoctar en el cortijo la noche de autos con el fin de evitar la posible eliminación de pruebas.

El Correo, testigo privilegiado de la escena del crimen

Según las primeras hipótesis de los investigadores, Zapata, cuyo cuerpo apareció sólo dos días después y cuya autopsia desveló que fue el primero en morir a causa de los golpes recibidos con una pieza de metal de una empacadora, fue el autor de los asesinatos. El Correo de Andalucía ofreció información del tema en su edición del 24 de julio de 1975 después de haber sido el primer medio de comunicación que arribó al cortijo, tal y como confesó el malogrado agente judicial del Juzgado de Marchena e histórico dirigente del Partido Andalucista (PA) José Zapico en la serie de Amazon Prime.  

“Había uno de El Correo de Andalucía dentro de la vivienda donde estaban los cadáveres que se movía por allí sin ningún problema”, desveló Zapico. Sus declaraciones se referían a Escamilla, el autor de una serie de fotografías que, con absoluto detalle, exponían la crueldad del crimen sin necesidad de leer una sola línea de aquel periódico del 24 de julio de 1975.

Un despliegue especial en la contraportada

El decano de la prensa de Sevilla eligió su contraportada para ilustrar uno de los capítulos más extraños de la historia negra de España. “Cuádruple crimen”, publicó en un titular enmarcado en un cuadrado ribeteado y rodeado de aclaraciones en rojo en un claro alarde de modernidad para la prensa de la época. El autor de la noticia, que no apareció firmada tal y como sucedía con cierta frecuencia en los periódicos del momento, señalaba claramente hacia la implicación del capataz de la finca en el atroz suceso.

“La Guardia Civil considera que el asesino es Zapata, que se encuentra desaparecido”, explicó el redactor apenas 48 horas antes de la aparición del cuerpo del capataz. “Zapata aparece muerto”, publicó El Correo en su contraportada después de que fuese descubierto el cadáver del presunto sospechoso.

Testigo de la escena antes que la comitiva judicial

Los obreros de la finca fueron los primeros en alertar a la Guardia Civil de la aparición del cadáver de Juana Martín, cuyo cuerpo estaba postrado en la cama de una de las habitaciones de la vivienda del capataz y presentaba claros signos de violencia extrema. Alejandro Arcenegui y José Zapico, forense titular y agente judicial del Juzgado de Marchena, respectivamente, fueron los primeros profesionales en tratar de recabar pruebas del crimen.

"Yo jamás vi una cara tan desfigurada como aquella", recordó recientemente en una entrevista Ildefonso Arcenegui, hijo del forense y estudiante de Medicina en aquel tiempo. Arcenegui hijo, que integró la comitiva judicial en aquella aciaga tarde de julio, desveló que la adulteración de pruebas fue constante. "Cuando llegamos -desde Marchena- ya había un periodista", rememoró en clara alusión a Escamilla, el fotógrafo de El Correo de Andalucía que acudió a la escena del delito en su vehículo desde Sevilla.

Portada Crimen Los Galindos

Portada Crimen Los Galindos / El Correo

Dos remesas de fotografías en exclusiva

Con independencia de la información, que la Guardia Civil difundió antes de la aparición del cuerpo de Zapata, el decano de la prensa sevillana agotó sus ejemplares en los quioscos de la comarca gracias a las impactantes fotografías que publicó durante tres días consecutivos. Escamilla logró con su genial recopilación de imágenes que el periódico liderara la venta en la provincia durante días.

El Correo fue capaz de liderar el caudal informativo del caso incluso en los años posteriores por la labor de investigación de Paco Gil Chaparro, otra de las personas que más ha publicado sobre el asunto y que escribió el libro Los Galindos, el crimen de los silencios. En su etapa en el diario, Gil Chaparro publicó diferentes artículos que aportaron luz a un asunto que hoy, 49 años después, continúa rodeado de un espeso halo de misterio.

¿Quién era Escamilla?

José Escamilla Serrano, que nació en Sevilla el 16 de marzo de 1929, fue un auténtico todoterreno gracias a su sagacidad y su visión periodística. Fue periodista, fotógrafo, productor y uno de los mejores camarógrafos taurinos de su época. Después de un periplo en Pueblo, uno de los diarios de mayor difusión en las décadas de los 60 y los 70, y Sábado Gráfico, el fotoperiodista alternó entre 1973 y 1977 varias etapas en ABC y El Correo, diario en el que aterrizó en 1973.

Premio Ondas en 1977, Escamilla siempre mostró una predilección absoluta por el mundo taurino, en el que fue capaz de recopilar algunas de las mejores instantáneas de la historia del toreo en Córdoba, ciudad a la que se trasladó junto a su familia cuando era un adolescente. En la madurez de su carrera se integró en la red de profesionales de la Radio Televisión Española (RTVE), donde trabajó hasta su jubilación. Falleció en 2016 a los 87 años.

La vida de un hombre que fue capaz de ofrecer las imágenes más impactantes de un crimen aún sin resolver gracias a su rapidez y a su capacidad intuitiva y que encumbró de manera definitiva a El Correo de Andalucía como uno de los periódicos de referencia a nivel nacional.