Descubre los dulces más típicos de Sevilla, muchos de ellos elaborados en conventos

A nadie le amarga un dulce, y a los vecinos sevillanos, no solo no les amarga, sino que les encanta. Tanto es así, que hay recetas centenarias que generación tras generación se han convertido en dulces emblemáticos y característicos de la provincia de Sevilla, perfectos para regalar, o autorregalarse.

Los conventos han sido una de las principales fuentes de elaboración de dulces, donde las monjas han llevado a cabo diversas propuestas para endulzar la vida de los vecinos. Varios siglos después, las recetas siguen intactas y, en algunos casos, permanecen secretas.

Asimismo, son varias las confiterías míticas de la capital andaluza y de pueblos de la provincia que llenan sus mostradores de propuestas apetecibles y originales para sus clientes. Estas propuestas innovadoras y creativas siempre se adhieren a las más tradicionales, que no cambian porque llevan años alegrando la vida de los vecinos y visitantes.

Estos son los dulces, que, tanto si se visita la provincia de Sevilla como si se reside en ella, se deben conocer y, si se tiene la oportunidad, degustar.

Yemas de Écija

En la provincia de Sevilla los dulces con yema de huevo triunfan, siendo la palmera de huevo y el tocinillo de cielo dos clásicos. En el municipio de Écija hay un postre, perfecto para complementar después de una comida, o durante la merienda con un té o un café. Se trata de las Yemas El Ecijano, un postre tradicional y elaborado artesanalmente a partir de yemas de huevo y azúcar. Este dulce es característico de la ciudad sevillana, un recuerdo que no puede faltar si se visita la ciudad con 11 torres y un regalo recurrente entre los vecinos de Écija.

Para hacerse con una caja de yemas, se tiene que acudir a la confitería Yemas El Ecijano, pero también pueden adquirirse por internet, donde una caja con 16 unidades puede oscilar un precio de 12 euros, aproximadamente.

Yemas de San Leandro

Siguiendo con el huevo como protagonista de la receta tradicional de dulces, las Yemas de San Leandro, características de la capital andaluza, son también un postre tradicional con el que sorprender a unos invitados.

Es muy famoso en la repostería sevillana, y están elaborados con almíbar y huevo hilado. Del mismo modo que la receta de las yemas de Écija es un secreto, las yemas de San Leandro solo saben prepararlas las hermanas agustinas del Monasterio de San Leandro de Sevilla, lugar donde se llevan a cabo desde el siglo XVI.

Piñonate

Siguiendo con la repostería que se lleva a cabo por monjas, el Piñonate es un dulce típico de convento y se elabora desde hace siglos por las monjas clarisas de Sevilla.

Su receta tradicional se basa en piñones y azúcar con agua. A partir de ahí se forma una pasta parecida al caramelo y con ella se recubre el fruto seco. A día de hoy este postre ha sufrido diversas propuestas derivadas de él, donde se han sustituido los piñones por anacardos o almendras.

Cortadillos de cidra

De nuevo, un dulce elaborado desde los conventos. En este caso, aunque ahora ya se puede encontrar en múltiples conventos, confiterías y tiendas de pueblos de la provincia de Sevilla, lo cierto es que se elaboraron por primera vez en Écija, donde en su día se creó una de las primeras fábricas que lo comercializa fuera del ámbito conventual.

Este dulce, especialmente consumido en las provincias de Cádiz y Sevilla, es de fácil elaboración y de sabor suave. Entre sus ingredientes destaca el cabello de ángel o la cidra, ingredientes muy recurrentes en la repostería sevillana. Asimismo, también se necesita manteca de cerdo, vino blanco y canela, entre otros.

Carmelas

Las Carmelas son un típico tradicional de la Confitería González, en Lora del Río. Se trata de un exquisito bollo, tipo brioche, cortado por la mitad, relleno de crema y cubierto de glaseado de azúcar.

Esta confitería también elabora unos deliciosos barquillos, con base de hojaldre, cuerpo de magdalena y una capa de glaseado.

Tortas de aceite

Son míticas y han dado a la vuelta a todo el país, aunque siguen siendo más famosas en Andalucía que en el resto de España. Las tortas de aceite originales son las de Inés Rosales y Concepción Cansino, dos mujeres que las elaboraban en Castilleja de la Cuesta (Sevilla).

Están hechas con una fina masa a la que recubren de azúcar y que tiene toques de ajonjolí. A día de hoy, en los locales de Inés Rosales se venden tortas de aceites de múltiples sabores y con ingredientes concretos.

Torta inglesa de Carmona

La torta inglesa de Carmona, a pesar de ser un dulce típico procedente de Carmona como su nombre indica, actualmente se vende en diversas confiterías entre pueblos y ciudades de la provincia de Sevilla.  

Este postre está compuesto por una base de bizcocho relleno de cidra y recubierto de hojaldre, espolvoreado con azúcar glass y canela. La canela, tal y como está puesta en la tarta, se asocia con la bandera británica. Por supuesto, si un visitante descubre Carmona, es "obligatorio" probar este manjar, sin embargo, también se pueden encontrar en cualquier pastelería aunque destaca la de la Confitería Nevada (c/ Virgen de los Reyes, 17) y en el Convento de Santa Clara.

Mostachones de Utrera

Finalmente, este dulce elaborado en la localidad de Utrera, se trata de un bizcocho redondo y plano y que está hecho a base de harina, huevo, canela y azúcar. También suelen estar espolvoreados con azúcar.

Se pueden encontrar en confiterías de toda la provincia.