Más de 300.000 euros para sacar del abandono al Mercado de la Puerta de la Carne

El antiguo Mercado de la Puerta de la Carne se cae a pedazos. En diciembre de 1999 cerró sus puertas y desde entonces se encuentra en un estado de abandono, en ruinas, comido por la vegetación y dañado por los continuos actos vandálicos. Este inmueble municipal viene demandando desde entonces medidas inmediatas, pero todos los intentos de rescate han quedado en eso, intentos. Ahora el Ayuntamiento de Sevilla parece decidido a dar el paso definitivo con la licitación de un contrato de obras de seguridad y actuaciones urgentes por valor de 303.740,60 euros (sin impuestos).

La Gerencia de Urbanismo podrá recibir ofertas hasta el próximo 27 de septiembre y las obras tienen un plazo de ejecución de tres meses. Los trabajos incluyen demolición, construcción de cubiertas y estructuras de cerramiento, mampostería y albañilería, instalación de carpintería de madera y pintura.

Según el pliego consultado por El Correo de Andalucía, el objetivo del proyecto es acometer las actuaciones necesarias para detener el progresivo deterioro de los sistemas constructivos del inmueble, que tienen el carácter de medidas provisionales a la espera de la rehabilitación integral del edificio. También se pretende mejorar su imagen y la de su entorno, que debido a las mallas de la fachada y al vallado perimetral lleva mucho tiempo degradado.

Esta actuación fue aprobada el pasado 18 de julio en el pleno del Ayuntamiento gracias al voto favorable del grupo municipal popular y el socialista y la abstención de Vox y Con Podemos-IU.

Edificio emblemático y degradado

El Mercado de la Puerta de la Carne está situado entre las calles Pedro Roldán, Alejo Fernández y Demetrio de los Ríos, calle esta última en la que se localiza el acceso principal al mercado, junto al conocido Puente de San Bernardo o de los Bomberos.

Este edificio nació fruto de la expansión de la ciudad a raíz de la Exposición Iberoamericana de 1929, por la necesidad de que hubiera un mercado en esa zona. Explica el pliego que los vecinos de Nervión, Ciudad Jardín, San Bernardo y los barrios de la Ronda histórica tenían que desplazarse a los anticuados e insanos mercados del interior de la ciudad o usar los precarios puestos instalados en las bocacalles que abrían a la acera de levante de Menéndez y Pelayo.

La obra finalizó en 1929 y fue recibida por el Ayuntamiento en febrero de 1930. Desde entonces, relata el documento, los puestos del interior de la plaza "empezaron a dar problemas muy pronto", produciéndose una "rápida decadencia de las instalaciones del edificio". Finalmente, en 1999 se queda sin uso. En diciembre de ese año los placeros y la actividad comercial se desplazaron a la antigua estación del ferrocarril de Cádiz.

Las últimas actuaciones

Desde entonces, han sido muchos los intentos de rehabilitar el espacio. El más inmediato fue en abril del 2000, cuando el Ministerio de Fomento encargó a la empresa Vorsevi S.A. Ingeniería y Control un “Estudio del Edificio Mercado Municipal de Abastos Puerta de la Carne”. Fue el primero de los muchos informes que se han ido elaborando en los últimos años sin llegar a acometer una renovación integral del edificio.

Así hasta llegar al 2020, cuando quedó rescindida la concesión del Ayuntamiento a una UTE para acometer los trabajos y convertirlo en un espacio de ocio, gastronomía y cultura. Más recientemente, en 2023 se produjo una nueva licitación, pero el mercado ha seguido ser acondicionado.

La última propuesta para el edificio la ha hecho la Diputación, proponiendo construir allí un teatro y consolidarlo como un centro integral de formación, asumiendo los costes de la inversión a cambio de una cesión gratuita "de larga duración".

Así serán las obras

Durante los tres meses que duren las obras, se acometerán mejoras principalmente en la fachada, en las cubiertas y en el interior de la finca. Pese a que en la zona central las vigas y los forjados presentan un mal estado generalizado, explica el pliego, no se proponen actuaciones. Una vez asegurada la crujía perimetral del edificio, en una segunda fase se podrán plantear actuaciones para evitar la entrada de agua y frenar el deterioro de la estructura interior, a realizar siempre desde la crujía perimetral ya asegurada. 

En la fachada, se producirá un picado de los revestimientos fisurados en la cornisa perimetral de la planta segunda con la reparación de las zonas de hormigón armado dañadas. Se retirarán todos los vidrios que puedan desprenderse de las carpinterías, se hará un retacado y consolidación del muro de cerramiento del lavadero para evitar posibles caídas de ladrillos, cerrando también huecos. Posteriormente, se pintará la fachada y se retirará tanto la red de poliamida como el vallado perimetral.

En el interior de la finca se van a retirar los falsos techos existentes, los escombros acumulados y se va a limpiar toda la zona, además del apuntalamiento de los forjados. Y en las cubiertas se impermeabilizará todo el perímetro, se eliminará cualquier resto de vegetación, se comprobará la evacuación del agua a través de las cazoletas y los bajantes y se garantizará la conducción del agua de lluvia a través de la red de saneamiento.

Todos estos trabajos podrán darle una segunda vida a este lugar de convivencia y esencia de barrio para los sevillanos de mediados del siglo XX. Para que casi 100 años después de su apertura pueda volver a reunir a los vecinos de la zona y se acaben sus días de ruina y desamparo.