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El azahar protagoniza el nuevo ritual por los 20 años del templo de la relajación en Sevilla

Se trata de una innovadora experiencia inmersiva con una nueva fragancia protagonista en un recorrido de 75 minutos por los baños termales del centro y un masaje corporal y facial de una hora con productos como el aceite de jojoba y la piedra guasha

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Rocío Soler Coll

Rocío Soler Coll

Las civilizaciones antiguas recurrían a los baños termales para hablar de todo tipo de temas, desde las conversaciones más cotidianas hasta los acuerdos más delicados, como los políticos. Ha sido durante siglos el lugar por excelencia para estar en un entorno de relajación y abordar aquello que desencadenaba tensión en el cuerpo y en el ambiente.

Hoy, el agua sigue siendo un método calmante inigualable, pero los problemas de estado ya no se afrontan desde un baño de agua salada o una piscina infinity.

Baño de los mil chorros en Aire Ancient Baths, en Sevilla. / Rocío Soler Coll

Hace ya 20 años desde que Aire decidiera apostar por su concepto de baños ancestrales, una experiencia relajante, calmante e inmersiva. Ahora, con motivo de su veinte aniversario, ha lanzado una nueva fragancia inspirada en sus origenes, la capital andalulza.

Para darla a conocer no ha encontrado mejor lugar que el primer centro que abrió, en Sevilla, donde el aroma a naranjo se percibe al dar los primeros pasos en su interior, el silencio es el mejor idioma en este espacio y la luz pasa a un segundo plano.

Durante la presentación de la fragancia, Fernando Afán de Ribera, responsable de marketing de Aire, ha aludido a la construcción del centro como una de las características singulares que diferencia este espacio de la competencia. La arquitectura del lugar no pasa desapercibida: una antigua casa palacio del siglo XVI con una boveda del siglo I que mantiene toda la estructura original, donde las columnas, los candelabros y la vegetación transportan a otra época. "Queremos que la gente local se familiarice con el lugar y lo sienta suyo", ha recalcado Afán de Ribera.

Inspirada en los naranjos de Sevilla

Tras dos décadas y ocho centros por todo el mundo, Aire ha querido volver donde todo empezó, su Sevilla natal. Su nueva fragancia, que recibe el nombre de Orange Garden, recoge los olores que se concentran en un patio de naranjos de la ciudad, donde el azahar es principal protagonista.

Naranjos y flor de azahar, los ingredientes principales de la nueva fragancia Orange Garden. / El Correo

"Nuestros centros Aire empezaron en Sevilla, y en esta ciudad, ¿Qué hay más característico que los naranjos?", ha añadido la subdirectora de Aire Sevilla, Macarena Gómez.

"El olor de Orange Garden es dulce y citrico, por lo que te calma al momento", ha detallado Afán de Ribera insistiendo en las "propiedades relajantes, sedantes y desestresantes". Además, Afán de Ribera ha remarcado que durante las próximas semanas la fragancia envolverá el ambiente de los ocho centros de Aire en todo el mundo. "Queremos que Aire huela a Sevilla aquí, en Nueva York y en Copenhaguen", ha puntualizado.

Vistas a la Giralda desde la piscina infinity. / Rocío Soler Coll

Esta nueva esencia ha sido desarrollada en exclusiva por la empresa perfumista Firmenich inspirándose en los naranjos, con el objetivo de conseguir un efecto calmante "en todo aquel que la huela".

Además, se trata de un producto certificado y testado con el método FMRI de FirmenichEmotiwaves TM, una innovadora tecnología que permite diseñar aromas que provocan sentimientos específicos, que en el caso de Orange Garden es una relación entre sus notas de olor y una sensación de relajación. Entre sus ingredientes cabe destacar la ya mencionada flor de azahar, acompañada de notas de sándalo y bergamota.

Un nuevo ritual facial y corporal

Nada más llegar, la cortesía se percibe en todos los profesionales del centro, que hablan con calma, en voz baja y con una amable sonrisa. El lanzamiento de la fragancia ha llegado de la mano de un nuevo ritual, la experiencia Orange Garden que, durante dos horas y media, le permite al visitante dejar en la puerta sus problemas y preocupaciones para adentrarse en un oasis de conexión con la tranquilidad.

Un recorrido de 75 minutos por el baño de agua salada, el baño templado, el baño caliente, el frío, el de vapor, el de mil chorros y la piscina infinity, siendo esta última un icono de la marca por sus impresionantes vistas a la Giralda, al Salvador y a San Isidoro.

Mariló García, responsable del turno de mañana de Aire y profesional encargada de acompañar durante la visista ha especificado que "no suelen haber más de 4 personas en cada baño, en la terraza como máximo pueden coincidir seis y en todo el turno solo se atiende a 20 personas".

Vistas al casco antiguo de Sevilla desde la piscina infinity de Aire Ancient Baths. / Rocío Soler Coll

A este paseo por los baños se suma un masaje corporal relajante de 35 minutos que lleva a cabo el equipo de masajistas y quiromasajistas del centro. En él se utiliza aceite Orange Garden, un producto elaborado exclusivamente para este ritual que combina las propiedades de la jojoba, con la macadamia, almendras y la fragancia Orange Garden para crear una sensación de calma total. Cabe destacar que el olor a azahar es reconocible, se palpa y se impregna en el cuerpo y en la ropa de baño durante toda la estancia en el centro.

Una clienta recibe el masaje facial de la experiencia Orange Garden. / El Correo

Tras el masaje corporal llega el momento de drenar el rostro durante 25 minutos. Se limpia la piel, se masajea el rostro con aceite de jojoba, combinando técnicas manuales con la piedra guasha, una técnica facial oriental que permite reducir la inflamación facial y mejorar la circulación de la piel, dándole un brillo instantáneo. Finalmente, se coloca una mascarilla de hidrogel rica en vitamina C y mientras hace efecto, se recibe un último masaje en el cuero cabelludo que ayuda a relajar los músculos faciales y mejorar el riego sanguíneo.

Por último, la experiencia Orange Garden puede reservarse en cualquiera de sus centros a través de lu página web, llamando por teléfono o en persona y tiene un precio que ronda entre los 120€ y los 145€ dependiendo del centro que se haya escogido.

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Dos décadas utilizando el agua como bálsamo para dotar de calma y serenidad a vecinos sevillanos y a visitantes que han podido conocer cualquiera de los ocho centros esparcidos por el mundo. Más allá de la tecnología y la innovación, hay técnicas que a pesar del paso del tiempo siguen aportando los mismo beneficios en el cuerpo humano que en épocas ancestrales.

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