La espectacular casa rural de Sevilla del siglo XVII donde desconectar y relajarse en plena sierra

Hay edificios en la provincia de Sevilla que actualmente son alojamientos rurales de lujo y que tienen tras de sí una historia desconocida y muy enlazada con la capital de una forma muy curiosa. Es el caso de esta construcción que data del siglo XVII en tiempos de Carlos II, último de los Austrias, y que era clave en la ciudad de Sevilla a la que pertenecía por algo importante en la época, el hielo.

Se trata de los Pozos de la Nieve de Constantina, una construcción ubicada en plena Sierra Norte de Sevilla en un entorno privilegiado para aislarse del mundo, rodeado de un arbolado autóctono y con cinco apartamentos boutique únicos de 2 a 7 personas en un lugar único de naturaleza y relax.

Este alojamiento rural tiene cinco estancias que son casas completas con varias habitaciones y todo tipo de comodidades. Entre 90 y 160 metros cuadrados cada una dependiendo de la capacidad, son apartamentos con nombres muy evocadores: Luz, Estrella, Sol, Luna y Agua, todos con wifi de alta velocidad, terraza, climatización, cocina amueblada con electrodomésticos, chimenea y televisor, un lujo del descanso.

Igualmente, como la mayoría de las haciendas y cortijos reformados en la provincia de Sevilla, los Pozos de la Nieve se puede utilizar como lugar ideal para diferentes eventos y celebraciones, incluidas bodas, gracias a dos grandes salones, su gran jardín al aire libre para disfrutar de la belleza del entorno y el patio del edificio de 250 metros cuadrados con vistas a la montaña.

La curiosa historia de la nieve

La historia de este enclave sevillano es la mar de curiosa y que enlaza con la historia de la ciudad de Sevilla en el siglo XVII, por esa razón tiene un escudo de la ciudad en la entrada. Resulta que era un edificio propiedad de la ciudad hasta el siglo XIX y tenía un uso industrial, con el fin de abastecer de hielo a Sevilla capital durante los meses de más calor.

En los pozos dentro del lugar se almacenaba la nieve que, durante el invierno, se recogía en las albercas existentes en las cercanías. Esto era posible porque el frío de la comarca congelaba las aguas almacenadas, que se conservaba en los dos amplios pozos que aún subsisten. Ambos pozos están cubiertos por bóvedas de ladrillo, el mayor tiene una profundidad de unos 14 metros y el menor de unos 8 metros.

La actual propiedad

Los actuales propietarios de Los Pozos de la Nieve son una pareja belga: Dirk Windertickx y Dominique Couck, enamorados del lugar y que procedieron a su restauración conservando los vestigios del pasado que allí se encontraban. Una espectacular reforma que fue premiada por el Ayuntamiento de Constantina y por el galardón Europa Nostra Awards 2006.