Sevilla cumple con su cita con la lectura el primer día de feria: "Este lugar es precioso pero no sé si funcionará"

Los libros ya están perfectamente colocados en cada una de las casetas que conforman la Feria del Libro de Sevilla. El visitante ya puede contemplarlos con detenimiento, preguntar por ellos, hablar con el escritor, comprarlos y, si procede, pedir una firma.

Este jueves ha arrancado la XXII edición del evento literario más popular de la capital andaluza y desde primera hora de la tarde centenares de personas se han asomado a las 51 casetas que ocupan todo la pasarela de la feria. Niños, jóvenes, adultos y personas de edad avanzada se han acercado a los Jardines de Murillo para hacerse con aquel libro que llevan tiempo buscando o, simplemente, para conseguir el 10% de descuento que hay en gran parte de la oferta.

De los 73 expositores que hay en las casetas, 24 son librerías y 46 editoriales que estarán de lunes a viernes de 11 a 14 de la tarde y de 17 a 21 de noche y los fines de semana de 11 a 14,30 y de 17 a 21 todos los días hasta el domingo 3 de noviembre.

Los Jardines de Murillo: un debate abierto

Es el primer día y la incertidumbre está servida. Por primera vez en años, la estatua de San Fernando de Plaza Nueva ya no custodia la feria. Ahora, lo hace el monumento a Colón (o fuente del León) aunque esté complemente tapado por andamios.

¿Ha sido un acierto el cambio de ubicación?, ¿Influirá en la venta de libros?, ¿Congregará este lugar a tantos visitantes? Son algunas de las preguntas que se han hecho los libreros, editores, escritores y visitantes sobre la nueva ubicación esta primera jornada y las opiniones brillan por su diversidad. "Yo creo que Plaza Nueva es el sitio, donde la feria debería volver, y aunque quiero ser optimista porque este lugar es precioso, no sé si funcionará", ha reconocido Joaquín De los Santos, propietario de la librería El Oso y su Libro y librero en la feria desde hace 11 años.

Para De los Santos, la campaña de comunicación del evento "podría haber sido más notoria" y la nueva ubicación no se ha anunciado lo suficiente.

Enrique Brodar, propietario de la librería El Cuartito, defiende que todavía es pronto para determinar una opinión, sin embargo, confiesa que en un primer momento le pareció "bien" el cambio. "Cuando he llegado aquí me han entrado las dudas porque Plaza Nueva es mucho más accesible", destaca Brodar, que aunque sabe que este sitio también es de paso, opina que "hay que venir expresamente".

No osbtante, los visitantes lectores acogen la propuesta con más entusiasmo. "A mi me gusta el cambio, es todo muy bonito, solo me preocupa si llueve algún día, por el suelo", comenta Andrea Ferreira, una joven sevillana habitual de la feria.

La emoción del primer día

Este cita con la lectura tiene una duración de 15 días, pero para los amantes del libro el primero es el más especial y, además, el único que garantiza que las publicaciones no estén agotadas. "Yo espero esta cita deseoso por poder tener contacto físico con los libros y conocer a los autores", destaca José Manuel Verdugo, un vecino sevillano apasionado de la literatura. Este lector reconoce que este año "hay muchas casetas" y le ha gustado especialmente encontrarse con librerías que hacía años que no veía.

Por su parte, María Jiménez, una joven vecina sevillana, ha hecho todas sus compras el primer día: "Estoy muy contenta porque nada más llegar me he comprado los siete libros que buscaba, que salían ahora en octubre". Y aunque todavía tiene muchos días de feria por delante, no quería alargar más este momento.

En una jornada marcada por el buen tiempo, el volumen de gente joven menor de 35 años se hace notar, no solo entre el público, también en el perfil de los autores que firman libros. Como es el caso de Carlos Freyta, un sevillano de 27 años autor de la novela de misterio El pasado que nunca dejaste atrás, además de investigador biomédico de enfermedades respiratorias en Córdoba. "Cuando ven que soy de Sevilla se interesan un poco más, porque ven que soy de la tierra", reconoce Freyta con una sonrisa en el rostro.

Por su parte, José María Hidalgo, autor del libro de prosa y relatos cortos Sutilmente Salvaje no ha dejado de firmar, hacerse fotos con sus lectores y vender libros en la caseta de Casa Tomada. "Ha habido un ambiente muy bueno, estoy sorprendido", ha reconocido este autor sevillano, con siete libros publicados a lo largo de su carrera.

Las expectativas de los libreros y editores

La mítica libreria del casco antiguo de Sevilla, Casa Tomada, no ha podido faltar a su cita con los lectores. "Hay dos cosas que son muy típicas en esta feria: los libros clásicos y los libros caros", señala Alberto Jasalé, socio y dueño de la librería, al hablar de lo que más triunfa estos días entre el público.

Para clásicos, la editorial granadina Comares, especializada en poemas de Lorca y con una importante oferta de libros sobre historia del siglo XX, poesía y memoria histórica. Es precisamente en esta caseta donde se han saludado Andrés Trapiello, autor encargado de inaugurar la feria y el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que ha comprado el libro La audiencia va de caza de Miguel Ángel del Arco, una recomendación del propio Trapiello.

La feria acoge géneros y estilos de todos los colores, por lo que también hay espacio para las editoriales con propuestas más rompedoras y poco comunes, como Héroes de Papel, que edita libros sobre videojuegos, manga, cine y series. "Los de animación japonesa son los que se suelen vender más", subraya Ricardo Martínez, fundador de la editorial.

Andres Trapiello y su obra apolítica

La inaguración de esta nueva entrega de la Feria del Libro ha sido a cargo del escritor, poeta, ensayista y editor Andrés Trapiello, que ha presentado su nueva novela Me piden que regrese en el espacio de la Fundación Unicaja con la participación en el escenario de la periodista y presentadora Mabel Mata.

Esta novela, la primera en 10 años, está situada en España en 1945, meses antes de que terminara la Segunda Guerra Mundial. "Hace 30 años que tenía esta novela en la cabeza", ha destacado Trapiello, para referirse a una historia de ficción que pudiera servir "a todo el mundo". El autor ha descrito su última publicación como un libro apolítico, sin ideologías y sin el fransquismo como protagonista. "Lo que me interesa de la historia es el espia, un personaje que me parece muy atractivo".

Con un escenario lleno hasta la última silla, Trapiello se ha despedido entre aplausos y los Jardines de Murillo han concluido un primer día con abundante público, mucha oferta de libros y 14 días por delante.