Transporte

Huelga en Sevilla: Tussam de "servicios mínimos" con colas de más de media hora y piquetes en los pueblos

Más de un centenar de trabajadores del transporte por carretera se han manifestado en Sevilla por una mejora de sus condiciones laborales, con piquetes a primera hora de la mañana y servicios mínimos en autobuses de Tussam

Los conductores de autobuses, en pie de guerra por la jubilación anticipada: "Ponemos en peligro vidas humanas"

Jorge Jiménez

Rafa Aranda

Rafa Aranda

"Si esto no se arregla, guerra, guerra y guerra", corean decenas de manifestantes en los alrededores de la estación de autobuses de Plaza de Armas de Sevilla. Los trabajadores del transporte por carretera -autobuses urbanos, interurbanos y grúas- no pueden más. Aseguran que no es seguro ni sano que con casi 70 años tengan que seguir siendo responsables de la movilidad de sus viajeros porque ponen en riesgo su seguridad, que tienen condiciones precarias, que los jóvenes no ven incentivos dentro del sector y las plantillas no se rejuvenecen y que incluso en excursiones del Imserso son los mayores. La huelga convocada este lunes a nivel nacional ha sido secundada en la ciudad y en Andalucía con "éxito", valoran desde UGT y Comisiones Obreras, y esperan al fin lograr la jubilación anticipada que desean.

En Sevilla, desde primera hora de la mañana todos los autobuses de Tussam han amanecido con un cartel de "servicios mínimos" avisando en su ventana delantera. Mientras tanto, a nivel provincial, los piquetes han impedido desde las ocho de la mañana que hayan salido los primeros servicios de las empresas Damas e Interbus-Damas en Gines, Bormujos, Tomares, Santiponce y Albaida del Aljarafe, según ha podido saber El Correo de Andalucía.

En este último municipio, además, "han robado todas las llaves de los autobuses que se encontraban aparcados en origen". En la mayoría de líneas interurbanas se han prestado el 50% del total, y en los casos citados solo se ha ofrecido la mitad de estos servicios mínimos.

Las pantallas de la mayoría de paradas de autobuses de Tussam informaban de que la frecuencia pasaba a ser de entre 10 y 20 minutos, llegando algunos a más de media hora. Y mientras tanto, los usuarios, haciendo cola y mirando al reloj.

"Llevo aquí más de 20 minutos esperando. Si dentro de otros 15 o 20 no pasa ninguno, tendré que buscar un uber o un taxi", cuenta Elizabeth, una vecina de Bormujos en la parada de la línea 21 de Tussam. Un testimonio que coincide con el de Óscar Rodríguez, que aguarda a que llegue el 3 en Plaza de Armas: "Desde que he llegado se ven menos autobuses. Como sabía que había huelga, he salido con tiempo de casa para poder esperar media hora más de lo habitual".

"Vienen llenos. Han pasado autobuses que no han abierto. Llevamos ya 20 minutos esperando", explican Manuel y Ángela, una pareja de avanzada edad, justo antes de celebrar que al fin se avistaba el C2 a lo lejos.

Las reivindicaciones del sector

Según los datos facilitados por CCOO, "de los 159 trabajadores fallecidos en accidentes laborales en el transporte por carretera en lo que va de año 2024, el 70% tenía más de 55 años, lo que pone de manifiesto que la fatiga mata y que la edad nos hace más vulnerables ante ella". Es la principal queja, no pueden jubilarse pronto y ponen en riesgo a sus pasajeros.

"Esta es una lucha justa y necesaria, no es normal que haya compañeros con 64 años llevando un autocar. Hemos tenido accidentes laborales y no merecemos lo que está pasando", ha aseverado Eduardo Carrillo, secretario general de la Federación de Consumo de UGT-Andalucía, en declaraciones a los medios. "Patronal, ve estudiando costes económicos porque de aquí nos vamos con la jubilación anticipada", ha advertido Mari Paz Vargas, secretaria general del servicio a la ciudadanía de CCOO-Sevilla.

Según explican desde CCOO a El Correo de Andalucía, el Gobierno obliga a que vayan de la mano la patronal y los sindicatos, y mientras en el transporte de mercancías y ambulancias sí se han iniciado los trámites para la jubilación anticipada, para los viajeros la patronal no accede, lo cual está desembocando en un trasvase de trabajadores de un lado al otro.

"Que se sienten con nosotros, que nos tomen en cuenta. Nos montamos con 67 y 68 años. La audición no es la misma, los reflejos tampoco. Ponemos en peligro vidas humanas, las de los pasajeros y la nuestra", cuenta a este medio Antonio Carretero, responsable del transporte en Sevilla de UGT.

Por su parte, Francisco González, responsable del sector de carreteras de CCOO, comenta que "no se va a quedar aquí hasta que se haga justicia". "No puede ser que un conductor con 67 años esté llevando a nuestros hijos", añade.

Con una jubilación media de 65 años y un salario promedio de entre 1.300 y 1.400 euros, reclaman un convenio digno y más formación para que el sector sea atractivo y seguro.

"Ya nadie nos va a parar"

Algo más de un centenar de personas, convocadas por los sindicatos CCOO y UGT en Sevilla, se han manifestado en Plaza de Armas. Aunque su intención era cortar el tráfico o hacerlo dentro de la estación, finalmente han sido trasladados a la explanada que hay junto al centro comercial.

"Nos han metido aquí. Nos han considerado de alto riesgo. Que estemos encerrados significa que está funcionando", asegura María Paz Vargas, secretaria general del servicio a la ciudadanía de CCOO-Sevilla. "Ya nadie nos va a parar, está siendo un éxito. Estamos muy contentos con la movilización", continúa explicando.

Según han confirmado a este medio diferentes fuentes sindicatos, el seguimiento ha superado el 90% en todas las plantillas en transporte urbano e interurbano, llegando al 100% en grúas. Y pese a ello, Vargas ha denunciado que alguna empresa ha reforzado los servicios mínimos y estudiarán si lo denuncian.

Los trabajadores confían en que esta concentración tenga como consecuencia la jubilación anticipada, y plantean una posible huelga general para el 23 de diciembre. "Si esto no se apaña, caña, caña y caña", cantaban los manifestantes detrás de sus pancartas, confiados en poder bajarse de sus vehículos pasados los 60 años para dar paso a las nuevas generaciones.