Testimonio de superación

Belén, el rostro de la esperanza ante un tumor intramedular: "Antes me quejaba mucho, ahora solo doy las gracias"

Esta joven sevillana, conocida en Instagram por su testimonio sobre la enfermedad que afronta desde su cama del hospital, acaba de publicar su primera novela sobre su experiencia tras ser diagnosticada con un tumor

Belén Domínguez posa con su libro desde la cama de su habitación en el Hospital Ramón y Cajal.

Belén Domínguez posa con su libro desde la cama de su habitación en el Hospital Ramón y Cajal. / Cedida

Rocío Soler Coll

Rocío Soler Coll

"Yo soy de la filosofía de que todo pasa por algo y no me pregunto '¿por qué a mí?', sino '¿para qué a mí?'". Belén Domínguez es una joven sevillana de 31 años que jamás había pisado la planta de urgencias de un hospital hasta principios de julio de 2023. Fue por un dolor en la espalda que no cesaba lo que le animó a acudir a un médico. A ella le sucedió aquello que nadie piensa que le va a tocar: la madrugada del 8 de julio le diagnosticaron un tumor intramedular, un glicoma difuso de la línea media de grado 4, un caso aparentemente único en España.

Su testimonio ha dado la vuelta al mundo y ya son más de 150 mil los seguidores que la arropan a través de Instagram, aunque el apoyo es bidireccional, pues Belén se ha convertido en un símbolo de esperanza, alegría, fe y optimismo ante la adversidad de la vida. Su tono de voz alegre y decidido traspasa la pantalla en sus vídeos y también la llamada que concede a este periódico. Estos días Belén está especialmente contenta: su resiliencia le ha llevado a publicar su primera novela basada en su historia personal de superación La vida es bonita incluso ahora (Nube de Tinta).

Belén Domínguez antes de ser diagnosticada con un tumor intramedular.

Belén Domínguez antes de ser diagnosticada con un tumor intramedular. / Cedida

Aceptar una enfermedad

La vida de Belén cambió drásticamente de la noche a la mañana. Tras el diagnóstico perdió la movilidad y tuvo que empezar un tratamiento de quimio y radio, además de medicarse con altas dosis de cortisona. Pero la parte más complicada nunca fue la física, sino la emocional. Esta joven sevillana tenía que asumir que su vida, por el momento, iba a paralizarse. "En aquel entonces estaba inmersa en los preparativos de la boda con Emilio, trabajaba en Madrid, hacía deporte a diario y tenía mil planes con mis amigas", recuerda, aunque paradógicamente, confiesa que "antes se quejaba mucho más y ahora solo da las gracias".

Ese verano de 2023, planeado entre viajes, planes y desconexión, lo pasó en el Hospital Ramón y Cajal, donde sigue ingresada desde ese entonces. Lleva en la cama desde el 17 de diciembre del año pasado aunque hace escasas semanas pudo sentarse en una silla por primera vez con ayuda del personal sanitario, un paso que para ella ha sido un "auténtico logro".

Sobre su estado actual, Belén no tiene mucha información. "Hace seis meses que no me hago una resonancia", dice. Consecuencia de ello, desconoce el estatus del tumor, que "estaba estable la última vez". Desde febrero es la primera paciente española que está probando un ensayo clínico combinado con inmunoterapia al que solo se han sometido 20 personas en el mundo, dos de ellas en España.

Tal como comenta, los médicos "no saben si va a funcionar", pero para ella es una fuente inmensa de esperanza a pesar de los "gordísimos" efectos secundarios. Tiene "inaguantables" dolores en el cuerpo, migrañas, subidas de tensión, náuseas, mareos, ampollas y nistagmus, movimientos involuntarios de los ojos, por lo que ahora lleva gafas.

Belén junto a su novio y prometido Emilio en la habitación del Ramón y Caja.

Belén junto a su novio y prometido Emilio en la habitación del Ramón y Caja. / Cedida

Pese al dolor, este ensayo para Belén ha sido "un milagro". En febrero de este año los médicos le dijeron inesperadamente que no había nada que hacer con su enfermedad y que la iban a trasladar a la planta de cuidados paliativos. "Esa noche lloré muchísimo con Emilio, fue el único momento que sentí que perdía la esperanza, pero él me dijo que Dios tenía la última palabra", rememora emocionada.

A los pocos días, sus médicos entraron en la habitación para darle una buena noticia: este ensayo puede ser el camino hacia su recuperación.

"Lo llevo con alegría para hacérselo fácil a mi familia"

Belén insiste en que tiene muy pocos días malos y que está "bien". "Sé que es inexplicable, pero mi fe, que es mucho mayor que antes, me ayuda muchísimo a llevarlo con alegría para hacérselo fácil a mi familia", afirma con decisión desde su habitación del hospital, un lugar que los propios sanitarios describen como un "refugio". Tanto es así, que vive aliviada desde que, asegura, ha entendido y aceptado su situación. "Yo soy de la filosofía de que todo pasa por algo y no me pregunto "por qué a mí", sino "para qué a mí" y entonces tengo una respuesta: para ayudar a los demás".

La familia de Belén Domínguez.

La familia de Belén Domínguez. / Cedida

"¿Cómo está tu madre, Belén?" Para responder a esta pregunta, le pasa el teléfono a su madre, Charo, que no se separa de ella en ningún momento. "Mis momentos más felices son cuando estoy con ella, en cambio cuando me voy sola a casa le doy más vueltas a las cosas", responde. Charo y Francisco, el padre de Belén, dejaron Sevilla para irse a vivir a Madrid y poder estar al lado de su hija. Ahora viven en la casa donde ella vivía con Emilio. "Cuando paseo por las calles donde ella solía pasear pienso: mi niña podría estar allí", dice Charo, con la voz entrecortada y tras un largo silencio fruto de la emoción.

Un libro más allá de Instagram

La reciente publicación del libro de Belén, de la mano de Penguin Random House, ha sido un "trabajo en equipo" entre ella, Emilio, sus padres y la editora que les ha acompañado durante el proceso. Este libro es "un testimonio real" de su enfermedad en género novelístico. La trama gira en torno a los inicios de su enfermedad, hasta diciembre de 2023. También tiene un epílogo y unos capítulos dedicados a su vida antes del tumor. "En el libro se cuentan momentos de la enfermedad muy duros que jamás he explicado en Instagram", añade Belén, que reconoce que escribirlo fue muy emocionante por la historia de amor entre ella y Emilio, pero también complicado por tener que revivir la situación.

belén junto a sus padres y a su hermana pequeña.

belén junto a sus padres y a su hermana pequeña. / Cedida

"Hay gente que nos pregunta si habrá una segunda parte porque quieren leer un final feliz", comenta su madre sobre el libro, que aclara, no es de autoayuda, sino una historia con momentos muy duros pero que provocan en el lector una sonrisa. "Al terminar de leerlo no sientes un rictus de dolor, todo lo contrario, quieres seguir viendo la vida de Belén".

Esta joven se considera una afortunada y, en parte, confiesa que se lo debe a su novio y prometido, Emilio. "Lo admiro mucho, no ha dejado de venir a verme ni un solo día", expresa. Por su parte, Emilio no ve ningún sobreesfuerzo en su apoyo incondicional. "Nosotros tenemos un amor muy fuerte y ella me hace venir al hospital con ganas", destaca calmado y con seguridad.

Belén no sabe nada sobre su futuro pero "tampoco lo necesita". Ella vive el día a día con la esperanza de recuperarse y mientras tanto afronta su vida en el hospital con alegría, rodeada de su familia y sin dejar de rezarle a Sor Ángela de la Cruz mientras se arropa con su manto de la Virgen de Guadalupe, que siempre está en su cama.

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