El molino de Sevilla que defendió a sus vecinos en tiempos de guerra y lleva años abandonado

Nadie diría que el Molino de Cerrajas -o lo que queda de él- a 4,5 kilómetros al noroeste de Alcalá de Guadaíra, fue una gran construcción de la época medieval, un lugar en el que los aldeños se refugiaron en el siglo XII y XIII durante los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes. Le delata la aldea que se construyó a su alrededor, hoy apenas visible, y las tres plantas que lo conforman, que se caen a trozos.

Estado actual del Molino de Cerrajas en Alcalá de Guadaíra

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Este monumento de gran envergadura histórica y el último molino harinero que pertenece al término de Alcalá fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) el 29 de junio de 1985. Actualmente, para acceder a el desde Alcalá hay que tomar la A-92 en dirección a Sevilla y desviarse a la altura del polígono La red y atravesarlo. Sin embargo, al llegar solo se aprecia un conjunto en ruinas y visiblemente abadonado.

Una antigua torre de defensa

En su día, además de ser un molino harinero, pudo ser una construcción que defendía a los vecinos durante ataques. Tanto es así, que los historiadores aseguran que el molino fue primero defensa de los árabes frente a los cristianos allá por el 1189. No obstante, tras la conquista de la fortaleza alcalareña en 1246 se convirtió en territorio cristiano. Hoy, varios siglos después, la administración pública, pese a su catalogación como monumento protegido, hace muchos años que nadie se acuerda de él.

En cuanto a su composición, cabe destacar que este conjunto está formado por tres edificaciones adosadas, la primera y central es la torre de planta rectangular, de tres pisos y con terraza superior.

La segunda edificación es de planta rectangular y alzado de dos pisos, por la que se accede al interior del inmueble. Finalmente, la tercera está situada al otro lado de la torre, también es de planta rectangular alargada y se corresponde con la nave de trabajo. Asimismo, también hay canalizaciones subterráneas, azuda y camino de acceso. El molino, por su parte, tiene dos entradas en aguas en el sótano del rodezno.

Los trozos de un Bien de Interés Cultural

Cuando un edificio o monumento es catalogado como BIC significa, entre otras cosas, que el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz de la Junta de Andalucía, un instrumento para la salvaguarda de este tipo de inmuebles, debe aplicar "políticas públicas para garantizar y asegurar la conservación y puesta en valor del patrimonio cultural e histórico". Es decir, protegerlo para que se conserve en buen estado.

A día de hoy, se desconoce el motivo de la dejadez de este molino ni tampoco cuáles son sus planes de futuro. Sin embargo, lo que sí se sabe es que construcciones similares a la de este molino, como el Molino de Algarrobo, el más popular de la zona y con unas características arquitectónicas similares, fue restaurado en 2020.

Una denuncia por su mal estado

La plataforma cívica Salvemos el Guadaíra llevó a cabo en 2014 un comunicado dirigido al Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra alertando del "vandalismo" y "abandono" que soporta el patrimonio en la ribera del río y principalmente el Molino de Cerrajas, considerado como "una de las riquezas que posee la cuenca del Guadaíra".

En él alertaban del "lamentable estado de conservación" en el que se encuentra todavía hoy este molino e insistían en que "sigue en el más completo abandono y deterioro".

Ante esta situación, la plataforma finalizaba el comunicado solicitando medidas por parte de las administraciones públicas. Reclamaban la labor de los técnicos municipales ya que era necesario inspeccionar el edificio del molino, realizar el correspondiente informe y en su caso se emprender las obras necesarias para eliminar la situación de dejadez. Aprovechando el comunicado hacia las autoridades, también reclaman que se empiece un programa de restauración de los molinos enclavados en el Monumento Natural de Riberas del Guadaíra que se encuentren en mal estado con el fin de evitar su desaparición.

A día de hoy, ya se han llevado a cabo acciones de restauración en diversos molinos de la zona, como es el caso del Molino Algarrobo. No obstante, la realidad es que este molino harinero ha quedado fuera de los planes de recuperación del patrimonio asociado al río Guadaíra.