Transporte

Huelga en Sevilla: bajo seguimiento en los autobuses de Tussam pese a las quejas de usuarios por largas esperas

Durante lo que queda de jueves y este viernes los autobuses aseguran unos servicios mínimos, del 50%, con afecciones en las frecuencias de paso de hasta media hora y una caravana que ha recorrido el centro de la ciudad

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Jorge Jiménez

Rafa Aranda

La huelga del transporte a nivel nacional ha vuelto a tener su recorrido en Sevilla, con mucho menos seguimiento que en octubre, pero con afecciones parecidas para los usuarios de los autobuses urbanos, interurbanos y transporte discrecional. Especialmente, en Tussam, donde desde primera hora de la mañana se han ofrecido unos servicios mínimos del 50%, aunque la participación no ha superado el 2%. La principal consecuencia, el aumento de la frecuencia de paso desde los 10 minutos hasta incluso la media hora.

Si bien algunas líneas sí están funcionando con normalidad, otras están provocando que muchos usuarios vean alterada su planificación para llegar al destino deseado. "Llevo un rato esperando, y en la aplicación pone que vienen dos pero dentro de media hora. Voy a esperar más por si acaso y si no me iré andando. Como hoy hay huelga serán pocos y estarán dando vueltas por toda la ciudad", comenta a este medio una usuaria, en la calle San Jacinto, mirando con desesperación porque no llegaba el 40.

En la estación de Plaza de Armas, donde se bajan muchos viajeros procedentes de la provincia y se suben otros a diferentes zonas de la ciudad, algunos afectados lamentaban la situación. "Llevo esperando más de lo normal, pasa cada media hora. Vengo de Bormujos y en vez de pasar mi autobús a las 10 pasó a las 10:30. Que cada uno haga lo que crea conveniente, a nosotros nos dificulta bastante", asegura otra usuaria.

Servicios mínimos durante la huelga de transportes, un viajero espera para subir a un autobús / Jorge Jiménez

Algunos, conocedores de la huelga, sí que han salido con previsión: "Si tardan más tengo que salir antes para llegar puntual a trabajar. He tenido que salir casi una hora antes". Otro viajero, sin embargo, se enteraba al ser preguntado por este periódico.

"Llevo esperando 10 o 15 minutos. Suelo coger esta línea habitualmente y está tardando más de lo normal. No sabía que había huelga de autobuses y es verdad que está tardando más de la cuenta. Andando no creo, pero seguramente pueda coger otro autobús que llegue hasta la Macarena", cuenta este usuario de Tussam, a la espera del C2.

Servicios mínimos en Tussam

Al igual que ocurriera en octubre, en los autobuses de Tussam se iba a hacer seguimiento de la huelga, dejando unos servicios mínimos para atender a sus usuarios. Pero muy pocos trabajadores han secundado el paro nacional convocado por los principales sindicatos el pasado 28 de octubre.

Tanto en la página web como en la app de TUSSAM se puede consultar en tiempo real el horario de paso por parada de los autobuses. Tussam aseguró que la frecuencia media de paso de los autobuses sería de entre 10 y 25 min en la mayor parte de las líneas.

Desde primera hora de la mañana, algunas líneas con más frecuencia de paso se han visto menos afectadas, pero en las que tienen menos frecuencia, se están notando más tiempos de espera. Los sindicatos lamentan que han salido "más autobuses de los que deberían". Por ejemplo, algunos ni llevan cartel de servicios mínimos.

Una caravana por la ronda histórica

Además de los servicios mínimos en Tussam, que se prolongarán también este viernes, CCOO y CGT - los sindicatos convocantes- han llevado a cabo una caravana de una docena de coches que ha arrancado aproximadamente a las 11:40 desde la calle José de Gálvez, junto a Isla Mágica.

El recorrido ha sido: Puente de La Barqueta, Plaza Duquesa Cayetana de Alba, calle Resolana, calle Muñoz León, Ronda de Capuchinos, calle María Auxiliadora, calle Recaredo, Avenida Menéndez Pelayo, Plaza Don Juan de Austrias, avenida del Cid, avenida de María Luisa, Glorieta de Los Marineros, Paseo de Las Delicias, Paseo de Cristóbal Colón y calle Arjona.

El final de la marcha ha sido en la calle Torneo a la altura del centro comercial Plaza de Armas y el Mercadona, frente al Hotel NH. Sevilla. Justo donde la otra vez se produjo la concentración en octubre.

"Vamos todos a los coches, vamos a empezar la marcha. Que haya una bandera en cada coche", aseguraba un manifestante justo antes de comenzar. Un coche de Policía Local encabezaba la caravana justo después ya se veían los primeros afectados: un autobús de la línea 2 y cuatro de Hispalis.

Menos seguimiento que en octubre

A diferencia del paro de octubre, en esta ocasión la huelga ha comenzado tocada. Principalmente, porque UGT y el Sindicato Libre de Transporte (SLT), han dejado sin efecto las suyas al haber logrado un acuerdo que incluye la implementación de coeficientes reductores para permitir la jubilación anticipada de los conductores, que se espera entre en vigor en 2025. Por ello, se cancelaron los paros previstos.

Francisco González, responsable del sector de carreteras de CCOO, ha informado que el seguimiento ha sido del 35% aproximadamente, aunque donde "CCOO es la mayoría del comité se ha parado al 100%, con servicios mínimos". "Y donde es mayoría UGT, sí han ido trabajadores. No creemos que sea división, pero han firmado algo con lo que no estamos de acuerdo. Sus razones tendrán para quitarse y pasar de jubilación ya a cuando diga el Gobierno", ha añadido.

Desde CCOO aseguran que no ha habido incidencias y que se mantiene la huelga "para presionar al máximo y firmar en las mismas condiciones" que los autobuses de mercancías, ambulancias y grúas. "Los motivos de la huelga son los mismos de la huelga anterior. Solicitar los coeficientes reductores para la jubilación anticipada de los conductores del sector de transporte público y privado de vehículos por carretera. La patronal ha desistido de firmar el acuerdo", explica González.

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La huelga volverá a repetirse, en caso de que no se llegue a acuerdo el 5 y 9 de diciembre, y será indefinida a partir del 23. Será entonces cuando los conductores de autobús vuelvan a amenazar con generar afecciones al tráfico coincidiendo con el próximo puente o con la llegada de la Navidad.

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