Sevilla

Las monjas jerónimas también quieren acoger turistas en el monasterio de Santa Paula

Las hermanas que residen en este convento del siglo XV han entregado ya toda la documentación a Urbanismo para poder instalar una hospedería en este inmueble del barrio de San Julián

El claustro del monasterio de Santa Paula.

El claustro del monasterio de Santa Paula. / José Luis Filpo Cabana (WIKIPEDIA)

Carlos Doncel

Carlos Doncel

En un convento del siglo XV plagado de obras de Martínez Montañés o Andrés de Ocampos, en mitad del silencio propio de estos espacios, podría oírse el traqueteo de la maleta de un turista. Al menos esa es la intención de las monjas de la orden jerónima, que plantean abrir una hospedería en el monasterio de Santa Paula, situado en el barrio de San Julián. Y junto a las mermeladas, cremas, dulces y gelatinas de siempre, por qué no, ofrecer también habitaciones.

Esta congregación ya solicitó en 2021 la licencia de obras para adecuar sus instalaciones. La Gerencia de Urbanismo le concedió unos meses más tarde el permiso, que contaba con el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico. "No obstante, durante la tramitación de la calificación ambiental que precisa ese tipo actividad se advirtieron una serie de insuficiencias en la documentación adjuntada", según consta en el expediente.

Urbanismo requirió esos informes que faltaban, aunque esta solicitud oficial no fue atendida por las hermanas, "lo que propició el archivo del expediente el 2 de diciembre de 2022". Ahora las religiosas han retomado la idea del hotel, y el pasado noviembre entregaron los papeles que les pidieron hace más de dos años. Por su parte, desde esta área municipal "han accedido a la reactivación y a la valoración pertinente de la documentación presentada", tal como aparece en el orden del día de la próxima Comisión Ejecutiva, que se celebrará este miércoles.

En caso de que se apruebe de forma definitiva, esta orden católica podría al fin ejecutar las reformas de acondicionamiento que quedaron pendientes. Eso sí, no sería el único convento de Sevilla preparado para acoger a visitantes.

Los ejemplos de San Clemente y Santa Rosalía

Antes de Santa Paula estaban San Clemente y Santa Rosalía. El primero de estos monasterios se explota a nivel hotelero desde hace muchos años: "Ofrecemos el servicio de hospedería monástica, lugar propicio para pasar unos días de oración y retiro. No encontrarás las atenciones y comodidades de un hotel, pero sí encontrarás un lugar de paz, de silencio, de encuentro consigo mismo, de presencia de Dios", reza en la página web de este convento ubicado en la calle Reposo.

San Clemente cuenta con seis habitaciones, una capilla, comedor y una iglesia "disponible a todo el que quiera celebrar y gozar de la Eucaristía y de las Horas Litúrgicas" junto a las hermanas de la congregación cisterciense de San Bernardo, que son quienes están al cargo del negocio. "Cada cuarto tiene cama sencilla, mesita de noche, escritorio, armario de ropa y baño con ducha", describen.

En Santa Rosalía el número de habitaciones llega hasta las 23, de las que solo cinco son simples. El precio por quedarse una noche en este inmueble religioso del siglo XVIII es de 40 euros por persona. Eso si no hay ninguna festividad, claro: "En puentes y fechas señaladas el coste sube un poco", aclaran las monjas capuchinas franciscanas, que gestionan este albergue desde hace más de una década.

Ahora las jerónimas quieren seguir estos ejemplos, y adaptar también una parte de su espacio sagrado para cualquier turista interesado. Tres años después de iniciar los trámites, un par desde que se guardó en un cajón, las religiosas del barrio de San Julián han vuelto a retomar aquella hospedería que parecía olvidada. Queda en manos de Urbanismo que el traqueteo de las maletas de viaje resuenen entre esculturas de Martínez Montañés.

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