Vox exige al PP eliminar ayudas a ONG que atiendan inmigrantes irregulares para aprobar el Presupuesto

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, quiere aprobar su Presupuesto de 2025 cuanto antes para no verse en la situación vivida este año. Pero no tiene muchos posibles socios. De hecho, realmente solo uno, Vox, pero le ha marcado una línea roja que el Partido Popular tendrá que decidir si cruza o no: "no puede contemplar ayudas o subvenciones a ONGs o cualquier otro colectivo que trabaje o favorezca la inmigración ilegal y el tráfico ilegal de personas". Según explican fuentes de Vox a El Correo de Andalucía, es una línea roja "total y absoluta" que mantendrán "hasta el final". De momento, aseguran no haber recibido respuesta.

Esta condición va en la línea de lo marcado a nivel nacional por la formación de Santiago Abascal a mediados de julio. Esta dio por rotos todos los pactos autonómicos con el PP a raíz del reparto de los inmigrantes menores de edad no acompañados en las diferentes comunidades autónomas, que el Partido Popular acabó respaldando en la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia donde se abordó la reforma de la Ley de Extranjería para la acogida de estos menores.

En la Plaza Nueva siguen dándole vueltas a qué dirección tomar, y Vox únicamente le marca dos salidas si no están dispuestos a eliminar esas ayudas: o pactan con el PSOE o se van a una nueva cuestión de confianza. "No tengo paciencia porque tengo prisa para que cambien muchas cosas de la ciudad. No me voy a pasar seis meses esperando o dialogando", ha asegurado Sanz este lunes en la presentación del mapping Navigalia. El Presupuesto se llevará a pleno "si no da tiempo en diciembre, en enero".

El primer edil popular ya tuvo bastantes problemas para sacar adelante su Presupuesto de 2024. De hecho, no fue hasta agosto cuando pudo tenerlo aprobado, por lo que solo ha podido sacarle rendimiento durante medio año. Antes tuvo que prorrogar las cuentas diseñadas por el PSOE y en pleno verano, al no llegar a ningún acuerdo con PSOE, Vox y Podemos -IU, se vio obligado a celebrar una cuestión de confianza fallida e inédita que automáticamente permitió la aprobación del Presupuesto al no presentarse en su contra una moción de censura.

Las negociaciones con PSOE y Podemos - IU son inexistentes, no se han producido. Ahí no hay vía posible. De hecho, Antonio Muñoz, portavoz socialista, ha afirmado este lunes que "sospecha" de que el Gobierno local tiene "encauzada con Vox" la aprobación de las cuentas de 2025. A lo que ha respondido José Luis Sanz que "se aclare. Si tengo un pacto con Vox es que estoy negociando con alguien". Quienes "no han tenido nunca intención de pactar nada con el PP han sido Muñoz y el PSOE, que están en otras cosas".

Retirar las ayudas a ONGs

Para que el grupo popular logre un acuerdo con Vox, ya sea con un voto favorable o una abstención, aseguran desde el grupo de extrema derecha a este medio que es una condición obligatoria para sentarse a negociar. El PP debe eliminar las subvenciones mencionadas y realizar "una notable reducción del gasto ideológico, superfluo o innecesario".

"Nuestro voto no puede usarse bajo ningún concepto para favorecer el tráfico ilegal de personas", continúan estas fuentes. Mientras que desde el grupo popular únicamente se transmite que están "abiertos al diálogo".

Una condición repetida a nivel nacional

La entendida por Vox como inmigración ilegal ya fue un detonante para que estallaran las relaciones a nivel nacional y autonómico. El compromiso del PP en julio de desbloquear un reparto de 347 menores llevó a Vox a emitir un comunicado acusando a Feijóo, líder popular, de acabar con los pactos regionales y obligar "a los presidentes regionales a votar sí al reparto”.

“Los presidentes autonómicos del PP han cumplido con las órdenes de Feijóo de forma unilateral, sin tener en cuenta a su socio de Gobierno e incluso faltando a su propia voluntad manifiesta y comprometida en las conversaciones internas mantenidas durante las últimas semanas”, aseguró Vox en la nota.

Este choque también ha tenido sus consecuencias a nivel municipal, a la espera de lo que pueda ocurrir en Sevilla. Hace apenas unos días, sucedió algo similar en Burgos. El PP incluía en su presupuesto para 2025 la recuperación de las ayudas para los convenios de las ONG de inmigración y Vox presentó una enmienda para que estos fondos no se dedicaran a "inmigración ilegal". La extrema derecha castigó a la alcaldesa, Cristina Ayala, votando contra los presupuestos y dejándola sin socio.

Los tiempos no coinciden

Los tiempos entre ambos grupos no concuerdan. El alcalde ha transmitido públicamente que quiere poder dar novedades pronto, pero desde Vox cuentan a El Correo de Andalucía que no tienen "prisa" ni noticias sobre si se acepta su línea roja para sentarse a negociar.

Lo que sí une a Vox y PP en Sevilla es un acercamiento en los últimos meses. Como ya informamos en El Correo de Andalucía a finales de julio, tanto PP como Vox admitían en público y en privado que las relaciones había mejorado notablemente con respecto al año pasado.

El alcalde se apoya en Vox para vender 16 suelos: el solar de Arrayán, por 5 millones y "con consenso vecinal"

De hecho, la semana pasada la abstención de Vox permitió al PP sacar adelante en el Consejo de Gobierno de la Gerencia de Urbanismo el Plan de Enajenaciones e Inversiones del Patrimonio Municipal del Suelo (PMS) 2024 - 2027, que incluía la polémica venta del solar de Arrayán condicionada al consenso vecinal. Es el último apoyo al Gobierno de Sanz, como ya hiciera anteriormente con la regulación de pisos turísticos o las ordenanzas fiscales.

Ahora en Sevilla, con todas las cartas sobre la mesa y boca arriba, le toca a José Luis Sanz decidir si da la mano a Vox y acepta esta condición o toma otra vía alternativa pero que ya conoce, una nueva cuestión de confianza.