Bienvenidos a la escuela del siglo XXI

Innovación. Con más voluntad que medios los colegios implantan metodologías para el aprendizaje activo

26 nov 2016 / 10:45 h - Actualizado: 26 nov 2016 / 07:00 h.
"Educación","Innovación","Educando para el futuro"
  • Alumnos del colegio Nuestra Señora de Andevalo trabajan en un proyecto sobre la paz. / El Correo
    Alumnos del colegio Nuestra Señora de Andevalo trabajan en un proyecto sobre la paz. / El Correo
  • En el colegio Joaquín Benjumea, de Espartinas, aprendiendo sobre periodismo. / El Correo
    En el colegio Joaquín Benjumea, de Espartinas, aprendiendo sobre periodismo. / El Correo

En el barrio sevillano de Nervión un profesor del colegio Nuestra Señora de Andévalo comienza su clase de Matemáticas poniendo en práctica con ejercicios lo aprendido sobre redondeo. La explicación no la ha ofrecido en en el aula, sino en YouTube y los alumnos la han recibido previamente en casa. Es lo que se conoce como ‘flipping classroom’ o clase invertida. En Espartinas, en el colegio de Primaria Joaquín Benjumea, un niño le explica a su compañera de ocho años cómo se resta con dos cifras. Trabajan en equipo y juntos resuelven. Es el aprendizaje cooperativo.

Son dos muy buenos ejemplos de lo que ya está ocurriendo cada día en muchas aulas: la innovación en la educación ya no es una opción sino una realidad, sin vuelta atrás. Bienvenidos a la escuela del siglo XXI.

Con referentes como César Bona, finalista del llamado ‘Nobel de los profesores’ y uno de los docentes con más seguidores de España, o Mar Romera, presidenta de la Asociación Pedagógica Francesco Tonucci, en España y otros reconocidos expertos pedagogos de fama internacional, los maestros intentan borrar el aburrimiento de sus clases y adaptarse a los cambiantes tiempos que vivimos en los que más que nunca mantener la atención de los alumnos se convierte todo un reto cuando ya la competencia no es solamente la televisión sino toda una multitud de dispositivos tecnológicos que no requieren ningún esfuerzo por su parte.

Pero si antes los esfuerzos eran a voluntad e iniciativa del maestro más curioso y atrevido, ahora esta revolución educativa la marca la propia ley. Con la LOMCE España se ajusta al marco de referencia europeo que más que aprendan contenidos «nos exige que los niños sean competentes», explica Enrique Jurado, jefe de estudios del colegio concertado Nuestra Señora de Andevalo, que junto al subdirector, Eugenio Mariscal, participó en el casting de ‘Poder Canijo’ un programa de TVE que selecciona a los docentes más innovadores del país.

De esta forma, continúa este profesor con 19 años de docencia «se producen estudiantes que saben para qué sirve lo que han aprendido». Si bien, a la hora de medir los resultados la ley, en su opinión, se queda a medias» y pese al cambio en los métodos, la forma de evaluar se mantiene prácticamente igual, con calificaciones parecidas a las que hemos conocido en las escuelas de siempre.Es en este punto donde Jurado localiza el rechazo que se detecta entre algunos padres y alumnos, «sobre todo aquellos que en el sistema tradicional obtienen las mejores notas». Para este profesor, los resultados, sin embargo, son visibles desde el primer momento: «El cambio de actitud es inmenso, se motivan mucho más e incluso se ayudan mucho entre ellos y se reducen los problemas de disciplina, pero lo nuevo en ocasiones da miedo».

Estos temores también se han puesto de manifiesto entre algunos padres del colegio público Joaquín Benjumea, de Espartinas. Desde el centro más antiguo de la localidad, en un edificio con muchos años de vida e historia, los maestros se esfuerzan a diario para que la falta de recursos no sea un problema a la hora de innovar en clase. Lo que sí es cierto y en eso coinciden tanto desde la pública como desde la concertada, que el eje fundamental de este proceso debe ser el docente, por lo que su formación y su continuo reciclaje se torna, más que nunca, fundamental. «Hay niños que pasan más tiempos con su maestro que con sus padres», recuerda Jurado, que recuerda la gran carga lectiva que tienen los docentes hoy día «lo que te deja muy poco tiempo para trabajar en otras cosas e investigar».

«No es una moda»

«No es una moda, esta nueva educación viene para quedarse», insiste Eugenio Mariscal. Ya no solo se trata de empezar el libro por la primera página y acumular conocimientos. Al que no le crea, un aviso para navegantes. En un estudio publicado recientemente en la revista Forbes, en un listado sobre las 10 habilidades que las empresas buscan en un recién graduado, el conocimiento se situaba en la séptima posición. Por delante, se valora el trabajo en equipo, las capacidades comunicativas, para tomar decisiones y resolver problemas, o para obtener y procesar información, entre otros.

Objetivos todos estos que coinciden entre muchos otros, con los que se incluyen en uno de las unidades didácticas integradas (UDI) que se trabajó el curso pasado en el colegio espartinero: el mercadillo. Buena parte de las asignaturas se trabajaron de forma transversal a través de una serie de actividades en las que por ejemplo, los niños en clase de Plástica elaboraron productos de forma artesanal, que luego aprendieron a poner a la venta. Para ello, aprendieron en Matemáticas a realizar presupuestos y calcular los costes de producción, mientras que, en Lengua se introdujeron en el mundo de la publicidad, con la redacción de anuncios y reclamos.

El resultado final de este proyecto educativo se hizo visible en el mercadillo que instalaron en la plaza de la localidad aljarafeña y del que participó prácticamente todo el alumnado del centro e incluso los vecinos, porque «los más artistas protagonizaron actuaciones musicales con los que atrajeron a los compradores», cuentan desde el AMPA Gloria Fuertes. «Para los niños fue todo un reto cumplido pero solo sus caras de felicidad y el grado de implicación y responsabilidad sobre el trabajo que adquirieron da fe de que estas técnicas educativas no solo funcionan sino que además, son una motivación muy importante en el proceso de aprendizaje», insisten desde la asociación.

Educación emocional

«Solo se aprende aquello que se ama». Las palabras del prestigioso neurólogo Francisco Mora, ponen de relevancia otro de los desafíos pendientes de la educación de los nuevos tiempos: la educación emocional.

Un alumno competente es un alumno educado emocionalmente. Si bien la normativa no es clara con estas técnicas, al igual que ocurre con las diferentes metodologías de innovación que se están implantando en las aulas, son los maestros los que se anticipan y se forman e informan, muchos ellos de manera autónoma, conscientes de que los pequeños que tienen hoy en sus manos son los ciudadanos del mañana.