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Estado actual en el que se encuentra la calle Relator, junto a la calle Feria. / Manuel Gómez
La calle Relator transformará por completo su actual fisonomía para convertirse en una vía más agradable y accesible para los peatones. Se trata de un proyecto que está ultimando el gobierno municipal y que seguirá los pasos de otras reurbanizaciones similares a las que se han llevado a cabo en estos últimos años en el viario de la zona norte del Casco Antiguo. Le toca ahora el turno a la calle Relator, que gracias a esta intervención dispondrá de plataforma única –con acerados y calzada al mismo rasante–, un hecho que permitirá completar un circuito de vías de mayor accesibilidad en todo el entorno que une el Arco de la Macarena con los alrededores de San Marcos.
El proyecto en cuestión se encuentra actualmente en su última fase de redacción. En concreto, son los técnicos de la propia Gerencia de Urbanismo quienes trabajan en la elaboración de un documento que debe incorporar a detalle todos los aspectos relativos a una intervención que, con toda probabilidad y dado los precedentes en actuaciones de similares características, también permitirá la renovación de las redes de saneamiento y abastecimiento.
Así lo confirmó hace unos días a este periódico el delegado del distrito Casco Antiguo y concejal de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, que sin embargo no quiso concretar los plazos exactos en los que se llevará a cabo esta reurbanización. «Hemos conseguido articular un eje peatonal desde la Macarena hasta la plaza de San Marcos, conjuntamente con las calles Socorro y Siete Dolores de Nuestra Señora, que aporta lo que necesitaba un eje histórico y comercial como es esta zona del Casco Antiguo. La idea es enlazar estos proyectos con la calle Relator, donde también incorporaremos la plataforma única», explicó. Una remodelación que se iniciará en esta vía y que continuará también en la plaza del Pumarejo donde, además de la instalación de los bancos de forja antiindigentes, se sustituirán los actuales contenedores, «para evitar que dejen la basura en el suelo de la calzada», se actuará sobre los alcorques y se realizarán algunos servicios más de mantenimiento y pintura.
Lo que por ahora no confirma el Ayuntamiento es el plazo exacto en el que se ejecutará esta obra de reurbanización de Relator, ya que dependerá en gran medida del consenso que se alcance con los vecinos afectados por estos trabajos. Desde el gobierno local se es consciente de que esta vía es la principal arteria de comunicación entre las calles Feria y San Luis, y que su cierre por obras durante varios meses provocaría una importante afección al tráfico en la zona. Es por eso que se quiere andar con pies de plomo y no ejecutar la obra hasta que no esté totalmente cerrado y acordado el plan de tráfico alternativo. De ahí que parezca improbable que los trabajos den comienzo este mismo verano.
No es la primera calle de la zona norte del Casco Antiguo que sufrirá una transformación de este tipo. Hace ya unos años, el anterior ejecutivo llevó a cabo una intervención similar en San Luis, renovando las redes, incorporando la plataforma única y eliminando plazas de aparcamiento. Una mejoras que se aplicaron recientemente a la plaza situada en la delantera de la Basílica de la Macarena y, el pasado verano, en la calle Amargura, que conecta Relator con el mercado y la plaza Calderón de la Barca.