«El fenómeno social que rodea al coronavirus es muy similar al del sida»

Manuel Reiriz, de la organización Adhara, nos atiende con motivo del Día Internacional del Sida

Julio Mármol julmarand /
01 dic 2020 / 04:13 h - Actualizado: 01 dic 2020 / 09:55 h.
  • Equipo de la organización Adhara
    Equipo de la organización Adhara

En la década de los ochenta, surgió un nuevo nombre para el miedo: sida. Desde entonces, el mundo ha sido azotado por una pandemia que no cesa, y que se ha cobrado ya 39 millones de muertos según la Organización Mundial de la Salud. Hoy, 37 millones de personas conviven con el VIH, y apenas la mitad tienen acceso a medicamentos que lo controlen.

La ONU, en su programa ONUSIDA, estableció como objetivo para 2020 el que un 90% de los infectados estuviesen diagnosticados; un 90% de los diagnosticados recibiesen tratamiento; y que un 90% de estos lograsen la supresión viral. La organización Adhara, en Sevilla, es una de las asociaciones que intentan hacer de este 90/90/90 una realidad. Adhara comenzó su andadura en 2004, tras desaparecer el Comité Antisida de la provincia. Fundada por seis mujeres, esta organización contaba únicamente con una furgoneta, con la cual se movían por toda la ciudad en busca de las personas que habían sido diagnosticadas de VIH por el Hospital Virgen de Rocío para prestarles apoyo emocional. Manuel Reiriz, educador en salud sexual de Adhara, nos atiende con motivo del Día Internacional del Sida.

-¿Cómo ha cambiado Adhara desde sus inicios?

-Muchísimo. Adhara, actualmente, tiene una cantidad enorme de programas dirigidos a todas las poblaciones clave a las que afecta la infección por VIH: tenemos programas de atención a las trabajadoras del sexo, a personas privadas de libertad en varias de las cárceles de Sevilla; tenemos un programa de ciber-educación para la población joven, el servicio de pruebas, el servicio de envío de pruebas a domicilio y el despacho médico. Contamos, además, gratuitamente, con dos tardes a la semana de atención para aquellas personas que tienen algún tipo de síntoma o algún problema más específico. Adhara ha crecido muchísimo. Es el segundo checkpoint de España después del de Barcelona.

-En caso de creer que se está contagiado de VIH, ¿adónde debe acudirse?

-Puedes hacerlo como quieras. Hay distintos sitios a los que acudir, al menos en Sevilla: a tu médico de cabecera, al centro de ITS de Sevilla o a una de las asociaciones que hacemos pruebas de VIH, pues además de nosotros hay otras. Aunque es cierto que en Adhara suele ser más rápido, ya que con tu médico debes esperar el resultado en torno a una semana y el centro de ITS está muy saturado. En Adhara, en uno o dos días tienes tu prueba y los resultados son casi instantáneos; tardan de diez a quince minutos. También puedes informarte, ya que muchas veces no tenemos muy claro si estamos ante una infección de VIH o no.

-Ahora que habla de la información, ¿En qué nos diferenciamos de esa España de los 80, en la que aparece, por primera vez, el Sida?

-En la España de los 80, la información se centraba mucho en el miedo; en ese miedo que realmente funciona pero no como debería, pues no lo hace de una forma sana. Tener miedo a mantener relaciones sexuales no es algo sano. Ahora hay muchísima información, pero la realidad es que la sociedad está muy desinformada. No tenemos información sobre la PrEP, sobre la imposibilidad de transmitirse el VIH en personas que están en tratamiento; poca gente conoce la profilaxis posexposición, etc.

-¿La PrEP?

-Sí. Hay tres herramientas para luchar contra el VIH, y cada uno de nosotros debería poder elegir la que quiere utilizar: Una es el preservativo, que lo conocemos todos y que, desde el eslogan de “Póntelo, pónselo”, sabemos que es una herramienta muy eficaz, pero aquellas personas que no lo utilicen tienen otras herramientas. La segunda es la PrEP, la profilaxis preexposición, que quienes estén en peligro de infectarse por VIH. Es una medicación que llegó a España en noviembre, pero no todos tenemos acceso a ella. Y la tercera es la profilaxis posexposición, a modo de emergencia: si estoy en una situación de riesgo, tengo hasta 72 horas para tomarla y así evitaría infectarme de VIH.

-¿En qué se basa el acceso o no a la PrEP?

-Básicamente, en los criterios que tenga la gerencia de cada hospital público español. Por ejemplo, el de Valme empezó la semana pasada a utilizarla, mientras que el Virgen de Rocío y el Macarena lo tenían implantado, por lo que, hasta la semana pasada, una persona de Valme no tenía acceso a una medicación que sí disfrutaba un paciente del Virgen de Rocío. España fue de los últimos países en implantar esta medida que ya es muy común en casi toda Europa.

-En Sevilla, se ha diagnosticado a un 85% de las personas que padecen VIH. ¿Es una de las cifras más altas a las que puede llegarse a aspirar, o el 100% es asequible?

- Considero que se puede aspirar al 100%. En el resto de parámetros estamos bastante bien, y fallamos en ese. Y esto se debe, en gran parte, al estigma de la infección. Hay gente que decide no hacerse la prueba por miedo a que le dé positivo, cuando es algo que para el resto de patologías no nos planteamos. El VIH provoca ese miedo a que te señalen y a un sinnúmero de problemas sociales. Por lo tanto, puede aspirarse al 100%, pero hay que estar concienciados de que todo aquel que tenga sexo sin preservativo está en riesgo de infectarse por VIH.

-Esa estigmatización es algo, por lo tanto, que tenemos que paliar, pero ¿se ha notado una mejoría respecto a cómo percibimos al que sufre de VIH respecto a épocas pasadas?

-Depende de la información que tenga la persona. Otro de los elementos que muy pocos conocen es que alguien que sufre de VIH pero está en tratamiento no puede trasmitir la infección, aunque tenga sexo sin preservativo. No tienen capacidad para transmitirlo. La gente que conoce esta información tiene mucho menos miedo, y otras tienen mucho miedo por desconocer las vías de transmisión. Hemos mejorado, sin duda, pero aún nos queda mucho por mejorar, ya que el VIH es, hoy día, una enfermedad social más que una médica siempre que se coja a tiempo.

-¿Cree que, en este sentido, el coronavirus ha heredado las secuelas sociales del VIH: el señalamiento al contagiado, el negacionismo, etc.?

-Es exactamente igual. Todos conocemos a alguien que ha tenido COVID y que, en ocasiones, te expresa la sensación de sentirse rechazado por parte de la sociedad. Automáticamente juzgamos que esa persona se ha ido de fiesta o no ha cumplido las medidas, y se genera un malestar. Hay muchos ejemplos: tengo compañeros que han publicado que se han sentido rechazados en su comunidad, el famoso hilo de Twitter de la chica que era rechazada por sus compañeras de piso, etc. Cuando no estamos informados, nos da miedo todo porque todo lo vemos como una amenaza. Y muchas veces, el miedo se basa en la desinformación. Es muy similar. El negacionismo, el señalamiento... Siempre pasan las mismas cosas.

-¿Cuál es la calidad de vida de un paciente con VIH?

-Si el diagnóstico es precoz, la calidad de vida es la misma que la de una persona sin VIH. El problema es si el diagnóstico es tardío y no nos hemos hecho ninguna prueba porque puede entrarse en la fase del sida, que compromete nuestra salud, a veces con un desenlace fatal.

-¿Cómo ha funcionado Adhara durante el confinamiento?

-Al principio, tuvimos que cerrar durante el primer mes y medio. Después, reabrimos, debido a que se estaban haciendo muy pocas pruebas de VIH en Sevilla. Hemos tenido que adaptarnos, pasando a formato online toda nuestra formación en institutos, creando el servicio de envío gratuito de auto-tests, de forma que cualquier andaluz que quiera hacerse una prueba, y no pueda moverse o no quiera, puede pedir gratuitamente una para que se la enviemos a casa. Hemos hecho muchos cambios. Incluso nuestra exposición Guerreras, que siempre celebramos por estas fechas, será este año online. Guerreras se realiza en colaboración con la Escuela de Arte de Sevilla y gracias a varios artistas comprometidos con el VIH. Para verla, basta entrar en nuestra página web.

-¿Qué le diría a una persona que cree que puede estar contagiada de VIH?

-Que en el VIH, un diagnóstico precoz es infinitamente mejor que uno tardío. Que el VIH no provoca síntomas, pero tarde o temprano acabará dando la cara, con lo que esperar es debilitar nuestro sistema inmunológico, y esto puede provocarnos un problema serio. Animaría, en conclusión, a todas las personas que tengan miedo por una posible infección por VIH a que se informen y se chequeen. Y a toda la población. La OMS dice que toda la población debería chequearse, mínimo, una vez en la vida.