«El mayor problema de los polígonos industriales es que no tienen censo electoral»

Desde 1995 forma parte de la entidad que aglutina a los polígonos industriales históricos de Sevilla. Insiste en que la pirámide de prioridades es «limpieza, baches y seguridad, por este orden»

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
29 jun 2017 / 09:19 h - Actualizado: 29 jun 2017 / 13:22 h.
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  • El empresario Antonio López Balbuena posa en una de las calles del polígono El Pino de la capital. / Manuel Gómez
    El empresario Antonio López Balbuena posa en una de las calles del polígono El Pino de la capital. / Manuel Gómez

¿Cómo ha afectado la crisis a los parques empresariales?

—En tanto en cuanto que en cinco años, de 2010 a 2014, no hemos contado con presupuestos municipales. Sí se han hecho obras pero estaban programadas con anterioridad o eran remanentes. Vimos bien que se saliera a cazar fondos europeos pero no cazaron ni conejo ni oso. Las relaciones con el anterior gobierno local fueron buenas pero con el recorte, no se hizo nada. Tampoco gestiones para dar un valor añadido a los polígonos. Fue una asignatura pendiente de ese gobierno.

—¿Y con el actual gobierno?

—Ya con posibilidades de mayor actuación presupuestaria, en 2016 se presupuestaron 1,8 millón pero en la práctica sólo se ejecutó 1,2, y en 2017 han sido 1,5 millones, de los cuáles aún no se ha iniciado su ejecución.

—¿Qué novedades hay de las entidades urbanísticas de conservación acordada para los polígonos?

—Este año está prevista la puesta en marcha de la de Calonge y El Pino para canalizar los servicios diferenciales que tenemos. Sería parecido a una comunidad de propietarios participada y tutelada por el Ayuntamiento para que si alguien no paga, éste ejecute por vía legislativa.

—¿Por qué son necesarias?

—Porque durante 50 años el Ayuntamiento no ha hecho nada en los polígonos. En 1996 Rodríguez de la Borbolla llegó a decir de El Pino que teníamos baches como para cazar elefantes.

—¿Todo son ventajas?

—La única crítica es que si pagamos nuestro IBI y todos los impuestos y nuestras calles forman parte del entramado de la ciudad, como ocurre en El Pino, Carretera Amarilla o Calonge, hay quien pueda pensar que por qué nos vamos a hacer también cargo del mantenimiento de farolas o acerado, a excepción de estado de ruina que ahí sí que tiene que intervenir el Ayuntamiento.

—¿Cuál sería la fórmula para solventar esta cuestión?

—Estaría en que nos hagan bonificaciones al pago del impuesto del IBI. Espadas habló en la oposición de un 25% de bonificaciones del IBI, el PP y Ciudadanos están de acuerdo e IU ha pedido un 50%. Esto llevará un proceso de negociaciones. Los propietarios lógicamente tendrán reservas enormes pero las entidades garantizarían que no nos volvamos a llevar 30 años para que nos arreglen los baches.

—¿A qué cree que se ha debe la histórica falta de interés por los polígonos?

—En parte creo que por desconocimiento. Existe un informe que señala que el 53% de PIB que se aporta en España, algo que se puede trasladar a Andalucía y Sevilla, procede de empresas mercantiles que tienen su sede central en los polígonos industriales. Fíjense que el turismo representa un 12% y todos estamos convencidos de la importancia que tiene. Nuestro mayor problema es que no tenemos censo electoral. Nos sentimos parte de la ciudad y queremos seguir siéndolo, pero no podemos estar pagando impuestos y no beneficiarnos de los servicios públicos.

—Uno de los caballos de batalla de los polígonos es la limpieza, ¿qué plantea?

—Aspiramos a que la recogida de residuos mediante el camión de la basura sea gestión nuestra pero lógicamente sin tener que pagar la tasa. El 90% de lo que echamos son residuos industriales (cartón, plástico, palés...), por los que según Lipasam somos susceptibles de ser multados. Estamos en la ilegalidad permanente. Queremos que nos den libertad para contratar a Lipasam o seguir el de los 30 polígonos de Alcalá de Guadaíra. Tampoco nos barren de oficio o con regularidad sino a impulsos de quejas.

—¿Controlados los robos a naves de hace unos años?

—Sí, lo que ahora reclamamos unidades específicas de Policía en polígonos industriales para acabar con el descuidero (pequeños robos en coche o de la tapa de la alcantarilla) y los efectos de la prostitución, botellona o salas de fiestas no siempre reglada: suciedad, grafitis, broncas y peleas a las puertas de nuestras naves. también las bandas de música a veces ensayan fuera y generan situaciones de tensión. Queremos que se nos apliquen las mismas normas que en el resto de la ciudad.

—No ayuda mucho el aislamiento físico de estos espacios empresariales...

—Es imposible venir sin vehículo privado. La señalización es confusa y las nuevas limitaciones de tonelaje nos están asfixiando. ¿Cómo llegan los vehículos de carga si no pueden pasar por las vías habituales porque han creado una barriada cerca? Hay un anillo de cercanías que vendrían bien. Hemos propuesto un apeadero en Calonge/Store... pero claro nadie discute nuestros problemas pero no se dotan económicamente. Se anteponen las promesas electorales en los barrios. Poner un arriate en los barrios tiene más repercusión que cualquier actuación aquí.

—Todos los indicadores hablan de recuperación económica, ¿se está notando también en los polígonos?

—Se está sintiendo levemente aunque no tenemos datos oficiales. Sí sabemos que hay gente que se está buscando naves. Hace unos días leíamos que Los Pajaritos está entre los barrios más pobres de España. ¿Por qué las escuelas taller para jóvenes de familias desfavorecidas no se montan dentro de los polígonos para integrarlos en el ámbito empresarial cercano, donde podrían encontrar trabajo? Ya que en muchos casos las únicas expectativas es ir a los polígono para coger palés para hacer botellonas o coger algo al descuido.