En julio se cumplen 60 años de las apariciones marianas en Garabandal

La Virgen del Carmen se les apareció por primera vez a cuatro niñas cántabras en el verano de 1961

En julio se cumplen 60 años de las apariciones marianas en Garabandal

En julio se cumplen 60 años de las apariciones marianas en Garabandal / Rosa Cárcela

Rosa Cárcela

En este mes de julio se cumplen 60 años de la primera aparición de la Virgen María en San Sebastián de Garabandal, una aldea situada en la montañas cantábricas. Fue en la tarde del domingo, 2 de julio de 1961, cuando cuatro niñas vieron por primera vez a Nuestra Señora del Monte Carmelo con un vestido blanco, un manto azul, una corona de pequeñas estrellas y un escapulario en la mano derecha. El 18 de octubre del mismo año la Virgen anunciaba el primer mensaje, alertando de un castigo muy grande si no se hacían muchos sacrificios y mucha penitencia y la necesidad de visitar al Santísimo frecuentemente, puesto que ya se estaba llenando la copa por las malas acciones. Posteriormente se produjeron nuevas apariciones marianas hasta el año 1965. Estos fenómenos -en los cuales las muchachas entraban en éxtasis durante sus visiones y levitaban-, tuvieron una gran repercusión no sólo en España, sino también en Europa y sobre todo en Estados Unidos. Desde entonces se ha convertido en un centro de peregrinación católica, un lugar especial, espiritual y de oración donde se respira paz. El carácter sobrenatural de las apariciones no ha sido todavía reconocido ni condenado por la Iglesia Católica. De hecho, en la parroquia de esta localidad se imparte misa diariamente, cantando por la Virgen de Garabandal al finalizar la celebración eucarística.

San Sebastián de Garabandal es el núcleo más elevado del municipio de Rionansa (697 m.), situado en la cuenca del Vendal, afluente del Nansa, con unos bellísimos paisajes y una naturaleza deslumbrante. El pueblecito es conocido por los sucesos extraordinarios que tuvieron lugar entre los años 1961 a 1965, en los que se apareció la Virgen María. Este hecho revolucionó la aldea, la comarca, España y varias partes del extranjero. Se calcula una presencia como media anual de casi tres mil peregrinos al año de diferentes partes del mundo.

Conchita González, Mari Loli Mazón, Jacinta González, las tres de 12 años, y Mari Cruz González, de 11, eran unas niñas humildes que vivían en esta sencilla localidad cántabra. El 18 de junio de 1961, cuando iban paseando por un camino de piedras conocido como «la calleja», se les presentó el arcángel San Miguel y en los siguientes días lo vieron de nuevo para anunciarles que la Virgen Santísima se aparecería el 2 de julio bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen. En su diario Conchita describe que en una luz brillante vio un ángel con grandes alas y túnica.

El acontecimiento corrió como la pólvora por toda la zona y una gran muchedumbre se aglomeraba el día anunciado en el camino a la espera de la visión. Sobre las 6 de la tarde las niñas caminaban hacia arriba por la calleja cuando repentinamente cayeron de rodillas sobre las piedras, con sus ojos mirando hacia el cielo. Dicen que vieron una luz reluciente donde estaba una bellísima mujer, con un niño en sus brazos; a cada lado de la Virgen había dos ángeles, uno de los cuales identificaron con San Miguel. A la altura de la cabeza de la Señora estaba un gran ojo que las muchachas llamaron el Ojo de Dios.

El 4 de julio de 1961 las cuatro niñas vieron otra vez a la Virgen y les dijo que habían sido seleccionadas para anunciar públicamente, el 18 de octubre del mismo año, un mensaje importante para toda la humanidad. Durante más de tres meses de fenómenos espectaculares, conversiones de fe y asistencia masiva de gentes a Garabandal, se reunieron en la aldea el día 18 unas 16.000 personas. El mensaje que leyeron las videntes en la zona de los Pinos fue el siguiente: «Hay que hacer muchos sacrificios y mucha penitencia y tenemos que visitar al Santísimo, pero antes hay que ser muy buenos, y si no lo hacemos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa y si no cambiamos vendrá un castigo».

Los eventos sobrenaturales continuaron después del anuncio del mensaje, mediante los éxtasis en los que entraban las niñas durante sus visiones, experimentando tres llamadas interiores. La primera era un leve sentimiento de felicidad. La segunda era algo más fuerte. En la tercera se entusiasmaban mucho y eran muy felices. Entonces ocurrían las apariciones marianas, que sólo eran percibidas por las niñas, pero no por el pueblo que las seguía, ni siquiera por parte de las autoridades religiosas que estaban tan sorprendidas que no acababan de creerse estos hechos extraordinarios.

No obstante, la Sagrada Eucaristía fue objeto de gran importancia en Garabandal. Desde el comienzo de las apariciones las muchachas podían ver las hostias que recibían del propio San Miguel Arcángel -quien tradicionalmente en la Iglesia Católica es el denominado Guardián de la Eucaristía-, pero el público no. Al comienzo recibían las cuatro juntas la comunión arrodilladas, en el camino de los Pinos, pero más tarde lo harían individualmente en otros lugares, como en el atrio de la iglesia parroquial.

El sacerdocio fue también transcendental, ya que durante las visiones la Virgen les transmitió a las niñas que los sacerdotes eran los que con más empeño deseaba que estuvieran allí. De hecho, se produjo otro prodigio muy destacado y es que el padre Luis María Andreu, quien hizo tres visitas a Garabandal en 1961, no creyó en principio nada de lo ocurrido. Pero el 8 de agosto de 1961 celebró por la mañana la que sería su última misa en la iglesia de la aldea; por la tarde el sacerdote estaba con la multitud de gente que seguía a las niñas por el camino hacia el bosque de pinos, donde cayeron de nuevo en éxtasis. Estaba arrodillado cerca de ellas, mirándolas intensamente cuando gritó cuatro veces «¡Milagro!». De regreso a su casa comentó a los amigos que la Virgen le había hecho un gran regalo, que teníamos mucha suerte de tener una madre como ella en el Cielo y que había sido el día más feliz de su vida. Al momento murió; la Virgen les dijo a las niñas que el sacerdote la había visto y que el padre Luis había fallecido de felicidad.

Mari Loli, Conchita, Jacinta y Mari Cruz rezaban el Rosario y ofrecían sus crucifijos para ser venerados por el gentío que las seguía. Hay numerosos testimonios orales y gráficos en los que las niñas aparecen en éxtasis y elevadas por encima de sus rodillas. También de personas que iban a verlas por curiosidad, pero no creían en las supuestas apariciones y que posteriormente encaminaron sus vidas hacia la fe y el bien hacia los demás.

El 18 de junio de 1965 la Virgen dio al mundo el último mensaje en Garabandal, por intercesión del arcángel San Miguel. Subiendo por la calleja se accede a una capilla, donde se puede leer el texto divino en una inscripción enmarcada sobre piedras: «Como no se ha cumplido y no se ha hecho conocer al mundo mi mensaje del 18 de octubre, os diré que este es el último. Antes la copa se estaba llenando, ahora está rebosando. Los cardenales, obispos y sacerdotes van muchos por el camino de la perdición y con ellos llevan muchas más almas. A la Eucaristía cada vez se le da menos importancia. Debemos evitar la ira de Dios sobre nosotros, con nuestros esfuerzos. Si le pedís perdón con vuestras almas sinceras, Él os perdonará. Yo vuestra madre, por intercesión del arcángel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis. Ya estáis en los últimos avisos. Os quiero mucho y no quiero vuestra condenación. Pedidnos sinceramente y nosotros os lo daremos. Debéis sacrificaros más. Pensad en la Pasión de Jesús».

Según consta en una cartela informativa, dicha capilla está dedicada al arcángel San Miguel por mandato de la Virgen María: «Se acabó de construir el 10 de diciembre de 1996. Colaboraron los vecinos Lino y Manuel Díez González. El trabajo lo efectuó Francisco Rubio Saldaña gratuitamente. Los materiales y la estancia fueron pagados con las aportaciones de los creyentes en las apariciones de la Virgen en este lugar».

En cuanto al contenido de los dos mensajes mencionados, se centra en la llamada a la penitencia, la fe, la vida eucarística y la conversión del corazón. También las niñas tuvieron revelaciones relacionadas con el futuro: un aviso a la humanidad para enmendar su conducta y retornar a Dios; un gran milagro ocurrirá en Garabandal, un signo permanecerá por todo el tiempo en este lugar y en otros sitios en donde María se ha aparecido; y un terrible castigo durante el cual muchas personas morirán si hombres y mujeres no cambian.

El escritor leonés José Luna Borge, afincado en Sevilla hace más de 30 años, fue una de las personas que en los años 70 visitó Garabandal y comenta a El Correo de Andalucía que es «un lugar donde hay una energía especial y transmite una gran paz interior. Se nota que en este sitio pasó algo sobrenatural. Cuando visité con unos amigos Garabandal era un camino de piedras, parecía un pueblecito medieval. La Virgen se aparece en estos lugares escondidos y escoge a niños puros, como ocurrió en Fátima, porque quiere estar cerca de la gente humilde».

Es cierto que en San Sebastián de Garabandal se conserva la huella dejada por la presencia de la Virgen en las casi 3.000 apariciones públicas acaecidas entre 1961 y 1965. Luna Borge recomienda la lectura del libro Se fue con prisas a la montaña: Los hechos de Garabandal, del padre Eusebio García de Pesquera, una de las obras de referencia para conocer en profundidad lo que ocurrió en esta pequeña aldea de Cantabria. «Garabandal lo conoce poca gente y son relativamente recientes las apariciones. Fue un fenómeno muy interesante, pero la Iglesia no tomó cartas en el asunto, aunque sigue despertando el interés de la gente. El fervor popular va por un lugar distinto al del clero. Con el tiempo considero que la Santa Sede le dará el respaldo que merece. Sin embargo, en Estados Unidos de América tuvo mucha proyección y credibilidad, donde existen agrupaciones y además tres de las niñas se fueron a vivir ya adultas a este país», aclara José Luna.

En efecto, Mari Loli -ya fallecida-, Conchita y Jacinta se casaron y marcharon para EE.UU. y tuvieron descendencia. Por su parte, Mari Cruz se casó en 1971, es madre de cuatro hijos y reside en la ciudad asturiana de Avilés. También existen centros de devotos y se publica la revista Garabandal Journal, dedicada a la difusión de los hechos y las noticias de Garabandal, fundada en Minnesota por Barry Hanrattyy. El Centro St. Michael's Garabandal es una organización sin fines de lucro creada en 1964 para difundir los mensajes marianos y establecida en la costa oeste estadounidense.

Al igual que en la apariciones de Fátima (Portugal), Nuestra Señora vino a Garabandal para advertirnos de un castigo si el necesario cambio de vida no ocurre, aunque en este caso vendrá directamente de Dios y afectará a toda la humanidad.

En cuanto a la posición de la Iglesia Católica en relación con estas apariciones, hay que apuntar que no han sido aprobadas ni desaprobadas, encontrándose en una categoría intermedia de acuerdo con la Ley Canónica. Desde 1961, 7 obispos y un arzobispo han estado a cargo de la diócesis de Santander, de la cual forma parte Garabandal. En 1987 la Iglesia levantó la prohibición de que los sacerdotes fueran a la aldea, permitiéndoles celebrar misa en la iglesia de la aldea. El dictamen oficial de la Iglesia es “no consta la sobrenaturalidad” de las supuestas apariciones; el “no consta” deja la puerta abierta a diferentes interpretaciones, que no dejan de ser eso, interpretaciones.

En 2011, con motivo de las celebraciones del 50º aniversario de la primera aparición de San Miguel el 18 de junio de 1961 y la primera de la Virgen el 2 de julio de ese mismo año, la diócesis demostró una nueva actitud, celebrando dos eucaristías al aire libre en el pórtico de la iglesia de la aldea y con los feligreses llenando la plaza. Anteriormente los sacerdotes visitantes que tenían autorización de impartir misa en San Sebastián de Garabandal no tenían permiso de hablar sobre las supuestas apariciones desde el altar. Esta restricción fue levantada el 18 de julio de 2011, cuando el padre José Rolando Cabeza Fuentes leyó desde el altar ambos mensajes formales de Garabandal.

En la actualidad la Parroquia de San Sebastián de Garabandal celebra todos los días misa a las 10 horas de la mañana, excepto los domingos a las 13 h. También lleva a cabo actos litúrgicos especiales, como son la lectura diaria del Santo Rosario, a las 19 horas, y la Adoración al Santísimo, los jueves de 10:30 a 12:30, con bendición solemne. En su página web el párroco José Rolando escribe que no olvidemos los dos mensajes de la Virgen a las niñas y al mundo y que lo más importante es ir a la Eucaristía, «Garabandal es un grito a la Conversión». En la misa celebrada por el sacerdote Rolando el pasado 13 de julio -en la que estuvo presente la autora de este reportaje-, dijo en su homilía que «al ir por los bosques y las callejas no busquemos espectáculos, sino signos de fe a través de la Virgen. Lo importante es que la Virgen se apareció y los signos, los milagros, son los que hace María a través de Dios. La Virgen se asomó a la ventaba de la humanidad, saturada del pecado y hay que llevarla por el buen redil. La Conversión es el camino. Hay un descontrol, una mezcla en Garabandal que nos deja seducir por falsos videntes o profetas. El único profeta es Cristo y la única vidente es María. La misa es donde se realiza el gran signo de la fe».

Los peregrinos, todos los domingos de mes, suben en peregrinación a rezar. También acuden muchos grupos de oración del Padre Pío. En Garabandal se encuentra un Centro de Información y Atención al Peregrino, la Asociación de Peregrinaciones Virgen del Carmen, una tienda de recuerdos y la librería cristiana Lux Mundi. Asimismo, hay una página web muy completa, de la Fundación Hogar de la Madre, que describe los hechos a partir del año 1961.

Grandes santos como el Padre Pío, Teresa de Calcuta o Maravillas de Jesús han testificado a favor de Garabandal. En concreto, San Pío de Pietrelcina llegó a entrevistarse con una de las niñas, Conchita, además grupos de oración del santo peregrinan anualmente a la aldea cántabra y tiene varias placas e imágenes devocionales. En el libro Las apariciones no son un mito, de Sánchez-Ventura y Pascual, se hace constar que un grupo de españoles visitaron en Italia al santo y le preguntaron si los eventos de Garabandal eran verdaderos. Dijeron que el fraile capuchino respondió: «¿Todavía están preguntando acerca de esto?. ¿Cuánto tiempo esperan que siga apareciéndose la Virgen allá?. Se ha estado apareciendo durante 8 meses ya». Un mes antes del fallecimiento del Padre Pío, acontecido el 23 de septiembre de 1968, fue a visitarlo el historiador e investigador francés Joachim Bouflet y el sacerdote le dijo que se «consagrara a la Virgen del Carmelo, quien se apareció en Garabandal».

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