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Varios operadores estadounidenses prestan atención a las explicaciones de la guía sobre una pieza de la exposición ‘Misericordiae Vultus’ en la Catedral. / Reportaje gráfico: José Luis Montero
Una de las herramientas más valiosas en un congreso de esta índole es, qué duda cabe, las visitas guiadas, en las que los agentes reciben información de primera mano y sobre el terreno de algunos de los atractivos del destino en cuestión. En la agenda de este evento se han programado varias: a la Sevilla monumental, a la Plaza de España y el Parque de María Luisa, a la Sevilla de Carmen y, en la jornada de clausura del domingo, a Carmona, Osuna y Jerez.
Un par de grupos de agentes turísticos estadounidenses debutaron con el paquete monumental, que incluía la Catedral y el barrio de Santa Cruz. Susana Pérez, de la empresa All Sevilla Guided Tours, les ha acompañado desde el Palacio de Congresos y en el autobús hasta el Teatro de La Maestranza les ha ido resumiendo la historia de la ciudad y las andanzas de Adriano o Trajano.
Ya en la Seo, les da toda suerte de explicaciones sobre la historia de la Catedral, sobre su retablo o su coro, los restos de Cristóbal Colón, los Reyes Católicos y hasta Cervantes. «Esto es una maravilla, beautiful», claman los agentes turísticos, «impresionados» por todo lo que remite a antigüedad, que les impresiona al tratarse de un país sin historia previa al siglo XVIII. «Me han preguntado mucho por los judíos y los musulmanes, por cómo era la convivencia», explica la guía, que también deja constancia de otras inquietudes de los americanos, tales como «los precios de las casas y los sueldos»; quizás alguno ya se imaginaba en Sevilla para su retiro, pues no eran precisamente tiernos mancebos estos agentes. «La tecnología de toda la construcción es extraordinaria», apunta la veterana Lois Howes.
La más joven del grupo es Katrina Kestler, que a sus 26 años trabaja para la agencia Travel Leaders en Apple Valley (Minnesota), y que se maneja perfectamente en español ya que vivió un tiempo en Santander y Toledo, estudiando y enseñando inglés. «Siempre me han gustado las vidrieras porque no tenemos nada así en EEUU», señala como lo que más le ha llamado la atención de la Catedral. «Hay tanta historia y tanta tradición aquí...», suspira esta joven, impresionada por «la decoración tan llena de detalles». El grupo sube después a la Giralda: «Las vistas son impresionantes». El paseo yanqui se completa por las estrechas callejuelas de Santa Cruz, donde se repiten las caras pasmadas.