La segunda mano para plantar cara a la crisis

El mercado de venta y compra de productos de segunda mano ha dejado de ser un refugio de nostálgicos y amantes de las antigüedades para convertirse en todo un modelo de negocio que solo en España mueve más de 2.300 millones de euros al año. Un sector aún en auge, sobre todo si lo comparamos con las cifras de las transacciones de otros países de la Unión Europea, y que como advierten los propios empresarios tiene por delante un amplio margen de crecimiento.

Todos coinciden en que la clave de este importante aumento de la facturación reside en el impulso de la venta de objetos usados a través de internet. Para comprobar esta teoría basta con hacer un repaso a los datos recogidos por el portal Vibbo, antes denominado Segundamano.es. En ellos se asegura que, desde el pasado año 2008, este negocio de venta online se ha duplicado y que, además, la cantidad de productos ofertados ha llegado a multiplicarse por cuatro frente a las cifras de la última década.

En este sentido, se insiste en que el principal factor que ha contribuido a este crecimiento no es otro que la crisis económica, aunque no es el único. Existe también una generación que está mucho más acostumbrada a usar internet para comprar y vender objetos y que de algún modo quiere seguir las tendencias internacionales. Aquí, las nuevas tecnologías y el uso de móvil también han facilitado que sea mucho más fácil y más rápido comprar y vender a través de aplicaciones como Vibbo.

El origen de este crecimiento puede fijarse sobre 2014, cuando se generalizó la compraventa de estos productos de segunda mano. Sin embargo, y por centrar los datos en lo ocurrido en Andalucía, no fue hasta 2015 cuando los registros se dispararon considerablemente. Entonces, las ventas crecieron en algo más de un 40 por ciento frente al mismo periodo del año anterior, incluso por encima de la media nacional que se situaba en una mejora cercana al 30 por ciento. Las provincias de Granada (14,2), Sevilla (14) y Málaga (13,9) fueron, por este orden, en las que se localizaron un mayor número de usuarios activos.

Pero frente a aquellos que hablan de un sector en crecimiento están los datos que sobre el negocio de la venta de objetos usados en 2016 ha hecho públicos el Observatorio Cetelem de Consumo en España. En ellos se advierte que el 32 por ciento de los españoles ha comprado algún producto de segunda mano en los últimos 12 meses. Un porcentaje que podría tener la consideración de elevado pero que sin embargo es más bajo que el obtenido en 2015, cuando el porcentaje de adquisiciones de segunda mano fue de un 37 por ciento, cinco puntos más. Un descenso que atribuyen, principalmente, al impacto del principio de la reactivación económica del país. Se prefiere lo nuevo a lo usado.

Los datos andaluces

Según la información facilitada por los responsables de la plataforma Vibbo, en las ocho provincias de Andalucía existen a día de hoy más de 407.000 anuncios de segunda mano. Además, se trata de una de las comunidades autónomas en la que se cierran un mayor de número de compraventas entre todos los usuarios, que en su conjunto superan los cinco millones de euros cada mes.

Más allá de estos datos generales, la estadística muestra que los artículos usados más vendidos durante el pasado año 2016 en la provincial de Sevilla fueron los aparatos electrónicos, los objetos para el hogar y el material relacionado con el ocio y los deportes. En concreto, los objetos con los que más transacciones se han realizado en 2016 en Sevilla han sido los smartphones, los muebles, la ropa y los complementos, las bicicletas y las videoconsolas y videojuegos.

Un hecho que viene a consolidar la tendencia de crecimiento de los últimos años, ya que en el periodo entre el 2013 y el 2016 el número de usuarios que publican anuncios de segunda mano en la provincia de Sevilla han aumentado un 41 por ciento.

Un ahorro de más de 700.000 toneladas de emisiones al año

La compraventa de objetos de segunda mano no solo supone un ahorro importante para los bolsillos si no que también tiene importantes efectos positivos sobre el medio ambiente. Según el informe Second Hand Effect, que recoge los resultados de calcular las consecuencias en cinco marketplaces de Schibsted en Europa, las emisiones de CO² en España se redujeron en 2016 en más de 700.000 toneladas gracias a este mercado de productos usados. Entre todas las categorías que se incluyen en el documento, la denominada como Vehículos es la que más gases ahorró, con 0,6 millones de toneladas.

Este reducción en la emisión de dióxido de carbono equivale a eliminar todo el tráfico que soporta una ciudad como Madrid durante casi tres meses o a la producción de casi 3 millones de sofás. En cuanto al ahorro que genera en otras categorías, destacan las 65.000 toneladas en el sector del Hogar o las 60.000 en el de la Electrónica. Le siguen categorías como Niños y Bebés (13.072) y Ocio y Deportes (13.702).

Internet es el medio más usado para los intercambios

En España, el mercado de la compra y venta de productos de segunda mano se ha duplicado desde el año 2008. En algo menos de una década han sido miles de personas las que han descubierto esta opción como oportunidad para conseguir lo que buscaban a un precio mucho más asequible. Uno de los portales referencia en cuanto a la venta de objetos usados a través de internet, Vibbo –antes conocido como Segundamano.com– señala en su último balance que se han vendido objetos entre particulares por valor de 930 millones de euros, lo que constituye un crecimiento del 56 por ciento en poco más de un año.

Otros portales como Ebay, Amazón y aplicaciones móviles como Wallapop han venido a consolidar este mercado en los últimos años, con millones de usuarios que hacen uso de sus servicios cada año. Esto ha obligado que algunas empresas como Cash Converters, cuyo negocio estaba basado tradicionalmente en el intercambio de objetos en sus tiendas, se haya visto obligado a adaptar también su modelo a internet.

Pocas garantías al consumidor en la compra en mercadillos

El origen de este negocio se sitúa en el intercambio de antigüedades y objetos de coleccionistas. Si bien es cierto que la crisis económica ha disparado el consumo de la segunda mano, los mercadillos se siguen manteniendo con el reducto de lo que antaño fueron estos intercambios.

Aunque puede ser considerada una actividad romántica, por el encanto que pueda tener la compra a pie de calle de este tipo de objetos, desde asociaciones de consumidores como Facua se alerta de la falta de garantías que tiene este intercambio de productos de segunda mano de forma directa entre los ciudadanos. Al respecto indican que si en la transacción no está implicada ninguna empresa no puede aplicarse la legislación de Protección de las Personas Consumidoras y Usuarias ni la Ley de Garantías de Consumo. Asimismo, señalan que es la normativa del Código Civil la que dispone que el comprador dispondrá de seis meses para reclamar ante los tribunales cualquier defecto del objeto.

Tecnología, moda y hogar, los productos más vendidos

Y cuando los consumidores se adentran en el mundo de los productos de segunda manos, ¿qué es lo que van buscando? Aquí los datos son muy claros y varían poco o casi nada con el paso del tiempo. La tecnología, la moda y los objetos del hogar son, con gran diferencia, los más buscados por los españoles a la hora de acceder a este mercado. Unos gustos que, si descendemos al caso concreto de Andalucía, varían en cuanto a algunos aspectos. No en el primer puesto del ranking, donde siguen estando los teléfonos móviles. Tras ellos se sitúan los muebles, las bicicletas, la ropa y complementos y, por último, los coches.

Aunque las cifras de consumo en España siguen estando algo lejos de las de otros países europeos, el Observatorio de Consumo de Cetelem, que mide este aspecto entre muchos otros relacionados con los consumidores, también se suma a la teoría de que las preferencias de los ciudadanos están relacionadas con la tecnología, el producto más demandado. También destacan la compra y venta de segunda mano de libros, discos y videojuegos.

El regifting: la moda de vender aquello que te han regalado

Si estas navidades le han hecho un regalo que no es de su agrado tiene la opción de deshacerse de él a través del regifting, una moda que consiste en vender en el mercado de la segunda mano aquellos obsequios no deseados. Se trata de una tendencia al alza en nuestro país ya que, según la estadística ofrecida por la plataforma Vibbo, el 34 por ciento de los encuestados afirma haberlo hecho alguna vez a través de internet y el 90 por ciento muestra su predisposición a hacerlo si les llega un regalo que no se ajuste a sus gustos.

El mismo estudio añade que una de cada tres personas recibe en Navidad un regalo que no quiere quedarse, fundamentalmente porque no lo utilizarán o porque no lo necesitan. Los ciudadanos entre 18 y 35 años son los más afectados por este asunto, también los que más practican el regifting. Una práctica que genera 144 euros de ingreso de media por cada persona que la lleva a cabo. La ropa, los complementos y los objetos de decoración son, por este orden, los regalos más fallidos.

Una segunda oportunidad para los trajes de novia

Tradicionalmente los trajes de novia siempre han tenido un solo uso... hasta ahora. Porque estos vestidos tan especiales han acabado por adaptarse a los nuevos tiempos y ya hay quien incluso los pone a la venta una vez usados para que vuelvan a ser los protagonistas de otra boda. Solo en la primavera del pasado 2016, la cifra de trajes de novia puestos a la venta a través de los portales web de segunda mano fue un 45 por ciento mayor que en el año anterior.

Es notorio, por tanto, el interés que existe actualmente por esta prenda, cuyas búsquedas a través de internet se han incrementado en un 50 por ciento durante el pasado año. En ello ha tenido mucho que ver el precio por el que pueden adquirirse estos vestidos, que van desde los 30 euros en el caso de los más baratos hasta incluso los 3.000 euros por los que ha llegado a venderse alguno. La media del coste de estos trajes está en los 450 euros. Dicen los expertos que la mejor fecha para adquirirlos es primavera y otoño, las épocas preferidas para casarse.

La vivienda de segunda mano, sostén del sector inmobiliario

Dicen la mayoría de las estadísticas que el sector inmobiliario se está recuperando en los últimos meses. No es precisamente por el aumento de la venta de viviendas de nueva construcción si no por los datos que está ofreciendo el mercado de pisos de segunda mano, que solo en Sevilla se sitúa en los niveles de hace ocho años. Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) aseguran que durante el mes de agosto del pasado año cambiaron de dueño un total de 1.009 viviendas, un seis por ciento más que el mes anterior y un 10,4 por ciento por encima de agosto de hace un año.

Si en 2015 cambiaron de manos 904 inmuebles usados en el mes de agosto, en 2014 fueron 627. Por tanto, en 2016 se vendieron 382 pisos más en la provincia de Sevilla que hace dos años, situando el incremento en el 37,8 por ciento. Y si vemos los datos de hace cuatro años, el crecimiento de la compraventa se sitúa en un 57,48 por ciento, ya que en agosto de 2012 cambiaron de dueño 429 residencias.

Un 13,6% más de vehículos de ocasión en Andalucía

El mercado de compra y venta de coches usados continua en auge. Los datos referentes al pasado año confirman un importante aumento de la cifra de venta de vehículos de ocasión en todas las comunidades autónomas españolas, situándose el número total de turismos en 1.941.073 unidades, un 12,3 por ciento más respecto al ejercicio anterior. Así lo confirman los datos publicados por el Instituto de Estudios de Automoción (IEA) para la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto).

Estos datos arrojan una ratio de ventas de vehículo usado frente a nuevo de 1,7 a 1, idéntica a la del año anterior, debido a la clara mejoría en el mercado de vehículos nuevos, que cerraron 2016 con un incremento del 11 por ciento. En cuanto al crecimiento por regiones, Andalucía ocupa el tercer puesto dentro del ranking nacional, con un aumento del 13,6 por ciento con respecto al 2015. Un porcentaje que solo superan en Castilla-La Mancha (20,2 por ciento) y Madrid (14 por ciento).