Feria de Abril 2022

Las casetas familiares, un sello genuino de la Feria de Sevilla

Pepe Gil, Juan Domínguez y Pedro Madinabeitia (PJP) fundan hace 68 años la caseta ubicada desde 1973 en Gitanillo de Triana 123

05 may 2022 / 04:40 h - Actualizado: 04 may 2022 / 16:42 h.
"Feria de Abril 2022"
  • Las casetas familiares, un sello genuino de la Feria de Sevilla

La caseta Gitanillo de Triana 123 es uno de los ejemplos más destacados de tradición, buen gusto y ambiente familiar que se puede encontrar en la Real de Sevilla. Sus tres socios fundadores, Pepe Gil, Juan Domínguez y Pedro Madinabeitia (PJP), iniciales de la caseta, la pusieron en marcha hace 68 años en el Prado de San Sebastián, hasta que en 1973 el recinto ferial se trasladó a Los Remedios. Los hijos de PJP han mantenido el buen funcionamiento de esta caseta particular, decorada con estilo, con sus cortinas, visillos, sillas de enea y, sobre todo, donde el buen baile por las sevillanas de ayer y hoy nunca faltan, al compás del tambor, los palillos, la pandereta, la sonaja, la caña y el almirez de bronce.

Las casetas familiares, un sello genuino de la Feria de Sevilla

Durante más de una semana se dan cita los amigos de siempre, de toda la vida, en la caseta Gitanillo de Triana 123. Está compuesta por 25 socios que siguen manteniendo la tradición familiar, aunque han entrado nuevos integrantes. Así nos lo explica Rosa Sisamón, una de las socias más destacadas de la caseta e hija del que fue socio número 4, el empresario del sector industrial Rafael Sisamón Fernández. «Mi padre falleció y desde 2005 soy socia. Seguimos manteniendo el número de 25 socios, ya que nunca se ha querido ampliar. Desde hace unos 10 años se empezó a incluir una figura llamada 'simpatizantes', que pueden ser hasta tres; pagan una cuota y tienen derecho a ser socios cuando se dé de baja alguno de los antiguos. Han entrado como socios dos simpatizantes que fueron previamente propuestos. Tienen que ser personas conocidas por nosotros y, por supuesto, que sean buena gente».

Las personas mayores suelen acudir a la caseta de día y los hijos de noche, pero siempre perdura el toque familiar. «Lo genuino de la Feria de Sevilla son las casetas familiares, donde todos nos conocemos y entran los amigos y conocidos que nosotros queremos», indica José Manuel Suárez, esposo de Rosa Sisamón.

Un matrimonio de Montequinto, invitado a la caseta, quiere destacar que existe el tópico de que no se quiere dejar entrar a gente de fuera, «pero no es cierto. Ese mito de que en las casetas de Sevilla no se puede acceder es totalmente mentira. Las casetas particulares son como tu casa y en tu casa entra quien tú quieres, tu familia, tus amigos...».

Las casetas familiares, un sello genuino de la Feria de Sevilla

La secretaria de Gitanillo de Triana 123, Reyes Domínguez, es la hija de uno de los tres fundadores, Juan Domínguez, que fue director del Banco Vizcaya de Sevilla en la calle Sierpes. «Lo importante es que a la Feria hay que venir con ambiente, eso es fundamental. Tener grupos de amigos y de la familia que siempre te acogen», señala. Explica que esta caseta se crea en sus inicios en el Prado de San Sebastián, en la última calle que daba a la Plaza de España y tenía un árbol en medio. La iniciativa parte de trabajadores de banca y gente relacionada con este sector. Nuestra caseta se distingue por su familiaridad. La mayoría de los socios tenemos 60 ó más años y casi todos tenemos nietos. Somos una familia y nos suenan las caras de los socios y de sus hijos. Cuando entran gente en la caseta decimos: 'mira viene por éste o viene por aquél'«.

Rosa Sisamón nos cuenta que la caseta la fundan en 1954 Pepe, Juan y Pedro, de la Asociación Bancaia, del Banco Vizcaya de la calle Sierpes. «El cuarto socio fue mi padre, Rafael. La idea era crear una caseta familiar y de amigos. Otros socios originarios son el dueño de la Floristería Montero, en la calle Sagasta, y José Luis Valdés, de los Cafés Valdés de toda la vida. Es de las casetas familiares más antiguas de Sevilla que ha perdurado, pasando de familia en familia, hijos, tíos, primos... . Antes, cuando yo era niña, la caseta la montaban las familias, las madres se venían a adornar y los niños jugábamos en el albero. En la actualidad, los socios decoramos la caseta y disponemos de montadores profesionales».

En Gitanillo de Triana 123 sobresale la decoración tradicional, con sus visillos y cortinas, las telas cosidas a mano, las abaniqueras, los cuadros y las lámparas (donados por los socios), las mesas y sillas de enea, los farolillos... .

Las casetas familiares, un sello genuino de la Feria de Sevilla

En cuanto a la música, se mantiene la tradición de las sevillanas, «y jaleamos mucho a los que bailan; sin olvidar el acompañamiento con la pandereta, la sonaja, el tambor, los palillos y un instrumento tradicional como es el almirez de bronce», comenta Rosa Sisamón, consumada bailaora de sevillanas y experta en tocar las castañuelas.

Las flores también ocupan un lugar importante en la caseta, una tradición ferial. Sobre todo si tenemos en cuenta que Pepe Montero, hijo de socio fundador, es el dueño del puesto de flores de la céntrica calle de Sagasta. «Llevo de socio de esta caseta desde que mi padre se dio de baja hace 20 años. Somos todos familia y amigos y el ambiente que se respira es familiar. Nos conocemos desde chicos: los Domínguez, los Montero, los Fernández, los Sisamón, los Madinabeitia... . Yo soy feriante de toda la vida, con 14 años ya venía a la Feria».

La presidenta de la caseta es María Dolores Domínguez y el tesorero actual es Pedro Madinabeitia, ambos hijos de socios fundadores.

No nos podemos despedir de la caseta Gitanillo de Triana 123 sin degustar el pescaíto frito, sus ricas chacinas (jamón ibérico y caña de lomo de bellota, queso y lomo al jerez) y fritos (langostino bacón, croquetas caseras, choco frito, adobo sevillano, lagrimitas de pollo, boquerones empanados, gambas rebozadas, mini flamenquines, tortilla de camarones, chanquete con pimientos asados o buñuelos de bacalao), además de revueltos y el 'Guiso del día', que puede ser chocos con papas, solomillo castellana, garbanzos con langostinos o carne con tomate, elaborado por un cocinero de forma casera.