Los vecinos piden recuperar la Venta de los Gatos como centro cultural

Apremian a la Junta de Andalucía a catalogar el inmueble como BIC para blindar su uso como aprobó por unanimidad el pleno municipal hace más de un año

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
03 sep 2018 / 18:50 h - Actualizado: 03 sep 2018 / 20:44 h.
"Cultura","Barrios","Distrito Macarena"
  • Estado de abandono que presenta el inmueble de la antigua Venta de los Gatos, localizado en la avenida de Sánchez Pizjuán. / El Correo
    Estado de abandono que presenta el inmueble de la antigua Venta de los Gatos, localizado en la avenida de Sánchez Pizjuán. / El Correo
  • Inauguración de la placa en 1928.
    Inauguración de la placa en 1928.

Poco o nada queda de aquel alegre ventorrillo, parada obligada de los que recorrían los caminos de entrada a Sevilla en el siglo XIX. En los periódicos locales de 1818 ya se cita como «hito histórico» al recoger el avance de las tropas francesas, aunque no fue hasta décadas después –en 1862– cuando Gustavo Adolfo Bécquer la catapultó a la fama al inspirar su famosa leyenda de La Venta de los Gatos. De aquellos años dorados, de posada y mesa, apenas se conserva el espíritu romántico y cultural de lo que fue. La pintura ha borrado de la fachada la placa de 1928 que recuerda la huella literaria del poeta sevillano, mientras que una manta de grafitis enmascara su añeja fisonomía, hoy «más cercana a una chabola» entre cuidadas barriadas del distrito Macarena. Solo dos desdibujados carteles de Se vende llaman la atención. Sus vecinos más próximos lamentan que más de 30 años de «desdén administrativo» han «condenado a la ruina» una finca que otrora adquirió el artista Antonio Illanes, autor del monumento a Bécquer que se levanta justo al lado, en la rotonda de entrada de Las Golondrinas. Esta barriada, la de Gustavo Adolfo Bécquer y la de Divina Pastora, a la que se ha unido la asociación Con los Bécquer en Sevilla –que a su vez cuenta con el respaldo de una veintena de entidades–, lanzan un SOS y exigen rescatar del olvido la Venta de los Gatos. Quieren que se proteja con una catalogación BIC (Bien de Interés Cultural ) y sea un centro cultural y social, donde entidades vecinales de la zona convivan con actividades y espacios dedicados al gran poeta sevillano. También a su hermano, «otro gran artista, que despuntó en el dibujo pero que no se conoce tanto».

Recuerdan que en el pleno municipal de febrero de 2017 se aprobó por unanimidad de todos los grupos políticos la moción presentada por Participa Sevilla para que este espacio de la avenida Sánchez Pizjuán sea declarado Bien de Interés Cultural. La petición se elevó entonces a la Junta de Andalucía que tiene la competencia en este asunto.

Sin embargo, tanto los representantes vecinales de la zona como la asociación Con los Bécquer en Sevilla critican que pasa el tiempo y no termina de llegar un compromiso de Cultura para proteger esta antigua venta. «Hemos tenido ya tres reuniones y nada. Lo último que nos han dicho es que es muy complicado», explica Pilar Alcalá, secretaria de la entidad cultural, que defiende que «el único fin posible» para la Venta de los Gatos «es servir como museo de Bécquer o como centro cívico o cultural de las barriadas».

Hay que recordar que el edificio pertenece a un propietario privado que desde hace tiempo lo tiene puesto en venta. Alcalá, en este sentido, alerta de que «a día de hoy el precio de venta ha bajado mucho, porque de unos 600.000 euros, ahora pide 180.000 euros». Igualmente las barriadas colindantes entienden que la catalogación del inmueble sería «un instrumento de protección» para evitar que terminen siendo «un bazar o una peluquería». Sus más de 3.000 vecinos han mostrado su preocupación por «el desdén de las administraciones, ya sea local o autonómica, en los últimos 30 años». Están convencidos de que solo hace falta «voluntad política» y «un bajo coste», ya que se ofrecen incluso a asumir el mantenimiento toda vez que se restaure y se abra como centro cívico o local de reunión de entidades y espacio-biblioteca de los hermanos Bécquer», expone la asociación Glorieta Olímpica, que recuerda el escrito presentado en el distrito en 2011 en el que ya reclamaba «la expropiación o compra, si procede, por parte del Ayuntamiento».