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El portavoz municipal de Ciudadanos, Javier Millán, durante el desayuno informativo celebrado este miércoles. / El Correo
Faltan apenas dos años para que se celebren las próximas elecciones municipales y Javier Millán ha puesto las «luces largas» para pelear la Alcaldía de Sevilla en 2019. No se sabe si empujado por aquello de que quien da primero da dos veces, el líder local de Ciudadanos aceleró este miércoles la precampaña en el Ayuntamiento con la presentación de «los cinco pilares» con los que pretende convertirse en «la alternativa real para transformar la ciudad». Tan claro lo tiene que incluso se permitió el órdago de certificar –«estoy convencido», señaló– que su formación «estará en el gobierno» en el próximo mandato. Pero cómo lograrlo sigue siendo, a estas alturas, la incógnita.
Porque Millán recurrió de nuevo al tópico de no ser «ni PP ni PSOE» para destacar su «virtud» de alcanzar acuerdos con cualquiera de los dos partidos. «Somos el centro», volvió a repetir, y eso siempre es un incógnita para el electorado, sobretodo si como en su caso prefiere no posicionar ideológicamente el caladero en el que nacen sus votos. Por lo que puestos a elucubrar lo que ocurrirá a dos años vista, fijó los factores que determinarán el éxito de un supuesto pacto. Ahí, Ciudadanos asegura que solo apoyaría «a la fuerza más votada», lo que también supeditaría al «para qué» sea ese acuerdo.
En este escenario de política ficción, el líder de la formación naranja no ocultó su «ilusión» por ser alcalde de Sevilla, aunque confesó que eso «hay que merecerlo» y que será su partido quien finalmente determine, a través de un proceso de primarias, quién será el candidato en los comicios de 2019. Por si acaso, Millán quiso presentar sus credenciales recordando que durante estos dos años en la «oposición responsable» se ha «fogueado» como político. «Queremos hacer cosas porque Sevilla lo que necesita es un gobierno fresco».
Para cumplir con su objetivo, Ciudadanos se ha marcado un plan de trabajo que se sostiene en cinco temáticas. La primera, la innovación. En este sentido, abogan por «potenciar la capitalidad, ganar la población y liderar el área metropolitana». Además, consideran necesario «diversificar la economía más allá del turismo», la apuesta por «el empleo» o la creación de un «Ayuntamiento sherpa» que facilite «la inversión y el imprendimiento». Junto a ello, su clara defensa por la bajada de impuestos que, a corto plazo, debe traducirse en «una reducción del 3 por ciento en el IBI para 2018».
Millán habló también de la importancia de la «sostenibilidad» en este proyecto. Así, «incrementar en un 10 por ciento las zonas verdes y desterrar las plazas duras» serán dos de sus principales apuestas. Para ello, considera fundamental una mejora de la gestión de los Parques y Jardines, «donde actualmente lo que existe es incapacidad, inaptitud e incompetencia», una apuesta por «la concienciación ciudadana», que se respalde el «servicio público del taxi» y «se mejore la conexión en autobús entre barrios». Por última, piden que se generen «alternativas al vehículo propio en lugar de prohibir», como «la línea BTR de Sevilla Este».
La igualdad de oportunidades es otro de sus planteamientos, especialmente en lo que se refiere «a una vivienda digna y a la lucha contra la exclusión social». En el ámbito cultural, Millán aboga por que sea «una herramienta eficaz de promoción de la ciudad» y puso como ejemplo el caso de Málaga, «que cuenta con un plan director y sabe a lo que juega». Por último, y en materia de seguridad, destacó su respaldo «a la policía de barrio» y criticó la actual gestión de los accesos al Alcázar. «Celebramos que se esté tomando ahora unas medidas que llevamos meses reclamando», dijo.
La hoja de ruta pasa por consensuar este documento marco con entidades ciudadanas para luego «ponerlo al servicio» de una urbe que «no se transforma desde la época de Manuel del Valle o Soledad Becerril». Hasta entonces, su objetivo a corto plazo pasa por «seguir siendo útiles» en una oposición donde se han sentido «muy solos». Un mensaje dirigido al PP y a su nuevo portavoz, a los que quiso dar «la bienvenida» y culpó de un «excesivo postureo» en el planteamiento de sus políticas. Ahí, en esa particular batalla de guante blanco, parece estar la clave de una precampaña que, como casi todo en esta ciudad, ha acabado por precipitarse.
El apoyo al presupuesto
Más allá de lo que ocurrirá a largo plazo, Javier Millán planteó cuál será la postura de Ciudadanos de cara a un posible acuerdo para apoyar las ordenanzas fiscales y los presupuestos locales del próximo año. La primera piedra de toque será conocer el grado de ejecución del pacto que firmaron con el gobierno para las cuentas de 2017. Para ello, mantendrán una reunión con el equipo de Espadas el próximo 15 de septiembre en la que se realizará «una foto fija» de la situación actual.
Pero desde Ciudadanos tienen claro que nunca dieron «un cheque en blanco» al alcalde y que por eso le plantearán las que serán sus nuevas condiciones para volver a prestar su apoyo a la gestión municipal. «Nuestro interés primario es que Sevilla tenga un presupuesto», dijo Millán. Pero para que el voto de sus concejales sea positivo deberán cumplirse cuatro propuestas que consideró como «las líneas rojas» de la negociación. Lo que pretende la formación naranja es que el proyecto de presupuestos recoja una bajada del 3 por ciento del IBI en 2018, lo que supondría «un ahorro de 11 millones de euros para los sevillanos».
Desde Ciudadanos se exige también el inicio de la ejecución de la línea BTR a Sevilla Este, «no el proyecto que pondrá en marcha este septiembre», que se ejecuten mejoras e inversiones en los barrios y parques de Sevilla y que se ponga en marcha una línea de incentivos y ayudas a familias con pocos recuerdos. Millán fue tajante al afirmar que «si estas medidas no están en marcha ni siquiera nos sentaremos a negociar con el gobierno». ~