Lo urgente y lo importante

La Junta explica que, atajadas las necesidades más acuciantes con un plan de choque, trabaja con criterios técnicos en la climatización eficiente de todos los centros

30 sep 2017 / 07:03 h - Actualizado: 29 sep 2017 / 22:09 h.
"Educación","Test a la climatización"
  • Protesta del colectivo de Ampas Escuela de Calor el pasado junio en el Parlamento de Andalucía. / Manuel Gómez
    Protesta del colectivo de Ampas Escuela de Calor el pasado junio en el Parlamento de Andalucía. / Manuel Gómez
  • Sonia Gaya y Susana Díaz, en el Parlamento de Andalucía. / El Correo
    Sonia Gaya y Susana Díaz, en el Parlamento de Andalucía. / El Correo

El conflicto de la climatización en los centros escolares se mantiene en la actualidad del ámbito educativo sevillano y andaluz incluso durante el comienzo de curso. Con lo que eso significa. Porque ni siquiera los habituales problemas de cada nuevo año escolar han descabalgado de la actualidad una cuestión que ha marcado tanto el arranque como consejera de Educación de Sonia Gaya, como el último periodo de su antecesora, Adelaida de la Calle. Rozando ya el mes de octubre, la Junta insiste en que, además de haber culminado un «plan de choque» que solventa las necesidades más urgentes, trabaja a medio y largo plazo y con criterios de sostenibilidad y eficiencia energética.

Informa la Junta de que «el Plan de Choque de Climatización puesto en marcha este verano no ha pretendido ser un plan global, sino un plan de medidas urgentes ante la situación excepcional de altas temperaturas que se produjo a finales de curso». El plan, que ha contado con un presupuesto de más de 2,5 millones de euros, ha supuesto la culminación de las 51 actuaciones «inicialmente previstas en los centros escolares para este verano. Además de éstas, con posterioridad se han programado otras seis intervenciones que actualmente están en distinto grado de ejecución, hasta un total de 57».

Insiste Educación en que el plan se ha realizado a partir de estrictos criterios técnicos, y huye así de las críticas de precipitación que recibió. «Se ha realizado una valoración técnica y rigurosa y para seleccionar los centros y determinar las actuaciones a llevar a cabo en cada uno de ellos», aclara, e insiste igualmente en que «este plan de choque nunca ha pretendido ser una respuesta global a las necesidades de los centros educativos de cara afrontar el cambio climático que ha venido para quedarse».

Los criterios técnicos

Ante las continuas muestras de desaprobación del colectivo de las ampas ante las actuaciones de la Junta, Educación opta por acudir a la justificación técnica para explicar sus medidas. «Se trata de un asunto en el que es importante tener claros los conceptos y los matices técnicos, puesto que si no se hace así, es más que probable que se genere confusión y mezcla de aspectos que no son lo mismo», apunta. Acude además al contexto de las directivas europeas sobre eficiencia energética de los edificios y a «la realidad constructiva de los últimos años».

Explica que, «en las últimas décadas, la construcción ha evolucionado hacia una mayor tecnificación de los edificios» con una tendencia a la homogenización en el diseño independiente de las condiciones climáticas de su zona de implantación. Esto, valora Educación, ha supuesto «un gran incremento del consumo de energía para garantizar las condiciones de confort en los edificios, con la consiguiente dependencia de los recursos energéticos y los problemas relacionados con las excesivas emisiones de CO2 al medio ambiente, causantes del cambio climático». La consecuencia, que «más del 40 por ciento del uso global de la energía es debida al funcionamiento de los edificios, y de este consumo, el 60 por ciento corresponde a los sistemas de HVAC (calefacción, ventilación y aire acondicionado)».

De forma que la Unión Europea, «para contrarrestar esta situación y promover la lucha contra el cambio climático», ha marcado objetivos para 2020 y 2050. La Directiva Europea 2010/31/UE, relativa a la eficiencia energética de los edificios, introduce el concepto de «edificio de consumo de energía casi nulo», exige que todos los nuevos edificios que se construyan a partir de 2020 cumplan este requisito, y adelanta esta fecha a final del 2018 para los nuevos edificios de las Administraciones Públicas. ¿Cuál es, en opinión de la Junta, el camino para alcanzar esa meta? «La limitación de la demanda de energía, junto con la utilización de energías renovables y el uso de soluciones pasivas para garantizar las condiciones de confort, son la vía para lograr estos objetivos en las nuevas construcciones de centros escolares».

Explicado el contexto, Educación amplía la información sobre sus manera de actuar, más allá de su afirmación de que ha atajado «lo urgente e inaplazable» con el plan de choque del verano.

En el medio y largo plazo, la administración plantea medidas «que caminan hacia la sostenibilidad y eficiencia energética de los centros educativos», como el Programa Específico de Climatización Sostenible y Rehabilitación Energética, «en el que trabaja desde hace tiempo», o el Protocolo de Colaboración con la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio para la eficiencia energética de los edificios adscritos a la Consejería de Educación».

Con el objetivo de proporcionar una climatización adecuada a los centros, la Junta explica que «aprovechamos los planes de inversión en infraestructuras educativas para actuar en materia de climatización. De hecho, desde 2015 se incluyen requerimientos en materia de eficiencia energética en los pliegos de prescripciones técnicas de licitaciones de la Agencia Pública Andaluza de Educación». Además, trabaja en un proyecto piloto de instalaciones de ventilación natural y en la elaboración de una Guía de recomendaciones para acometer la rehabilitación energética de edificios educativos.

Todas estas actuaciones se enmarcan en el Programa de Climatización Sostenible y Rehabilitación Energética, a través del cual se trabaja a medio y largo plazo. En el marco de este programa se desarrollará un diagnóstico previo de la situación en más de 4.500 centros escolares públicos andaluces, con alrededor de 6.000 edificios. En función del diagnóstico, se realizará la evaluación técnica y planificación de actuaciones específicas para las necesidades de cada edificio docente, siempre según Educación.

Dentro de la colaboración con otras entidades destaca la establecida con la Agencia Andaluza de la Energía, a través de la que «se va a disponer de un inventario con información completa y rigurosa de la situación energética de nuestros centros, para después poder programar las mejores medidas para cada caso».

La Junta recuerda que en la climatización se incluye también la calefacción, y que en esta materia son «más de 300 las actuaciones realizadas en los últimos siete años», incluidas la instalación o mejora de sistemas de calefacción en los centros públicos. «Un total de 153 han sido obras específicas de creación o mejora de sistemas de calefacción, con un presupuesto cercano a los nueve millones de euros», informa Educación, que aporta el siguiente balance de su actuación: «En materia de climatización de los centros educativos de Andalucía, desde la Consejería de Educación se trabaja en resolver lo inmediato, pero también hay una estrategia trazada de cara al futuro para mejorar las condiciones climáticas de los centros educativos de Andalucía».

Los colegios son de titularidad municipal

Recuerda la Junta que los Colegios de Educación Infantil y Primaria (CEIP) que son de titularidad municipal, por lo que pueden beneficiarse de los incentivos de la línea Construcción Sostenible, del Programa para el desarrollo energético sostenible de Andalucía, también gestionado por la Agencia Andaluza de la Energía, y «al que los ayuntamientos pueden solicitar ayudas para realizar mejoras energéticas en los centros educativos de sus municipios, como mejoras en su aislamiento térmico, renovación de instalaciones de climatización, o instalación de climatización basada en el uso de energías renovables, entre otras medidas dirigidas a mejorar la eficiencia energética». Desde la Agencia Andaluza de la Energía se ha diseñado un «mapa de ayudas» específico para los colegios andaluces, en el que se han seleccionado 25 tipos diferentes de soluciones de mejora energética, informa Educación.

Una red pública de 6.000 centros escolares

La red pública educativa en Andalucía consta de más de 4.500 centros repartidos en más de 6.000 edificios escolares. La inmensa mayoría de ellos (el 98 por ciento) se ha construido con anterioridad a la publicación del Código Técnico de la Edificación (2006), luego sólo el 2 por ciento se ha edificado con posterioridad a esta norma. Los edificios, aclara Educación, cumplen los estándares marcados por la normativa en el momento de su diseño y construcción.

El calentamiento global como una evidencia

El delegado territorial de la Agencia Española de Meteorología (Aemet), Luis Fernando López Cotín, se mostró tajante la semana pasada, cuando presentó el balance climático del verano y la previsión para el otoño. López Cotín, con el apoyo de la serie histórica de temperaturas de Andalucía calificó de «incontestable» el hecho de que el calentamiento global es un fenómeno que ya se deja sentir. De forma que, de acuerdo con los análisis de la Aemet, el aumento de las temperaturas en Sevilla y el resto de Andalucía es ya una realidad.

Licitada la plantación de árboles en 12 colegios

El Ayuntamiento ha licitado esta misma semana la plantación de árboles de gran porte en una docena de colegios de la ciudad que carecían hasta ahora de sombra en sus patios. Se verán beneficiados por la campaña los colegios Calvo Sotelo, Baltasar de Alcázar y Miguel Hernández en el distrito San Pablo-Santa Justa; Ángel Ganivet, en Este-Alcosa-Torreblanca;_San Juan de Ribera en el distrito Macarena; Candelaria y Adriano del Valle en Cerro-Amate; Cristóbal Colón en el distrito Sur; Prácticas en la zona de Nervión; y el colegio Adriano del barrio de Pino Montano, en el distrito Norte. Centros escolares en los que, como indica el texto de licitación, «la falta de sombra en los espacios libres o la tala de árboles llevadas a cabo recientemente así lo recomienda».