Una tortura «moderada» este año para los alérgicos

La llegada de la primavera puede ocasionar presencia de pólenes de árboles y plantas que promueven una serie reacciones alérgicas son respuestas de nuestro sistema inmune. En la primavera se produce la gran mayoría de las reacciones alérgicas, puesto que es el período cuando muchas plantas producen polen, una sustancia a la que es alérgico aproximadamente del 20 por ciento de los sevillanos padecen esta enfermedad que según los alergólogos está «infradiagnosticada».

Además de producir síntomas clásicos como sensación de picor, estornudos, lagrimeo o goteo de nariz, la rinitis alérgica también repercute en las actividades cotidianas de los pacientes, que pueden manifestar un grado importante de fatiga y cambios de humor, cierto deterioro de la función cognitiva, depresión y ansiedad.

La gran pregunta que se hacen los alérgicos en estas fechas es cómo se presenta la primavera: «Será moderada, ni de las mejores ni de las peores. Las previsiones las marcan las lluvias de otoño e inicios de invierno y ahí partir de ahí se hacen los estudios. Eso, sí de cómo sea el tiempo durante la primavera también dependerá mucho la intensidad. Si es lluviosa será más llevadera, pero si es soleada los niveles de polen serán mayores», cuenta el doctor José Carlos Orta, jefe de la Unidad de Alergia del hospital El Tomillar.

El polen tiene un aspecto de polvo amarillento y es una sustancia realmente pequeña que, cuando se dispersa, se vuelve prácticamente invisible. Pero el problema está en que el polen es reconocido por el cuerpo como una sustancia enemiga a la que se debe destruir. Si el polen entra en contacto con la piel, los ojos o el aparato respiratorio, el organismo se defiende liberando una serie de sustancias químicas al torrente sanguíneo, entre ellas, la histamina, responsable de los estornudos, el lagrimeo y otros síntomas comunes de la alergia al polen.

«Gramíneas, olivo y ciprés son las especies que más abundan en esta zona. En la primera quincena de marzo comenzó la polinización del ciprés. Ha tenido picos de entre 1.500 y 2.000 gramos por metro cúbico, índices altos por lo que los alérgicos a este polen habrán presentado una sintomatología mayor al de otros años», cuenta Orta.

La temporada de alergias se ha adelantado porque la polinización del ciprés ha sido más intensa de lo normal y los pacientes alérgicos a este polen han tenido síntomas más intensos y mayores necesidades de medicación. Esto se debe a las temperaturas de este invierno, sobre todo en el mes de febrero, con un tiempo estable, soleado y sin muchas precipitaciones, que han favorecido una polinización más prolongada de lo normal que puede extenderse hasta finales de junio.

En cuanto al olivo, el doctor Orta explica que la afectación va a estar condicionada por el fenómeno de la venencia. La floración de este árbol es muy superior en los años impares frente a los pares en los que predomina el fruto. Este hecho parece estar justificado por la competencia que tienen las sustancias nutritivas de la planta entre las frutas de una temporada y las flores de la temporada siguiente, y que tendría como consecuencia una alternancia entre polinización y producción. Por tanto, este año 2017 toca floración por lo que los niveles de polen serán más altos y hacer pasar peores ratos a los alérgicos.

En el incremento de las alergias también ha influido la mano del hombre ya que se están plantando especies en la ciudad que las provocan. Muchas especies de la familia del ciprés están presentes en las urbanizaciones de Sevilla y su área metropolitana. También se plantaron muchos plátanos de sombra, cuya polinización es «explosiva» y se produce desde la segunda quincena de marzo a la primera de abril. Se tratan de especies abundantes en los grandes núcleos urbanos y que tienen gran incidencia en los alérgicos. Vivir en una gran ciudad no libera, ni muchos menos, a los alérgicos, «los pólenes son más agresivos en las ciudades que en el campo y eso se debe a la contaminación y a los niveles de CO2. El polen también se defiende de la contaminación y eso multiplica la incidencia en los alérgicos, además de provocar trastornos respiratorios», apunta el jefe de la Unidad de Alergia del hospital El Tomillar.

Otro asunto a tener en cuenta en las alergias es el cambio climático, ¿por qué? «el aumento de las temperaturas ha hecho que la mayoría de las plantas tengan un periodo de polinización mayor, ha ocurrido por ejemplo con las gramíneas», explica el doctor Orta. Los pólenes del campo están limpios, en las ciudades están recubiertos de partículas polucionantes, lo que provoca la sensibilización de más pacientes y una respuesta alérgica mayor.

También se debe valorar por los alérgicos al polen los cambios de humedad y temperatura, que pueden dar lugar a una infección vírica o bacteriana, como puede ser un simple resfriado, lo que puede multiplicar por dos la virulencia de los síntomas alérgicos.

CONSEJOS

Los consejos a seguir para ambos pacientes son los mismos. En primer lugar, deben evitar en la medida de lo posible la exposición a campos de polen; si viajan en coche, llevar las ventanillas subidas, así como lavarse de forma frecuente manos y cara. Los alérgicos, de manera genérica, deben evitar el contacto del polen con las mucosas de la boca, nariz y ojos, empleando gafas de sol y mascarillas, y conducir con las ventanillas cerradas y evitando, si es posible, desplazamientos en moto o bicicleta.

¿Qué hacer si se presentan los síntomas? «El estudio alergológico es el primer paso. A partir de ahí aparece la opción de la vacuna. Es el único tratamiento que actúa sobre la historia y la causa natural de la enfermedad. Los fármacos actúan sólo sobre los síntomas», explica el doctor Orta.

La histamina es uno de los medicamentos más usados. Es un compuesto químico natural del organismo que es liberado en respuesta a la exposición a un alérgeno y es el responsable de la congestión, los estornudos y la mucosidad nasal típica de la reacción alérgica. Los antihistamínicos son medicamentos que bloquean la reacción desencadenada por la histamina.

En el año 2005 el hospital Reina Sofía de Córdoba empezó a aplicar a determinados alérgicos al polen del olivo una vacuna adaptada a cada perfil. A los pacientes se les efectúa un análisis de sangre para conocer las proteínas del polen del olivo que debe contener la vacuna. La calidad de vida ha mejorado 3 puntos en el 70 por ciento de los beneficiarios de esta inmunización.

Además, la adherencia al tratamiento ha mejorado un 40 por ciento desde la existencia de esta nueva vacuna para alérgicos al polen del olivo. En el Reina Sofía se implantó hace 7 años el diagnóstico basado en la proteómica.

Las mascarillas son una de las soluciones más utilizadas por los que viven en zonas de alta intensidad de polen. El tamaño de este es especialmente pequeño, por lo que no todas las mascarillas sirven. Aquellas homologadas, y que tienen un elevado poder filtrante, son eficaces para disminuir la exposición, pudiendo reducir los síntomas alérgicos de los pacientes.

APPs

Polen Control es una aplicación que no sólo mide los niveles de pólenes sino que permite al usuario realizar un seguimiento tanto de los síntomas como del estado de la alergia. Esta app emite alertas cuando los niveles de pólenes sean altos y ofrece la posibilidad de tener un historial sobre la evolución de la alergia que puede ser descargado para mostrarlo en la consulta del médico. Está disponible para Android e iOS.

Niveles de polen permite comprobar los niveles de pólenes por zonas. Recoge datos de 50 pólenes distintos procedentes de 85 estaciones de medición de toda España. Está disponible para Android.

R-alergo está enfocada a aquellas personas que hacen deporte y tienen alergias. En base a los datos que introduce el usuario, esta app ofrece la ruta con menos elementos alérgenos en el ambiente. Antroid e iOS

La versión móvil de la web Polenes.com proporciona información sobre los niveles de pólenes con gráficos de concentraciones y datos numéricos.