Vecinos de Triana reclaman obras bien terminadas y no «chapuzas»

Desniveles, losas levantadas, otras rotas, «parcheos»... El pavimento de la barriada del Carmen, en Triana, presenta un deterioro que preocupa a los vecinos. Máxime cuando la media de edad de los residentes ronda los 72 años. «Aquí hay muchísimas personas mayores que tienen andadores o requieren de muletas para caminar. Las calles están de pena. Ahora porque es verano, pero, estos meses atrás, cuando llueve, se forman unos charcos que es imposible pasar», alerta la presidenta de la asociación de vecinos El Carmen, Elena Ortiz, que además recuerda que «en el programa electoral de Juan Espadas había una reforma integral de la barriada».

Si bien explica que este gobierno local ha desarrollado algunas intervenciones urbanísticas, como la mejora de la plaza Manzanares o el inicio de los trabajos en la calle Rubén Darío, en la cara más exterior del barrio; la entidad vecinal muestra su malestar por «el mal acabado» o «la paralización» de las mismas. Una cuestión que ha llevado a las últimas juntas municipales del distrito sin obtener otra respuesta que «paciencia y esperar». Algo que no convence a la entidad vecinal ni a los más de mil residentes del Carmen. «No se trata de abarcar mucho. Preferimos que nos hagan un metro, media calle o parte del acerado, pero que se termine como Dios manda y no sea una chapuza».

A los hechos se remiten. Primero con la obra en Manzanares, finalizada el pasado mes de enero pero sin poder hacer uso los vecinos. «La plaza ha quedado perfecta, vale; pero ahí no se puede sentar ni un vecino a tomar el fresco. Como no bajen las butacas de playa. Nos dijeron que en un par de meses iban a colocar el mobiliario urbano y que iba a venir el alcalde a inaugurarlo. Han pasado los meses, y aquí ni han puesto bancos ni ha venido nadie», comentan indignados los vecinos.

De igual manera, preocupa la obra de Rubén Darío, dentro del Plan Mejora Tu Barrio de 2017. Los trabajos, que comenzaron el pasado 27 de septiembre, tenían una duración de tres meses, con finalización para el 15 de diciembre. Sin embargo, «está sin terminar» y «abandonada» con las vallas tiradas por el suelo y materiales de construcción apilados dentro del perímetro. «Hemos pedido explicaciones por todos los medios. Nos dicen que la empresa responsable tiene problemas económicos. Hasta hace unos meses el acceso al barrio por aquí estaba cortado. Pero ahora estamos mucho peor porque al estar vallado, ni entra Lipasam ni Parques y Jardines», asegura la representante vecinal, que pide al Ayuntamiento una solución rápida para evitar que «la obra se eternice».