Salud

Andalucía será referente del cannabis medicinal en España

Trichome Pharma se asienta en la provincia de Sevilla con un nuevo centro de I+D+i para mejorar el rendimiento de este cultivo con el fin de atender a las nuevas necesidades médicas de los pacientes

Victoria Armario-Nájera, investigadora científica de Trichome Pharma, y la técnico Araceli Rodríguez comprobando el proceso in vitro dentro del invernadero de Sevilla. / El Correo de Andalucía

Ezequiel García

Que el cannabis, su consumo y su posible legalización estén en el centro del debate de la sociedad española, es cuestión de acercarse a cualquier cafetería y escuchar a los jóvenes hablar. Pero no sólo del español de a pie, también de los políticos. En este contexto en el que se puede abrir una puerta hacia su uso para fines medicinales, surge con fuerza Trichome Pharma, una compañía farmacéutica española con una fuerte presencia novedosa en Sevilla, especializada en el sector del cannabis medicinal de origen nacional y del autocuidado de la salud. Esta joven empresa tiene como objetivo último facilitar al gran público y a los pacientes médicos el acceso al mismo, cultivado de forma orgánica y aprovechando las bondades del clima de nuestra tierra.

En el último año, las actividades de investigación de la compañía recibieron un importante impulso con la formalización de un acuerdo de colaboración con el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS), centro de investigación adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Esta unión, renovada recientemente, se basa en la puesta en común de recursos, conocimientos y de instalaciones técnicas para ayudar a orientar las actividades de investigación de la farmacéutica española hacia el campo de las nuevas técnicas de propagación y conservación in vitro de este cultivo, entre otros desarrollos tecnológicos.

Interior del invernadero de Trichome Pharma en la provincia de Sevilla a pleno rendimiento. / ECA

Instalaciones con acento sevillano

De hecho, y al hilo de lo expuesto, Trichome Pharma ha construido un invernadero en la provincia de Sevilla donde se investigan numerosas especies procedentes de todas partes del mundo, con el objetivo de mejorar su rendimiento y adaptarlas a las condiciones climáticas de varias zonas geográficas en España, un hito nunca realizado. Y decimos la provincia de Sevilla pues ubicarlo en su lugar exacto podría suponer un problema de seguridad importante para esta nueva instalación, sobre todo en estos momentos en los que la lucha contra el narco es de nuevo portada en todos los medios de comunicación.

El laboratorio Analytica Alimentaria, con una sede en Almería, aporta ayuda clave a Trichome Pharma. En la imagen, una técnico analiza una muestra de extracto de cannabis. / ECA

A lo largo de este año, el proyecto conjunto con el organismo dependiente del CSIC ha conseguido potenciar el desarrollo de la planta de cannabis de forma sostenible, homogénea y escalable a nivel industrial para conseguir unos rendimientos óptimos de los compuestos activos que produce. Hablamos de principios activos que después se transformarían en productos farmacéuticos para mejorar numerosas dolencias como el dolor crónico o la epilepsia. El contrato de I+D firmado con la Unidad de Biotecnología de Cultivos Vegetales (UBCV) del IRNAS-CSIC también ha permitido la mejora genética del Cannabis sativa L., y ha ayudado a identificar variedades idóneas para la industria farmacéutica. 

El día a día del cultivo del cannabis

En este invernadero, con unas fuertes medidas de seguridad, tanto en el control de acceso como en su interior, trabaja junto a su equipo de técnicos el carmonense Manuel Rodríguez, director agrícola de Trichome Pharma. A sus 37 años ya es todo un experto en trabajar con cultivos delicados como el opio, sector del que procede. “Veo en el cannabis un futuro muy prometedor”, nos comenta. 

Manuel Rodríguez, director agrícola de Trichome Pharma, en el invernadero sevillano de la compañía. / ECA

La labor de Rodríguez en esta instalación pionera comienza comprobando que todas las plantas hayan sido regadas correctamente, bajo un sistema de goteo preciso en el que se economiza el agua, conscientes de la escasez de ésta. Tras estos chequeos rutinarios, se da paso al segundo proceso clave: observar los insectos que pueden buscar acomodo en estas plantas. “Esto es esencial para hacer el control biológico. De hecho, cada dos o tres semanas lo que hacemos es lo que denominamos una suelta de insectos”, informa. La suelta de insectos consiste en colocar en el cannabis pequeñas bolsas con insectos parásitos y depredadores que actúan de defensores de la planta, eliminando a otros que provocan plagas y enfermedades. 

Semanalmente, y tras estas pruebas, se llevan a cabo tratamientos foliares, también para el control de insectos, todo con productos ecológicos. Una vez la planta se encuentra en floración, se les realiza otro tratamiento preventivo cada dos semanas, esta vez para enfermedades fúngicas, como la Brotytis y el Oidio. El fin último es obtener una planta sana con tratamientos ecológicos, certificados por la Unión Europea.

Una alternativa a la tradición

Asimismo, Manuel Rodríguez cree que esta planta puede suponer una opción en el futuro cercano para muchos agricultores que tengan tierras de regadío. “Sabiendo que con el cannabis el control del agua es exhaustivo, una persona podría plantearse cultivar cannabis con fines medicinales o industriales”, indica.

Plantas de cannabis cultivadas en el interior del invernadero sevillano bajo las luces LED de asimilación necesarias para su crecimiento y floración. / ECA

“Si tú siembras un cultivo de invierno como el cereal y después a mitad de mayo lo recolectas, puedes preparar la tierra para el trasplante en exterior del cannabis a principios de junio, en el mismo lugar. Con ello el agricultor obtendría un rendimiento más preciso de sus tierras y una economización del uso del agua, mucho más rigurosa con el cannabis”, explica Rodríguez.

Una cosecha sobresaliente

El CEO de la empresa, el australiano Nicholas Balk afincado en España desde 2012, ha explicado que la cosecha de este año ha sido muy positiva, tanto en el interior de la infraestructura sevillana como en la finca que poseen en tierras aragonesas, donde esta primera experiencia “ha estado por encima de las expectativas”. De hecho, Balk ha afirmado a El Correo de Andalucía que dicha campaña “nos ha dado las claves para seguir mejorando esta especie en suelo español, para que el principio activo del cannabis sea óptimo”. 

Vista general de la finca en exterior donde pueden observarse las cámaras de seguridad que la rodean para evitar posibles robos. / ECA

Por otro lado, hace escasos días que la compañía ha recolectado todas las plantas del citado invernadero, donde se aplica la I+D anteriormente citada. Así pues, los resultados preliminares, “están siendo muy buenos”, por lo que, para el próximo año prevén “obtener mayor cantidad y de mejor calidad de los principios activos clave para los productos farmacéuticos, principalmente el THC y el CBD”.

Alianzas claves para crecer

Clave ha sido también el acuerdo de colaboración con el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA), que ha prestado asesoramiento técnico a Trichome Pharma durante el exhaustivo proceso de estudio y selección de diversas genéticas, recientemente importadas. Las plantas se cultivan siguiendo las prácticas de la agricultura ecológica, tanto en entornos controlados (invernaderos), actividad pionera en Andalucía, como en el exterior, lo que representa una importante oportunidad. 

Proceso de oxigenación de la tierra y limpieza de malas hierbas en la parcela que Trichome Pharma tiene en Aragón. / ECA / ECA

Además, la farmacéutica trabaja codo con codo con la empresa tecnológica Analytica Alimentaria, líder europea en el análisis de residuos en plantas, frutas y verduras. Con dos laboratorios certificados en Alemania y España, en la provincia de Almería, así como una amplia experiencia en agrotecnología, esta corporación apoya a la farmacéutica española en el desarrollo de procedimientos analíticos y de control de calidad en las muestras de cannabis producidas. Hay que recordar que todo el proceso de plantación y producción de la compañía está certificado como ecológico y sostenible por la Unión Europea.

Plantas de cannabis cultivadas en el interior del invernadero sevillano bajo las luces LED de asimilación necesarias para su crecimiento y floración. / ECA

"Hemos querido aliarnos con líderes de sectores adyacentes para ofrecer más valor a lo que hacemos, partiendo del conocimiento común, que no es poco. Es emocionante ver cómo esa visión se hace realidad y es un honor poder colaborar con todas ellas", declaró Balk.

"La I+D es una parte integral de la misión a largo plazo de nuestra institución y vemos el futuro con mucho optimismo, y con un gran potencial tanto para el sector como oportunidades laborales en Andalucía", añadió el fundador de Trichome Pharma. 

Potencial de empleo

Actualmente, el número de puestos de trabajo, entre directos e indirectos, asciende a una veintena de trabajadores entre Andalucía, Aragón y Madrid, pero, con el foco puesto en la investigación para seguir creciendo, el objetivo de Balk es que “la plantilla aumente de forma exponencial en los próximos años”. Para ello es clave que salga adelante el Proyecto de Real Decreto que permita la dispensación de fórmulas magistrales a base de cannabis. En este sentido, el CEO australiano es claro: “Si la norma es demasiado restrictiva, que potencialmente podría ser el caso, todo el esfuerzo del sector será casi en vano, pues no podrá llegar al paciente los productos necesarios”. 

Un Real Decreto clave

Así pues, Balk espera que en el periodo de alegaciones se tengan en cuenta las propuestas del sector: “Yo espero que flexibilicen la primera propuesta, para incluir también flor de cannabis como un principio activo, y espero que así lo sea. España lo tiene todo para ser referente. Ojalá escuchen nuestras propuestas de acceso universal en farmacias comunitarias, que médicos de atención primaria tanto público como privado puedan prescribirlo, y abramos una nueva realidad en España”, aseveró.

Nicholas Balk, CEO de Trichome Pharma. / ECA

En lo demás, “somos un país bien posicionado, somos líderes en agricultura, tenemos el clima adecuado, un sistema sanitario y farmacéutico puntero, tenemos más de un centenar de investigadores de cannabis medicinal sólo en universidades en Madrid”, afirma Balk. De hecho, fuentes consultadas por El Correo de Andalucía aseguran que en Europa occidental, solo hay dos de los grandes países que aún no lo tienen regulado: Bélgica y España. La paradoja llega, como añade, “cuando ves que algunas de las empresas que lo suministran a estos países son compañías españolas que cultivan aquí su producto y después lo exportan”. 

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En definitiva, la comercialización de este nuevo producto farmacéutico es un proceso sin vuelta atrás y que, antes o después, tendrá una ley que lo ampare. “Con el proyecto de Real Decreto parece ser que ya es cuestión de tiempo, y ojalá se avance con ello de forma rápida y escuchando las opiniones facilitadas en el periodo de consulta pública. Sobre todo, por los pacientes en España que no tienen acceso legal al mismo y con las garantías de calidad propia del sector farmacéutico”, concluye Balk.

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