CATÁSTROFE EN VALENCIA

Una vecina de Aldaia: "No me cansaré de agradecer a la gente joven todo lo que ha hecho por nosotros"

El vecindario de Aldaia continúa limpiando el fango y retirando montañas de enseres y basura apiladas en las calles: "Necesitamos vehículos para poder llevarse todo lo que hay"

Un camión de voluntarios llega a una de las calles de Aldaia.

Un camión de voluntarios llega a una de las calles de Aldaia. / / Candela García

Candela García

El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, lleva días avisando. El pueblo está devastado y hace falta maquinaria pesada para poder recoger los enseres que los vecinos y vecinas han ido sacando a las calles de sus viviendas. "Han empezado hoy a venir voluntarios a nuestra zona, con camiones, a recoger la basura. La Generalitat no se acuerda de nosotros. Necesitamos vehículos para llevarse todo lo que hay aquí", cuenta María Dolores, vecinal municipio. 

La palabra con la que describe la situación que vivió el martes por la tarde-noche es "shock". "No nos creíamos lo que estábamos viendo", dice. A su lado, Laura relata que vio cómo su bajo se inundaba en cuestión de minutos. "Tres coches se empotraron contra mi puerta. No he podido salvar nada. Vivo alquilada, y el dueño ni siquiera ha venido para ver si estaba viva o muerta", comparte. María José añade: "Hemos estado solos". "Somos un gran equipo de vecinos y vecinas, desde el primer día limpiando como locos", afirma. 

María José quiere también agradecer la ola de solidaridad. No puede evitar que se le salten las lágrimas. "No me cansaré de agradecer a la gente joven todo lo que ha hecho por nosotros. Cuando salí antes de ayer a la calle y vi que llegaban centenares de personas cargados con palas y escobas fue muy emocionante. Estamos muy agradecidos", reconoce. En estos momentos, lo que más necesitan son productos de limpieza y vehíuclos para recoger la basura acumulada en las calles. "Gracias a dios están llegando hoy los camiones de voluntarios, en cinco días no ha venido nadie", asegura. 

Para María José y Xuso, ambos profesores en otros municipios, todo ha sido "horrible, desastroso, doloroso, muy grave". "Lo vivimos con mucha angustia, no sabíamos que venía tanta agua", dice ella, quien lamenta que una mejor gestión habría podido salvar vidas. "Se han pasado la pelota unos a otros, se trata de buscar soluciones y arreglar todo lo que hay aquí", añade. En su casa toda la planta baja quedó anegada. "Lo que había es para tirar, hemos perdido los dos coches. En la vivienda de mis padres entraba el agua por la ventana. Teníamos un palmo de barro", dice Xuso. 

De nuevo, los dos destacan la ayuda de los voluntarios y voluntarias. "Abrías una puerta y la gente entraba a ayudar", señala María José. Ambos subrayan que la necesidad es recoger los trastos, acondicionar las viviendas y mejorar las comunicaciones que han quedado afectadas. 

En la puerta del Ayuntamiento de Aldaia, hay un gran dispositivo para repartir comida y agua y organizar a los voluntarios. También se agrupan bomberos, policía local, servicios de asistencia sanitaria... Desde allí insisten cada día: son necesarios los productos de limpieza, las botas de agua, los guantes, las mascarillas, cubos, palas, entre otros. También la maquinaria.

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