Investigación

Brutal ataque a cuatro frailes en el monasterio del Santo Espíritu de Gilet (Valencia)

El agresor ha entrado en las habitaciones y ha golpeado a otros los religiosos a traición al grito de "soy jesucristo" hasta que el cocinero le ha hecho frente y ha huido

Monasterio de Santo Espíritu donde una persona ha irrumpido y ha atacado a varios frailes en sus habitaciones.

Monasterio de Santo Espíritu donde una persona ha irrumpido y ha atacado a varios frailes en sus habitaciones. / Daniel Tortajada

Mónica Arribas / Agencias

Brutal ataque a cuatro frailes en el convento de Santo Espíritu del Monte, en Gilet (Valencia). Un hombre, que todavía no ha podido ser identificado, ha asaltado el monasterio ha agredido a varios frailes que se encontraban en sus habitaciones al grito de "soy Jesucristo" con la presunta intención de matarlos. Uno de los agredidos ha sido evacuado en estado crítico al Hospital Clínico de València, con un fuerte traumatismo en la cabeza tras ser estabilizado inicialmente por el personal sanitario cuando se encontraba en el suelo convulsionando.

Los investigadores de la Guardia Civil se han tenido que trasladar al hospital para confirmar el estado de esta persona después de que varias fuentes lo dieran por muerto. El hombre, de 76 años, se encuentra en estado crítico. Asimismo, otro de los frailes atacados, de 95 años, y con una hemorragia interna en la cabeza, ha tenido que ser evacuado del Hospital de sagunt al Clínico debido a su gravedad

El CICU ha recibido un aviso a las diez de la mañana para asistir a varios frailes heridos en el Monasterio Santo Espíritu de Gilet. Hasta el lugar se han movilizado varias ambulancias. Una ambulancia del SAMU ha trasladado a un varón de 76 años por traumatismo craneoencefálico hasta el hospital Clínico, mientras que unidades SVB han trasladado a otros tres heridos -de 57, 66 y 95 años de edad- por traumatismos o contusiones hasta el hospital de Sagunt.

El agresor ha ido a las habitaciones en las que se encontraban los frailes y les ha atacado a traición hasta que uno de los frailes, el cocinero, le ha hecho frente. El fraile Ángel también ha recibido dos puñetazos del agresor, pero dada su corpulencia, el asaltante optó por escapar del monasterio al ver que no podía derribarlo.

Los frailes atacados en el monasterio de Santo Espíritu de Gilet, en una foto de archivo durante una celebración.

Los frailes atacados en el monasterio de Santo Espíritu de Gilet, en una foto de archivo durante una celebración. / L-EMV

Los hechos han ocurrido minutos después de las nueve de la mañana en el citado monasterio de Gilet cuando un desconocido, que todavía no ha podido ser localizado por la Guardia Civil, ha irrumpido en las habitaciones de varios de los siete frailes que habitan en el mismo y ha comenzado a atacarles golpeándoles por causas que están siendo investigadas.

El fraile cocinero, al oír que algo pasaba, ha subido a las habitaciones y ha entrado justo cuando el desconocido estaba agrediendo al máximo responsable del monasterio, el guardián Fernando Hueso, mientras otro fraile estaba sangrando ya en el suelo y con convulsiones. Éste último es el más gravemente herido y de hecho ha tenido que ser reanimado varias veces por los servicios de emergencias, según las fuentes consultadas por este periódico.

El hecho se ha producido en un momento en el que solo estaban los frailes en el monasterio y no había ningún huésped en la hospedería que regentan. El alcalde de Gilet, Salva Costa, ha lamentado este hecho sin precedentes, "que no entra en los cabales y más en un sitio tranquilo, de espiritualidad, donde los frailes siempre dan apoyo a todo al que se acerca".

El sospechoso sabía la distribución del monasterio

Agentes de la polilicía judicial de la Guardia Civil han tomado declaración a los frailes ilesos y les han mostrado fotos de posibles sospechosos. Dos de los agredidos serán dados de alta en breve y podrán ayudar a los investigadores para tratar de identificar al agresor.Todo apunta a que el agresor debía de conocer el monasterio ya que ha ido directo a las habitaciones donde sabía que podía encontrarlos desprevenidos, pese a que es fácil desorientarse dentro del convento si no es alguien que ya supiera cómo llegar hasta allí.

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