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Feria de Abril

Luque y ‘Príncipe’, un binomio perfecto

El matador de Gerena, confirmando su estado de gracia, cuajó de cabo a rabo al excelente ejemplar que hizo quinto del desigual encierro de El Parralejo y le cortó dos orejas rotundas

20 abr 2023 / 21:58 h - Actualizado: 20 abr 2023 / 22:06 h.
"Feria de Abril","Toros","Plaza de Toros de la Maestranza","Miguel Ángel Perera"
  • Daniel Luque. / Foto: Arjona - Pagés
    Daniel Luque. / Foto: Arjona - Pagés

En la hora del lubricán, con el vientecillo fresco de la marea, empezó a sonar la mejor banda sonora –la banda había atacado ‘Suspiros de España’- de ese momento mágico que sólo se vive de vez en vez en la plaza de la Maestranza. Diez minutos antes había saltado al ruedo de la Maestranza un quinto ejemplar que haciendo bueno el dicho había enseñado cositas más que interesantes desde que Daniel Luque le trazó tres o cuatro verónicas de altos vuelos por el pitón derecho. El animal fue alegre al caballo y el castigo fue dosificado con mimo antes que Iván García terminara de mostrar sus virtudes en una lidia tan didáctica como ejemplar.

Luque y ‘Príncipe’, un binomio perfecto
Foto: Arjona - Pagés

Luque sabía que ése era el toro y no dudó en brindarlo antes de cuajar una ampulosa obertura de faena –planta erguida, temple líquido, hombros descolgados- que marcó el altísimo nivel de una faena –un faenón- que nunca bajó de ritmo, acompasado a las virtudes de un animal de altísima nota que iba a salvar, y de qué manera, el honor de un encierro que había despertado demasiadas contestaciones. El matador de Gerena se puso a torear a todo trapo sobre el lado derecho marcando las distancias, los toques, las alturas justas. Fue un tratado de técnica de torear envuelto en una elegante y natural puesta en escena que marcó muchas distancias.

Luque y ‘Príncipe’, un binomio perfecto
Foto: Arjona - Pagés

El ritmo, la cadencia, la exacta colocación presidieron la armonía de esas primeras rondas diestras en las que Luque también tuvo capacidad de sorprender, como en un largo pase de pecho, completamente circular que convirtió en nexo de las dos partes de su trasteo. Por el lado izquierdo llegó la garra, la expresión... en el pase de pecho se marcó la épica. Pero es que hubo más, muchísimo más en esa labor maciza que supo aliviar al toro cuando tocaba, apretarle cuando era necesario...

Luque y ‘Príncipe’, un binomio perfecto
Foto: Arjona - Pagés

No se puede estar mejor con una animal de tan excelente juego al que llegó a torear al ralentí –suelta la espada de ayuda- cuajando naturales con la mano derecha. El lío era gordo, de campeonato, de apoteosis rotunda. Se tiró a matar y agarró la estocada. El puntillero acabó levantando al animal pero el torero, dueño del cotarro, supo rentabilizar y escenificar esa lenta agonía de toro bravo arrancando una nueva ovación. Acabó cayendo sin puntilla mientras se pedían las dos orejas. A ‘Príncipe’, el excelente toro de El Parralejo le dieron la vuelta al ruedo.

Luque y ‘Príncipe’, un binomio perfecto
Foto: Arjona - Pagés

Fue, con mucho, la guinda de un encierro demasiado desigual que empezaba a mosquear al respetable. El propio Luque, sobrado, había trazado una faena de primores al segundo que, como casi toda la corrida, acabó pegándose un tremendo volantín que acusaría en la lidia. Daniel resolvió la papeleta perfectamente colocado, toreando con limpieza cristalina, exquisito temple, tapando todos los defectos de un animal que acabó desfondado. El espadazo fue fulminante. Si en vez de segundo hubiera salido en quinto lugar estaríamos hablando de una nueva Puerta del Príncipe pero con o sin el mitificado paseo por el arco de piedra, el faenón de Luque traspasó otras fronteras que no había alcanzado aún en esta plaza.

Luque y ‘Príncipe’, un binomio perfecto
Foto: Arjona - Pagés

El resto de la corrida estuvo lejos, lejísimos de las cotas alcanzadas por el matador de Gerena. Se presentaba en la Maestranza Francisco de Manuel que tuvo en sus manos el otro toro potable del encierro. Fue el tercero, un animal con medidas fuerzas pero fondo de clase al que toreó con algunas intermitencias. El bicho se vino de largo en el primer tramo de la faena pero de Manuel optó por las distancias cortas en una faena discontinua en la que alternó muletazos hondos y profundos con momentos algo más desacoplados. Se dobló por bajo para cerrar su labor y un feo metisaca preludió la estocada. Con el sexto, de embestida más espesa e incierta, hubo mejor inicio que final en una faena que nunca acabó de trascender.

Perera, que abría cartel, apenas tuvo opciones. El primero de la tarde engañó por su movilidad inicial pero acabó embistiendo a trompicones en la muleta del extremeño, tardeando, tomando el engaño de mero trámite. Sólo cabía abreviar. Mucho más crudo lo iba a tener con el cuarto, un animal absolutamente inválido que tampoco se libró del volantín de rigor. El caso es que se moría por las esquinas. Debió regresar a los corrales.

Ficha del festejo

Ganado: se lidiaron seis toros de El Parralejo, desigualmente presentados y de juego dispar. Destacó sobre todos el lidiado en quinto lugar por su prontitud, clase, duración y nobleza que le hicieron merecedor de la vuelta al ruedo póstuma. También tuvo clase y humillación el tercero, algo flojo de motor. El primero, de movilidad engañosa, no sirvió; manso y desfondado el segundo; inválido absoluto e cuarto y espesito pero con posibilidades el sexto.

Matadores: Miguel Ángel Perera, de lana de merino y oro, silencio en ambos

Daniel Luque, de corinto y oro, ovación y dos orejas

Francisco de Manuel, de azul marino y oro, ovación y

Incidencias: La plaza registró menos de media entrada en tarde primaveral. Saludó Curro Javier tras parear al primero y destacaron con el capote Duarte e Iván García; con los palos, Juan Carlos Rey.