Especial cine de Terror

Alien. La maldad perfecta

Aunque le parezca mentira a buena parte de la sociedad, los ordenadores son cosa de hace muy poco tiempo, un teléfono móvil era cosa de ciencia ficción hasta hace un puñado de años, y los efectos especiales y visuales en el cine se resolvían con un peluche y un par de petardos. La llegada a las pantallas de ‘Alien: el octavo pasajero’ fue todo un hito en la historia del cine y cambió muchas estructuras imperantes en aquel tiempo

12 oct 2015 / 12:10 h - Actualizado: 12 oct 2015 / 11:28 h.
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  • Escena del pecho en ‘Alien: el octavo pasajero’.
    Escena del pecho en ‘Alien: el octavo pasajero’.
  • Wynona Ryder se incorpora al reparto en ‘Alien Resurrection’.
    Wynona Ryder se incorpora al reparto en ‘Alien Resurrection’.
  • La saga no hubiera sido igual sin la participación de Sigourney Weaver.
    La saga no hubiera sido igual sin la participación de Sigourney Weaver.
  • Una de las escenas de ‘Alien: el regreso’.
    Una de las escenas de ‘Alien: el regreso’.
  • ‘Alien 3’.
    ‘Alien 3’.

Si existe una saga importante en el género de la ciencia ficción, si un ser extraterrestre tuvo alguna vez un diseño perturbador, si la mujer tomó relevancia en una acción que siempre estuvo reservada a los hombres, estamos hablando de las cuatro entregas de Alien.

‘ALIEN: EL OCTAVO PASAJERO’

Tenía yo quince años cuando vi, por primera vez, Alien: El Octavo Pasajero. No sabía muy bien qué era eso que me esperaba en la sala de proyección. Supuse que algún marciano con cara de cera lanzando rayos ultrasónicos y un montón de tipos rudos y valientes repartiendo leña al ser extraterrestre. Sin embargo me encontré con un ser extraordinario, violentísimo, astuto y demoledor frente a una tripulación mixta que disponía de un lanzallamas medio casero y una red para lograr salir con vida de la nave espacial. Si tuviera que elegir un momento de mi vida en la que me sentí indefenso y aterrado, creo que no dudaría en referirme a aquella tarde.

La nave Nostromo (en aquella época los efectos especiales nos resultaban asombrosos) era inmensa. El alien era la misma maldad. La tripulación del Nostromo podría estar compuesta por cualquiera de nosotros. Pobres Dallas (Tom Skerritt), Ripley (Sigourney Weaver), Lambert (Veronica Cartwright), Brett (Harry Dean Stanton), Kane (John Hurt) y Parker (Yaphet Kotto). Ash (Ian Holm) resultó ser un androide traidor y odioso. Con esa película se podía sentir exactamente lo que se debe experimentar durante un viaje espacial. Y, después de ver algo así, la ciencia ficción ya no sería lo mismo, nunca más. Miedo, incertidumbre hasta la última toma, nervios esperando un desenlace con una mínima esperanza, emoción sin límite, asfixia. Inolvidable.

Ridley Scott, el director de la película, tomó prestado el nombre de la nave. Al escritor Joseph Conrad. Hace referencia a una de sus novelas y, como todo el mundo sabe, este escritor tenía en su literatura un hueco permanente para el viaje, la sabiduría que provoca el movimiento, la posibilidad de vencer a todo tipo de contratiempo y salvar la vida el viajero por ello. De eso va la película aunque la acción se produzca en el espacio y veamos un monstruo terrible. Esa nave, la USCSS Nostromo, será el escenario de buena parte de la película. La tripulación es despertada, antes de tiempo, durante su viaje de regreso desde Thedus a la Tierra. Les encargan la misión de investigar la procedencia de una señal desconocida que llega desde un planetoide. Cuando a Kane se le agarra a la cara un bicho de aspecto horrible, todo se desboca.

Las interpretaciones de los actores son todas correctas. La de Sigourney Weaver es especialmente buena. Y se desarrolla con fuerza al enfrentar su personaje con el que interpreta Veronica Cartwright. La debilidad del carácter de una hace más fuerte el de la otra. La decisión de una hace que las dudas de la otra la conviertan en una heroína. El trabajo del director es este aspecto es impecable. La música de Jerry Goldsmith acompaña como un guante la acción. La partitura es perfecta, pero no pretende en ningún caso nada que no sea matizar lo que se ve en la pantalla. Extraordinaria la puesta en escena que nos lleva aunque nos neguemos a un mundo oscuro, hostil, vacío de humanidad y que se convierte en un enorme reto para el ser humano. El montaje es inteligente y no deja que los tiempos destrocen los tempos narrativos. Por ejemplo, los viajes de un sitio a otro se convierten en elipsis para no demorar las cosas mientras se pierde una intensidad narrativa impecable.

No sé si los jóvenes de hoy mirarán esta película con la ceja levantada preguntándose por qué hizo tanto ruido en el momento de estrenarse. Yo tengo la respuesta. En ese momento nadie había viajado al espacio. Y la primera vez que haces cualquier cosa deja huella.

‘ALIEN: EL REGRESO’

No sé qué especie es peor. Ellos no se putean por un maldito porcentaje. Esto lo dice Ellen Ripley en un momento de la película Aliens: El regreso (ya saben que escapó del horror y ahora, después de más de cincuenta años durmiendo como un angelito, es rescatada). Se refiere a uno de los tripulantes de la nave que ha llegado al planeta LV-426, el sujeto que envía la compañía junto al resto de la tripulación. Y resume uno de los asuntos centrales de la película. Tal vez soy muy generoso al hablar en plural puesto que el resto es más cosa de trama que de cualquier otro activo de la narración. En realidad, quitando algunos momentos muy concretos, la película intenta ser una suma de acciones que la conviertan en una de aventuras. Los diálogos son puramente informativos. Y es que la puesta en escena es lo que manda acompañada de un ritmo delirante que no da tregua, acompañada de aliens terroríficos, de soldados indefensos y de Newt (una niña adorable que está a punto de ser devorada en diversas ocasiones encarnada por Carrie Henn). Durante el desarrollo de la acción, siempre ocurre algo que dilata la agonía de los personajes y, por supuesto, de los espectadores. Con ello, James Cameron, intenta hacer creíbles las convicciones de los personajes sustentadas en cosas que ya sabíamos en la primera entrega o acabamos de conocer unos minutos antes. Todo ocurre con rapidez. Y todo se resuelve con la misma prisa.

Podría parecer que esto que digo se pone enfrente de la película de Cameron. Sin embargo, no es así. Es muy entretenida, muy terrorífica, mantiene al espectador pegado a la butaca, en constante tensión, pendiente de principio a fin. Es una película que quiere presumir más de esto que de profundidad de pensamiento. Por ello, la puesta en escena debía ser espectacular. Cameron lo logra, entre otras cosas, con colores azules muy oscuros e intensos y una iluminación bajo mínimos que hace de cada escena un momento inquietante. Los efectos especiales son los justos y los visuales magníficos. La partitura adecuada porque todo se ordena alrededor de los efectos de sonido. De hecho, la película obtuvo un Óscar por los efectos visuales y otro por los de sonido. Justos premios.

Alien: El regreso es la primera de las secuelas de Alien: El octavo pasajero. Y es magnífica si la encuadramos dentro de esas expectativas que se nutren del terror y la trama aventurera sin más. Repite Sigourney Weaver haciendo de Ellen Ripley. Francamente, las cuatro películas de la serie sin ella serían otra cosa bien distinta. Y destacan Michael Biehn, Bill Paxton y Jenette Goldstein. Es una película muy violenta. Mucho. Esta vez, no sólo los aliens se muestran hostiles. Los soldaditos reparten lo suyo a lo largo de todo el metraje. Desde luego, los niños no deberían ver algo así. Ni los miedosos porque la película pone los pelos de punta.

‘ALIEN 3’

Un director casi nuevo en ese momento (como todos los que realizaron la saga) aceptó el reto de continuar el trabajo. Y la cosa se complicó puesto que los productores no le dejaron hacer lo que quiso. De hecho, una versión posterior a la del estreno de Alien 3 es mucho más atractiva que la que se estrenó en su momento. David Fincher entregó un trabajo con una cárcel como escenario principal, la eliminación de algunos personajes míticos, el fanatismo religioso como sustento de la personalidad de muchos de los presos que acompañan a Ellen Ripley y una dualidad de fondo que bien desarrollada hubiera terminado siendo estupenda. El bien y el mal enfrentados, Dios y el diablo detrás de cada escena. Una reflexión sobre la necesidad de la religión en tiempos difíciles que se desarrolla en un entorno opresivo.

La película nunca fue valorada en su justa medida. Si bien es peor que las dos primeras, encierra algunos aspectos interesantes. Un producto menor aunque injustamente tratado.

‘ALIEN RESURRECTION’

Nadie podía prever que la saga se convertiría en su último capítulo en puro sarcasmo. Jean-Pierre Jeunet se encargó de sumar a la saga un toque surrealista desde la auto parodia.

Conociendo los anteriores capítulos de la saga, es difícil que el espectador perdone algo así. En algún momento cercana al gore, la historia que nos cuentan es un quiebro a la coherencia narrativa. Si ya estaban muertos algunos personajes daba lo mismo. La clonación fue la solución. A los aliens se les domestica, aparecen una especie de bucaneros espaciales que tendrán importancia en la trama, un nuevo engendro toma protagonismo con ojitos tristes. Es un disparate. Ahora bien, la película tiene su encanto. Se incorpora al reparto, entre otros, Winona Ryder. Sosa a más no poder.

Poco más se puede decir de la película que debería concluir con una serie que ya es parte de la historia del cine y ocupa un lugar de privilegio.