Daphne Du Maurier: Misterios al alcance de Hitchcock

Todos los que tenemos cierta edad (tampoco tanta) conocemos a Alfred Hitchcock y su afición a las historias protagonizadas por actrices con carisma y capacidad para perturbar al espectador. Lo que se nos escapa a veces es que muchas de las historias en las que se basan sus novelas fueron escritas por mujeres. Una de ellas fue Daphne Du Maurier. Excelente y discutida autora.

20 may 2017 / 12:59 h - Actualizado: 19 may 2017 / 19:54 h.
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  • Daphne Du Maurier. / El Correo
    Daphne Du Maurier. / El Correo
  • Momento del rodaje de ‘Los Pájaros’. / El Correo
    Momento del rodaje de ‘Los Pájaros’. / El Correo
  • Daphne Du Maurier. / El Correo
    Daphne Du Maurier. / El Correo
  • Escena de ‘Extraños en un tren’. / El Correo
    Escena de ‘Extraños en un tren’. / El Correo
  • Imagen promocional de la nueva versión de ‘My cousin Rachel’. / El Correo
    Imagen promocional de la nueva versión de ‘My cousin Rachel’. / El Correo

Extraños en un tren es obra de la magnífica y extraña Patricia Highsmith. Pero ella no es la única escritora que permitió al gran Alfred Hitchcock hacer alguna de sus obras de arte.

Cuando hace unos meses pasé por la exposición de Hitchcock en la Fundación Telefónica, mis hijas se quedaron inmóviles ante la proyección de unas imágenes antiguas y brumosas que conducían a una casa destruida. El fragmento de película comenzaba con una de esas frases inolvidables para cualquiera que sea fan del cine clásico: “Anoche soñé que había vuelto a Manderley”. Así comienza Rebecca, novela cuya autora es Daphne Du Maurier. Pero no fue esta la única obra de Du Maurier que el director inglés convirtió en película, también La Taberna de Jamaica y la inolvidable y terrorífica Los pájaros.

Daphne nació en mayo de 1907, en una acomodada y artística familia británica. Su abuelo (nacionalizado inglés) era escritor y dibujante, sus padres actores y productores teatrales, su tío propietario de la revista The Bystander donde la escritora publicó su primer libro de relatos (El manzano). Su educación fue británica, esmerada y culta. Sus padres tenían buenas relaciones y buscaban lo mismo para sus hijas. El gesto de Daphne en las fotos que nos llegan, desde que era muy joven, es siempre es altivo, inteligente, curioso, muy aristocrático. Refleja una seguridad en sí misma que no se desvanece con el paso del tiempo.

Su primera publicación, tal y como he dicho antes, vino amparada por su tío, que le cedió un lugar en la revista que dirigía. Ella aprovechó la oportunidad y no sólo publicó ese libro de cuentos (en el que ya introducía un ambiente inquietante) sino que continuó colaborando con él. No sería hasta el año 1931 cuando publicó su primera novela.

En 1932, contrajo matrimonio con Frederick Arthur M. Browning. Un matrimonio que no resultó feliz para la pareja. Según dicen las malas lenguas, el riquísimo señor Browning fue a la guerra y aunque volvió como un héroe, también regresó con una adicción al alcohol notable y alguna que otra amante a sus espaldas. Todo ello provocó que las relaciones con su esposa no fueran buenas. A pesar de todo, tuvieron tres hijos. El hecho de que el matrimonio no funcionara, unido a la forma de escribir de Daphne, tan dada a cultivar relaciones emocionalmente complejas, ha provocado que se cuestione abiertamente la sexualidad de la escritora. Hay quien sostiene que era bisexual, mientras que otros hablan directamente de homofobia inducida por la estrecha relación que tenía con su padre y que sentía un odio irracional hacia los homosexuales.

Es cierto que, en la que posiblemente sea su obra más emblemática, Rebecca, el ambiente y la tensión sexual que se vive entre el ama de llaves, la señora Danvers y la difunta señora de la casa, es llamativa. A los que no hayáis leído o visto Rebecca, os recomiendo hacerlo, aunque os voy a contar un poco su trama. Una chica pobre, que trabaja acompañando a señoras ricas, conoce a un viudo millonario llamado Max de Winter. Es un amor a primera vista en la costa mediterránea de Francia, que culmina con un matrimonio rápido y discreto. Max tiene una mansión impresionante en Gran Bretaña, en la costa de Cornualles, llamada Manderley. Al llegar a la mansión, la muchacha (de la que nunca se dice su nombre) comienza a ser comparada con la difunta esposa, Rebecca de Winter. Especialmente perversa es la relación que se establece entre el ama de llaves (la señora Danvers) y la nueva ama. Le hace una jugarreta tras de otra tratando de enloquecerla. Y es que la criada está completamente obsesionada con la primera esposa de Max. Sin embargo, las cosas no son lo que parecen y... Hasta ahí puedo contar. No es cierto. También puedo contar que las rebecas (prendas de ropa) comenzaron a llamarse así en nuestro país porque las utilizaba la protagonista de la película, Joan Fontaine. Fijaos la notoriedad que tuvo en su momento.

El ambiente angustioso creado por Du Maurier es perfectamente captado por Alfred Hitchcock, que imbuye un desasosiego y enrarecimiento brutal en la trama. Los personajes son perturbadores, pérfidos y en algunos casos, muy clasistas.

Du Maurier fue una maestra de la intriga y del terror psicológico que con tanto acierto manejaría, tiempo después, Patricia Highsmith. Los ambientes son obsesivos y ambiguos. El protagonismo que otorga a las mujeres hace de esta escritora una figura a tener en cuenta. Las mujeres de sus novelas pueden ser buenas o malas, pero siempre defienden lo que creen que es suyo. En muchos casos, sus reacciones no son más que una consecuencia de la sociedad en la que se han criado.

Sin embargo, esa no la única de sus novelas que adaptó el director inglés. También, adaptó la novela de 1937 titulada La taberna de Jamaica. Esta obra tenía un carácter diferente, estaba más centrada en la aventura y en otro tipo de intriga, la que pone de relieve la corrupción de algunas personas que se cubren con una manta de respetabilidad, pero no les importa cometer actos de bandidaje y contrabando siempre que no se sepa que son ellos. Lo que hacen muchos que tenemos en la cabeza hoy en día. Mantienen una imagen honorable de cara al público, pero, después, están podridos y no les importa estarlo mientras consigan un rédito a cambio.

Los pájaros, también fue una adaptación de un relato de Du Maurier y, posiblemente, una de las películas, junto con Tiburón, que más miedo me causó cuando era pequeña. Creo que no conseguí verla completa hasta que me hice adulta. Sí, Spielberg y Hicthcock me han causado daños irreparables. Y no soy la única. Aunque tener una ninfa albina suelta por casa ayuda un poco a superar el trauma sobre las aves, os prevengo de que no me veréis en la playa bañándome donde no controle qué es lo que se mueve cerca de mí. ¡Malditos seáis Steven y Alfred!

Otra de sus obras más conocidas, aunque no la adaptase Hitchcock, fue Mi prima Rachel (1951) que en cierto sentido supone una vuelta de tuerca a Rebecca. Aquí, la presencia que incomoda a la pareja protagonista es el fantasma de Ambrose, primo del protagonista de la novela, Philip Ashley. Ambrose (un tipo rudo y masculino y esas cosas que se dicen) contrae matrimonio de forma inesperada con una pariente lejana (la famosa prima Rachel) en Italia y al poco tiempo muere. Philip que en un principio quería vengarse de la mujer, haciéndola responsable del fallecimiento de su primo, se enamora de ella. La historia da vueltas y más vueltas porque los giros de trama y sentimentales, son esenciales en las novelas de Daphne du Maurier.

Dapnhe Du Maurier fue nombrada Dama del Imperio Británico en los años sesenta y, aunque una parte de su obra fueron best-sellers muy extendidos en su momento, la última parte de su carrera, cuando escribió biografías y ensayos, pasó casi desapercibida para la mayor parte del público.

Murió en 1989 en Par, Cornualles, donde había ambientado buena parte de su obra literaria. Algunos la critican por no haber innovado nada y otros aún se admiran por su capacidad para intrigar al lector. A día de hoy, sus novelas continúan siendo adaptadas a la gran pantalla y en otoño de este año será la prima Rachel, la que conozca una nueva versión de la mano de su tocaya la actriz Rachel Weisz. Tendremos que esperar hasta septiembre. Hasta entonces tenéis las novelas para consolaros.