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Decodificando emociones

Ediciones Alfar vuelve a apostar por Pablo Borrallo para tratar de conquistar a los lectores. En ‘Iconografía de la Semana Santa de Sevilla’, un libro sin precedentes en la amplia bibliografía cofradiera, el historiador nos sumerge en aquellos significados que nos acercan a Dios desde la mirada hispalense. Su presentación tendrá lugar el 8 de febrero y supone una oportunidad ideal para «ver en tiempo de ciegos»

27 ene 2018 / 08:44 h - Actualizado: 26 ene 2018 / 18:32 h.
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  • Portada de ‘Iconografía de la Semana Santa de Sevilla’. / El Correo
    Portada de ‘Iconografía de la Semana Santa de Sevilla’. / El Correo
  • Decodificando emociones
  • El libro recopila 550 fotografías. / Editorial Alfar
    El libro recopila 550 fotografías. / Editorial Alfar
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Desde que Diego López de Cortegana se instalase en Sevilla durante la segunda mitad del siglo XV, la relación de la serranía de Huelva con la capital del Guadalquivir ha sido tan estrecha como prolija. Tras este importante humanista, que entre otras cosas llegó a convertirse en canónigo de la Catedral y a traducir obras latinas como «El Asno de Oro» —para muchos fue además el precursor de la novela picaresca—, llegaron insignes intelectuales y filántropos como Pedro Romero de Terreros, rico hacendado en Nueva España, o el más reciente Amadeo Romero Tauler, filólogo, historiador y miembro de la Academia Sevillana de Buenas Letras. Pero la cosa no acaba ahí, pues a poco que abrimos el abanico —no hay que olvidar que Huelva formó parte del reino de Sevilla hasta 1835— el listado se amplía con personajes de la talla de Manuel Siurot, Florentino Pérez Embid, Sebastián Santos Rojas o José María Vaz de Soto. Ilustres onubenses con un denominador común: su pasión por la vieja Híspalis. Circunstancia que puede servirnos para explicar la trayectoria personal y profesional del autor de «Iconografía de la Semana Santa de Sevilla», Pablo Jesús Borrallo Sánchez. Y es que, dejando a un lado las casualidades de la vida, lo cierto es que este historiador nacido en Cortegana en 1981 reúne en su perfil muchas de las virtudes de sus predecesores, algunos de los cuales ya forman parte de nuestra memoria sentimental. Librero, historiador, divulgador y cofrade, sus múltiples publicaciones son el paradigma de un espíritu libre e inquieto, consagrado a la localidad que lo vio nacer y a aquella que lo acogió con afecto. En el primer grupo de títulos salidos de su pluma destacan «Corteganeses ilustres», «Vocablos y expresiones típicas de Cortegana» o «Cortegana en la memoria fotográfica», mientras que los elaborados en su segunda etapa incluyen desde obras de carácter histórico («Mis sevillanos ilustres») a deportivas («Dicen que nunca se rinde»), pero siempre sin dejar de lado a los cofrades («El Viacrucis según Sevilla», «Atlas de la Semana Santa de Sevilla», «Me llaman Jesús del Gran Poder»).

Una obra necesaria

Su último gran trabajo, «Iconografía de la Semana Santa de Sevilla», surge como complemento a otra obra publicada anteriormente por Alfar y dedicada a la simbología cofradiera. Ambas, de loable factura y mejor fondo, comparten estilo, formato y la amplia totalidad de sus autores —Borrallo se ha rodeado de un extenso equipo de fotógrafos, artistas e historiadores que dan lustre a la pareja de volúmenes—. El resultado salta a la vista. Ya desde el prólogo, firmado por una voz autorizada como la de Manuel Jesús Roldán, tenemos la sensación de asistir a un producto cuidado y riguroso, aunque lo suficientemente divulgativo como para cautivar a todo tipo de públicos. De este modo, las personas que se acerquen a él descubrirán un tomo de casi trescientas páginas impresas a todo color y dividido en siete bloques, donde se exponen aspectos de la Semana Santa poco o nada tratados hasta la fecha. Es el caso de las Letanías, las Virtudes Cardinales, el Bestiario de Cristo, los Misterios del Santo Rosario o el Helenismo, pues, como bien explica el profesor Roldán, «no se puede entender al Crucificado del Museo sin la convulsa sociedad del siglo XVI o sin el complejo significado del Manierismo como corriente artística del momento». Una aseveración compartida por el escultor Jesús Méndez Lastrucci, quien en su introducción a la obra no duda en destacar la posibilidad de observar «cómo se equilibran los valores teologales, fundiéndose con los artísticos e históricos».

Del Leño Verde a los pies de Dios

Este sugerente recorrido por la abundante iconografía que atesoran nuestras hermandades comienza, como no podía ser de otra forma, en torno a la figura del Mesías. Así, a través de las explicaciones de Pablo Borrallo, el lector podrá conocer, por ejemplo, los orígenes del ‘Nazareno’, un modelo surgido en el siglo IV d.C. en el que Jesús se nos muestra cargado con la Cruz camino del Calvario. Aspecto ampliamente abordado por José Sánchez Herrero en la sensacional «Nazarenos de Sevilla» (Tartessos, 1997), que el historiador serrano resume con la pericia necesaria. A esto le siguen otros aspectos igualmente interesantes como la imagen de Cristo Crucificado, los Pasos de Misterio o la Redención de los Cautivos. El segundo apartado se centra en la iconografía mariana, e introduce motivos escasamente difundidos como la Rosa de Pasión, que la piedad popular atribuyó a una leyenda de Bécquer, el Magnificat o canto empleado para rezar las Vísperas, o los Siete Dolores de la Virgen María. Un bloque al que le sigue otro más profuso dedicado a la Teología, donde hallamos algunos de los temas más sorprendentes del libro. Es el caso del Tetramorfos, que remite a las visiones del profeta Ezequiel, la Concha Venera o los 30 Siclos de Tiro —capítulos cuya lectura justifica de por sí la adquisición del libro—. El resto de secciones nos sumergen en el universo de las imágenes secundarias, con especial atención a los diversos tipos de ángeles y las vestimentas sanedritas; en las instituciones religiosas y su relación con el poder; en las grandes devociones de la ciudad —de San Fernando a San Isidoro— y en lo alargado de su sombra. Compendio que se remata con un homenaje a ‘los pies de Dios’, esto es los costaleros. Dicho recorrido se presenta salpicado de referencias bíblicas que permiten reflexionar sobre lo que se narra y que complementan a la perfección todos y cada uno de los iconos cristianos, los cuales contribuyen, en palabras de Alberto Diago, «a la belleza de la fe».

El poder de la imagen

Pese a las bondades del texto, escrito desde el academicismo más profundo, pero al mismo tiempo amable y cercano, nada impacta tanto como las imágenes presentes en sus páginas. Una recopilación de más de 550 fotografías surgidas de la sensibilidad de Antonio Sánchez Carrasco, Pedro Aranda, Francisco José Pérez, Javi Jiménez y Sebas Gallardo, a los que se suman Francisco Javier Montiel, Óscar Villalta, Fernando Salazar y Ángel Bajuelo, y que se complementa con las ilustraciones de Teresa Guzmán, licenciada en Bellas Artes y autora del cartel del 450º Aniversario del Santo Entierro de Castilleja de la Cuesta, y César Ramírez, arquitecto y responsable del diseño de la portada de Feria 2018. Aunque puede adquirirse en todas las librerías desde el pasado mes de diciembre, «Iconografía de la Semana Santa de Sevilla» se presentará oficialmente el jueves 8 de febrero, a las 20 horas, en el Círculo Mercantil e Industrial de la calle Sierpes, en un acto de entrada libre donde, además de los distintos autores, intervendrán la Agrupación Musical Nuestra Señora del Juncal y el saetero Ángel Díaz. Una oportunidad ideal para decodificar las emociones de nuestra ciudad e incluso llegar a ver, como recoge el prólogo de la obra, «en tiempo de ciegos».

Borrallo se ha rodeado de un extenso equipo de fotógrafos, artistas e historiadores que dan lustre a la obra. De izquierda a derecha: César Ramírez, Antonio Sánchez Carrasco, Javi Jiménez, Jesús Méndez Lastrucci, Teresa Guzmán, Pablo Borrallo, Pedro Aranda, Francisco José Pérez y Sebas Gallardo. / Editorial Alfar

Pese a las bondades del texto nada impacta tanto como las imágenes presentes en sus páginas. / Editorial Alfar