La mujer oculta: Zonas oscuras del deporte

Todo lo que representa el deporte parece que es lo que deseamos hacer nuestro. Pero el deporte va más allá de lo que vemos. Hoy, el deporte es, casi siempre, dinero. Y eso es garantía de problemas, de trapos sucios, de lo que no queremos tener cerca.

31 ene 2017 / 12:00 h - Actualizado: 30 ene 2017 / 15:49 h.
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  • Portada de la novela ‘La mujer oculta’. / El Correo
    Portada de la novela ‘La mujer oculta’. / El Correo
  • La mujer oculta: Zonas oscuras del deporte

Como todas las facetas de la realidad, el deporte tiene aristas, tiene zonas oscuras y tiene territorios llenos de violencia, drogas o actividades de dudoso gusto. Allá dónde el dinero domina la situación, se corre el peligro de entrar de lleno en mundos que no se parecen en nada a lo que forma parte del imaginario común de los seres humanos respecto al deporte.

El deporte arrastra valores de gran trascendencia para todos. Representa esa esencia de la que tanto presumimos todas las personas y de las que tan poco buen uso damos. Pero el deporte mueve dinero en cantidades inmensas y ese peligro no se logra superar por muchos y es una llamada para aquellos que no tienen escrúpulos y son capaces de convertir cualquier cosa en algo sucio y peligroso.

La mujer oculta ( The Kept Woman, 2016) es una novela de Karin Slaughter (Editorial HarperCollins). Esta es la autora de otra novela que vendió cientos de miles de ejemplares en todo el mundo: Flores cortadas.

La mujer oculta es un thriller en el que los personajes van dibujándose desde su intimidad, desde sus pasados llenos de sombras y sus presentes endiablados. Es una novela que se desarrolla teniendo el mundo de las grandes estrellas del deporte como escenario principal. Pero no ese escenario conocido por todos que fabricamos a base de show televisivo, de noticias de todo tipo que realzan las zonas más amables de la realidad del deporte. Al contrario Karin Slaugther, se centra en lo que está fuera de los límites de lo conocido y que apasiona a millones de personas. Crimen, odios, envidias, bajos fondos, violencia.

Angie Polaski es una mujer que ha tenido que sobrevivir de mil y una formas posibles. Se ha convertido en una especie de matona que trapichea con todo, incluidas chicas de la calle. Will creía haber conseguido una nueva vida, pero le es imposible y la sombra de Angie le acosa. A él y a su novia, Sara. Dale se está dejando morir y quiere dejar el futuro algo más claro a su hija. Kip es un representante de jugadores dispuesto a cualquier cosa, sea legal o ilegal, con tal de ganar dinero y más dinero. Rippy es un jugador de baloncesto multimillonario, una auténtica estrella que además de encestar comete delitos gravísimos aunque su dinero logra salvarle de la prisión. El mundo del deporte visto desde a trastienda es tremendo, demoledor, peligroso, sucio. Y los personajes tienen que moverse allí dentro para intentar salvar lo poco que les queda en pie.

La novela es sencilla en su estructura aunque la autora la divide de forma que la sensación del lector sea la de ir adelante o atrás en el tiempo. Y, aunque eso es lo que intenta, no logra un efecto demasiado contundente puesto que la novela (como todos los best sellers) es bastante predecible y, así, al regresar o avanzar en el tiempo ya intuimos casi todo lo que nos van a contar.

El lenguaje que utiliza Karin Slaughter no busca nada que no sea informar. Olviden las imágenes poéticas, la lírica o todo lo que tenga que ver con la experimentación y las palabras. Una novela de estas características tiene un lector muy concreto y cualquier cosa que se haga fuera del guion está condenado al fracaso. ¿Cuál es ese lector? Aquel que busca en la lectura un rato de diversión y poco más. Cosa que por otro lado está muy bien puesto que la literatura puede servir para ello en algunas ocasiones.

¿Es una buena novela La mujer oculta? Digamos que no es una mala opción para divertirse. Que nadie espera leer la novela del año porque, sencillamente, no lo es. Pero sí tiene ingredientes para que el lector pueda pasar algunas horas lejos de sus problemas. Ahora bien, hay que advertir que los tópicos abundan, que esos lugares comunes terminan por causar alguna molestia al lector ya que hacen que todo sea familiar, que todo parezca haber sido leído ya. Los best sellers son lo que son y hay que tenerlo claro antes de comenzar a leer uno de ellos.

Y una última aclaración. Esta novela tiene como soporte la trama que envuelve, entre otras cosas, el mundo del deporte. Pero no es una novela que hable del deporte. Lo más cercano que estamos de él es el momento en el que uno de los personajes agarra un balón de baloncesto. Y no exagero.

Karin Slaughter. / Fotografía de Jamie Hughes