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Speed: El arte de subir con el cronómetro en la mano

El alpinismo es un deporte exigente, comprometido, peligroso si no se toman las medidas adecuadas o si el reto que alguien se propone está muy por encima de sus posibilidades. Pero algunos deportistas no parecen tener límites para alcanzar logros que parecen imposibles para los demás

31 may 2017 / 12:00 h - Actualizado: 30 may 2017 / 14:31 h.
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  • Ueli Steck ha sido capaz de subir las tres caras norte de los Alpes (el Eiger, las Grandes Jorasses y el Cervino) en siete horas y cuatro minutos. / El Correo
    Ueli Steck ha sido capaz de subir las tres caras norte de los Alpes (el Eiger, las Grandes Jorasses y el Cervino) en siete horas y cuatro minutos. / El Correo
  • Imagen de Ueli Steck en plena escalada. / El Correo
    Imagen de Ueli Steck en plena escalada. / El Correo
  • El libro contiene un excelente reportaje fotográfico de Robert Bösch. / El Correo
    El libro contiene un excelente reportaje fotográfico de Robert Bösch. / El Correo
  • Portada de ‘Speed’. / El Correo
    Portada de ‘Speed’. / El Correo

Ueli Steck es un alpinista de primera categoría. Sus logros son una especie de marca que para la inmensa mayoría de los seres humanos es, sencillamente, inalcanzable. Ni siquiera buena parte de los mejores alpinistas de la actualidad podrían plantearse hacer lo que este suizo de Emmental es capaz de conseguir. Lograr subir las tres caras norte de los Alpes; esto es, el Eiger, las Grandes Jorasses y el Cervino, en siete horas (con cuatro minutos de más) es asombroso y formidable. Y que nadie crea que utilizó siete horas y cuatro minutos en cada caso; no; ese tiempo corresponde a la escalada de las tres paredes.

Steck es autor de Speed. El libro se lee muy fácilmente. Lo ha editado la editorial Desnivel, con cuidado y con buen gusto. Además del relato que hace el propio Steck de cada subida, nos encontramos con la colaboración de la periodista Karin Steinbach (autora, entre otras cosas, de una historia sobre alpinismo femenino) y el fotógrafo Robert Bösch.

Si resulta interesante cómo cuenta la escalada Ueli Steck, los diálogos que se insertan en el volumen son de lo más didácticos y, muchas veces, curiosos. Reinhold Messner, Christophe Profit o la propia Karin Steinbach, son los que van desgranando las motivaciones de Steck para hacer lo que hace, las dificultades con las que se encuentra un escalador de su nivel, sus miedos, su forma de entender la vida desde una montaña.

El libro incluye en sus páginas centrales un reportaje fotográfico extraordinario que nos alumbra sobre aspectos a los que se refiere el texto permitiéndonos comprender hasta qué punto son importantes las metas conseguidas por Ueli Steck.

No faltan historias que poco tienen que ver con las ascensiones que se narran aunque marcaron definitivamente a este hombre. Descubrimos el trauma que supuso, el año 2008, la muerte de Iñaki Ochoa en el Annapurna. Después de fracasar el año anterior y, de nuevo, ese mismo año, todo acabó con la operación de rescate para Horia Colibasanu e Iñaki Ochoa. Según dice Steck en Speed: «Verle morir sin poder ayudarle me marcó de manera profunda. Entonces me di cuenta de que la muerte es otra faceta bien real del alpinismo», una declaración casi premonitoria: Steck falleció el pasado 30 de abril como consecuencia de una caída cuando escalaba en el Nuptse, en el Himalaya. Allí preparaba su siguiente proyecto, la travesía Everest-Lhotse.

No hace falta recordar que este es un libro muy especializado en un tema concreto y que, con él, el autor no busca profundidades literarias ni nada que se le parezca. Si es verdad que trata de expresar sentimientos que casi él puede tocar antes de describirlos, pero si alguien busca una novela o un ensayo sesudo y lleno de erudición debe buscar en otro lugar. Aquí lo que tenemos es el testimonio claro, personal e íntimo de un escalador que ha hecho el alpinismo su forma de vivir.

Merece la pena; si es usted aficionado a la escalada o, sencillamente, a caminar por la sierra; echar un vistazo a Speed. Los que no estén acostumbrados al lenguaje más cercano al alpinismo, encontrarán un glosario al final del volumen, un listado de grados de dificultad en hielo y algunos datos de interés.

Para muestra de lo que contiene este libro, un botón. Este es un extracto de las páginas 99 y 100 de la obra: «Ahora, suelto el piolet izquierdo de mi arnés. Vuelvo a ponerme en posición de escalada, descuelgo también la daisy y continúo ascendiendo. En el instante en el que me he soltado del último seguro, vuelvo a ser consciente de lo expuesta que es la posición en la que me encuentro. Por debajo de mí, la pared cae a plomo mil metros. [...] Empiezo llevando mis piolets por encima del borde del aéreo y expuesto desplome, y meto las hojas en una pequeña fisura. Luego, elevo mi cuerpo y llevo los pies a la vertical lo más rápidamente posible y continúo escalando a base de exigente dry-tooling, aunque de tanto en tanto pueda anclar las hojas directamente en pequeñas superficies de hielo».