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Díaz se agarra a su discurso para que la dejen gobernar ya

Solo Ciudadanos abre la puerta a abstenerse, entre críticas del PP y las dudas de Podemos

03 may 2015 / 22:54 h - Actualizado: 04 may 2015 / 08:58 h.
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  • De izq. a dcha. la líder del PSOE de Cádiz, Irene García; Díaz; el candidato de Chiclana, José María Román, y Manuel Jiménez Barrios. / El Correo
    De izq. a dcha. la líder del PSOE de Cádiz, Irene García; Díaz; el candidato de Chiclana, José María Román, y Manuel Jiménez Barrios. / El Correo

El discurso de investidura del candidato a la Presidencia de la Junta suele ser habitualmente una ocasión para el lucimiento, algún anuncio de peso que llevarse al titular y un mero trámite previo a la votación de quien gobernará Andalucía los próximos cuatro años. Pero parafraseando a Podemos y Ciudadanos (C’s), eso era en la «vieja política» de mayorías absolutas o, como mucho, pactos de gobierno cocinados previamente para llegar al día D con todo hecho. El discurso que este lunes pronunciará la candidata socialista, Susana Díaz, ante cinco grupos entre los que solo tiene garantizado el voto, insuficiente, de sus 47 diputados puede ser clave para, como desea, ser presidenta antes de embarcarse en la campaña de las municipales que arranca el viernes o que la cosa se enrede incluso hasta la próxima cita con las urnas.

Tras un fin de semana intenso de reuniones del PSOE con Podemos (15 diputados) y C’s (9), y de reproches mutuos entre PP (33) y los socialistas por su falta de diálogo, Díaz llega hoy con la única e insuficiente mano tendida de C’s para abstenerse en la segunda votación, posiblemente el jueves (en la primera, el martes, todos votarán en contra). Para ello, el PSOE se ha comprometido a firmar públicamente (probablemente el miércoles) un pacto anticorrupción que incluye el decálogo de exigencias del partido naranja y propuestas añadidas por el PSOE, pero C’s también deja claro que estará atento a las políticas económicas, de empleo y fiscalidad que anuncie Díaz en su discurso para decidirse.

Díaz lleva días prometiendo tal cantidad de propuestas «valientes» en su discurso que a la oposición le resultará «difícil» no permitir con su abstención que gobierne. Ayer, en la Fiesta de la Rosa de Chiclana (Cádiz), admitió que hay que ser «generosos» con quienes no la han votado y anunció «el paquete más potente de lucha contra la corrupción que se ha conocido en España y que ha hecho nunca ningún Gobierno» y llegará «al límite de la transparencia» con la obligación de publicar las rentas de los políticos y la responsabilidad subsidiaria de los partidos en caso de fraude con beneficio para la formación.

En materia de empleo, avanzó que el dato del paro de abril –que se conocerá esta semana– será «muy bueno» y demostrará que Andalucía «está tirando del carro» y que gestiona la crisis «de otra manera» al Gobierno central del PP. Anunciará un programa para «liderar el cambio económico-productivo» con incentivos a «quien produce, a quien es rentable y da empleo».

En vivienda (una de las exigencias de Podemos para abstenerse es que la Junta retire sus cuentas de toda entidad que desahucie –el PSOE se comprometió el sábado a remitirles una contraoferta por escrito– ), habló de «incentivar para que las entidades financieras negocien y medien e intenten evitar desahucios». Sacó pecho de la ley antidesahucios –que promovió su socio IU– y lanzó un mensaje a Podemos que tendrá que «explicar» si vota igual que el PP, que la recurrió al Constitucional.

Con la negociación centrada en C’s y Podemos, Díaz volvió a arremeter contra el PP por «querer un mes para Rajoy, para ellos» y rechazar permitir la investidura antes de los comicios del 24M.

Mientras, los populares sacaron –como ya hicieron en campaña– su artillería pesada contra C’s, al que en esta ocasión el portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, que lo bautizó como «naranjito», llamó «los de naranja» que «están haciendo todo lo posible» para que el PSOE de Susana Díaz «vuelva a tener una cómoda mayoría para seguir gobernando en Andalucía». También el vicesecretario de Política Autonómica del PP, Javier Arenas –que como diputado por Almería estará y votará en la investidura– dijo que el acuerdo «estaba cantado» pues su candidato, Juan Marín, ya gobernaba en el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda con el PSOE y advirtió de que podría ser «la antesala de un acuerdo nacional».

Ambos se dirigieron a sus votantes descontentes por los recortes que parecen estar yéndose a C’s para alertarles de que desconfíen de partidos nuevos que ofrecen «soluciones fáciles a los problemas difíciles». «No todos somos idiotas y de pronto no puede aparecer un listo que lo arregle todo», dijo Arenas.

C’s también es consciente del coste electoral del apoyo al PSOE y trata de vender su logro con el pacto anticorrupción e insistir en que no entrará en el gobierno.

IU, que con 5 escaños no tiene fuerza para condicionar nada, apuesta por usar el debate como escaparate de su programa y remontar el 24M.