El alcalde de Cádiz acusa al PP de dejar el Ayuntamiento en bancarrota

Los populares admiten que engordaron la deuda, pero que pese a ello gestionaron bien la ciudad

26 ago 2015 / 22:44 h - Actualizado: 26 ago 2015 / 22:47 h.
  • José María González y Teófila Martínez firman el traspaso de poderes en el Ayuntamiento de Cádiz. / Efe
    José María González y Teófila Martínez firman el traspaso de poderes en el Ayuntamiento de Cádiz. / Efe

El PP de Cádiz admitió este miércoles que durante sus veinte años de gobierno municipal en Cádiz creó un problema: engordar la deuda del Ayuntamiento. Sin embargo, a renglón seguido, se vanaglorió de ser capaz de encontrar soluciones a su propio problema y conseguir gobernar Cádiz durante dos décadas a pesar de los pesares. Así fue la respuesta de Ignacio Romaní, portavoz popular en el consistorio, a las declaraciones del alcalde, José María González, Kichi, en la Cadena Ser, en las que apuntó que las cuentas de la Hacienda local reflejan una situación de «bancarrota y emergencia institucional». Para el regidor, por supuesto, lo grave es el problema; el PP, evidentemente, subraya que encontrar alternativas y recursos que sorteasen los números rojos es sinónimo de su capacidad para gobernar. ¿Qué pesa más, generar un problema o encontrarle una solución? En esa fascinante disquisición filosófico-política andan inmersos PP y Por Cádiz Sí Se Puede.

«No decimos que no haya deuda, pero la capacidad de gestionar esa deuda, de cumplir con los compromisos de pago y de nóminas es lo que diferencia a un buen gestor de un inepto». Romaní calificó ayer de «inepto políticamente hablando» al alcalde y recordó que el PP, durante su mandato, «ha desarrollado la vida de la ciudad en plenitud» .

No es la primera vez que José María González usa la palabra bancarrota para describir el estado de las cuentas. El penoso estado de las arcas municipales fue uno de sus arcabuces argumentales a la hora de atacar la gestión de Teófila Martínez durante la campaña electoral. No hay datos oficiales sobre cómo se encuentra la Hacienda local, pero la estimación del alcalde es que la deuda del consistorio llega hasta los 275 millones de euros (de los cuales 60 corresponde al pago de proveedores). Cuando Martínez llegó al poder, la deuda era de unos 97 millones, por lo cual el desfase ha crecido a un ritmo de nueve millones por año en las dos últimas décadas (la velocidad de la deuda ha sido de mil euros por hora de 1995 a 2015).

El alcalde ha teorizado sobre el tema y ha llegado a insinuar que el PP dejó las cuentas así a propósito para que los nuevos gobernantes se hundieran. El PP negó ayer la mayor y consideró «absurdo» su planteamiento. Ignacio Romaní aseguró que las declaraciones del alcalde sobre la bancarrota se deben a su intento de «tapar una crisis institucional bestial».

Y es que José María González volvió a encontrarse ayer con la oposición del PP y la abstención del PSOE (partido que apoyó su investidura) a la hora de configurar los consejos de administración de las empresas municipales. «Incompetencia, desastre, falta de organización, no tener ni idea». Cada vez que se aproxima un Pleno, el grupo popular usa los mismos calificativos para describir la actuación del equipo de gobierno (formado por Por Cádiz Sí Se Puede y Ganar Cádiz en Común).

El PSOE, a pesar de facilitar el cambio de alcalde, tampoco se corta a la hora de criticar el talante y los planteamientos de José María González y sus concejales. El portavoz socialista, Francisco González, cargó con dureza tras la organización de las empresas municipales, «no se nos ha facilitado la información sobre el estado en el que se encuentran las empresas, ni las propuestas que tiene el Gobierno para cada una de ellas. Si desconocemos esa información no podemos tomar un posicionamiento. No podemos votar a ciegas. Ya está bien, es la tercera vez que nos vemos en esta situación».