«El PA ya no es válido pero el vacío no va a durar mucho tiempo»

Entrevista a Antonio Jesús Ruiz, secretario general del PA. Más de 500 afiliados participan hoy en el 17º Congreso Nacional Extraordinario en Torremolinos que acordará no volver a presentarse a unas elecciones

11 sep 2015 / 23:20 h - Actualizado: 12 sep 2015 / 19:45 h.
"PA"
  • Antonio Jesús Ruiz, secretario general del Partido Andalucista, ante el monumento a Blas Infante en Sevilla. /Inma Flores
    Antonio Jesús Ruiz, secretario general del Partido Andalucista, ante el monumento a Blas Infante en Sevilla. /Inma Flores

Tomó el mando del Partido Andalucista en julio de 2012 y este sábado tendrá que sellar su disolución. Antonio Jesús Ruiz (Prado del Rey, 1973) será el último secretario general de una formación que nació hace medio siglo de la mano de Alejandro Rojas-Marcos, Luis Uruñuela y Miguel Ángel Arredonda, para «construir una Andalucía mejor». Hoy, en el Palacio de Congresos de Torremolinos (Málaga), convencido de que «la herramienta ya no es válida», le toca liderar el fin del PA para dejar paso a una nueva forma de hacer andalucismo.

—¿Teme ser recordado como el secretario general que firmó la defunción del PA?

—Es lo que me ha tocado. Después de 50 años de historia de andalucismo político y andalucista, espero ser recordado como el secretario general que dio un golpe de efecto importante para que el andalucismo político tenga más fuerza.

—¿Cómo se llega a esta situación y por qué?

—Hemos analizado el resultado de las últimas elecciones. El hecho de que por tercera vez el PA se quede fuera del Parlamento de Andalucía nos ha llevado a abrir un proceso de reflexión iniciado en la Convención de Antequera, después de las elecciones municipales en la que nos cuestionamos, todo. Es importante reconocer errores, lo que nos han dicho las urnas y después tomar decisiones. Por un lado, está el PA en sí y por otro, el andalucismo. Para el futuro del andalucismo es importante que el PA asuma lo que va a decidir el congreso de Málaga.

—¿Cuáles han sido esos errores?

—Después de tantos años, hay errores que se nos achacan que nosotros reconocemos y que entendemos que no se han sabido explicar bien a los andaluces. Por ejemplo, cómo se desbloquea el proceso autonómico andaluz antes del acuerdo del PSOE y la UCD con la ley de referéndum, que hace que Andalucía tenga trabas importantes por aquello de las mayorías absolutas del censo. Si nos atenemos a eso, el 28 de febrero fue un fracaso aunque se celebre, porque Almería no consiguió mayoría absoluta de síes sobre el censo y tuvo que ser desbloqueado en el Congreso de los Diputados por los cinco diputados andalucistas que teníamos allí y la UCD, se hizo por interés general. El andalucismo tuvo importancia al principio porque consiguió un objetivo pero ahora no somos esa herramienta útil. Otro error, y eso se constata en los resultados electorales, fue quedarnos fuera de la reforma del Estatuto en 2007. Los resultados de 2008 hicieron que nos quedáramos fuera del Parlamento andaluz.

—¿Por qué no cala el andalucismo entre los andaluces?

—Entiendo que sí existe ese sentimiento y que hay muchos andaluces que se sienten andalucistas. En las encuestas, en el último Capdea de la Universidad de Granada indicaba que más de un 10 por ciento de los andaluces o se siente solo andaluz o se siente más andaluz que español. Esto refleja que hay una parte importante de los andaluces que podría estar en el entorno del andalucismo, pero evidentemente no ven o no han visto al PA como el partido que defiende los intereses del andalucismo.

—¿Y haber permitido que el PSOE «se envolviera en la bandera andaluza»?

—Desde que el PSOE consiguió el gobierno andaluz ha utilizado la autonomía andaluza y ha intentado venderse como el partido andaluz y le ha salido bien. Por desgracia, Andalucía no pinta absolutamente nada en el contexto del Estado. Los problemas de los andaluces no son problemas que preocupen a nadie. En ese sentido, el PSOE puede abanderar el andalucismo pero, en cualquier caso, no es andalucista.

—También se les achaca el acercamiento a otras fuerzas políticas.

Si volvemos al resultado de las elecciones, el PA entró a gobernar con el PSOE en 1996 y en las elecciones de 2000 los andaluces nos dieron un amplio respaldo que hizo que pasáramos de tres a cinco parlamentarios. En 2004, el PA reeditó los resultados con los cinco parlamentarios autonómicos y rozó el diputado en otras instituciones aunque no se consiguió. Evidentemente, los andaluces respaldaron la gestión de los andalucistas en el Gobierno andaluz. En cambio, si nos vamos a las de 2008, nos barrieron del mapa y perdimos la presencia en el Parlamento y pudo ser por quedarnos fuera de la renovación del Estatuto. En materia de pactos, el PA ha gobernado en el PP en muchos municipios pero para quitar alcaldes que han sido auténticos caciques. Los acuerdos municipales son fruto de las políticas locales, bien por cuestiones urbanísticas o de modelo de ciudad.

—Dice que está convencido de que el andalucismo tiene futuro. ¿Cuál es ese futuro?

—Durante mucho tiempo, muchos andalucistas se han quedado fuera del partido. Muchos andaluces no han querido participar en política en un partido tradicional al uso. Creo que este golpe de efecto que vamos a dar este sábado con el punto al PA puede suponer que muchos andaluces se identifiquen con un movimiento nuevo y que pueda participar de él. Podemos recuperar a muchos andalucistas que se han quedado en el camino. Lo importante es que nos reseteemos, que esto sea un reinicio para volver a las esencias de lo que fue el inicio del andalucismo político, para que los andaluces vean al PSA como su partido, no al PSOE-A.

—¿En Málaga empieza ya este nuevo proyecto?

—Lo nuevo no debe vincularse al PA de ninguna manera. Lo nuevo debe de surgir en paralelo y, por supuesto, sin cruzarse. El andalucismo ha cumplido 50 años y llega hasta su punto. Y lo nuevo debe ser el reinicio, el enganche, para todo el que quiera que Andalucía pese y cuente de verdad en el Estado. Y tendrá su propio proceso.

—¿Qué dicen los históricos?

—Los históricos firmaron un documento en el que hablaban de disolución, una muerte digna para el partido. Y luego, un futuro incierto. Hemos conseguido acercar posturas y han entendido que la disolución no debe hacerse efectiva ahora para no dejar tirados a los más de 300 concejales ni a los más de 150.000 votantes que hemos tenido en las municipales. Les debemos dar cobertura legal y apoyo a los concejales hasta que termine su período y tampoco vamos a bajar los brazos. Tenemos en torno a 4.000 militantes que vamos a trabajar para que el andalucismo tenga futuro. Aunque vayan en líneas paralelas y no tengan que mezclarse una cosa con la otra, los andalucistas vamos a tener un paraguas en el que estar y por el que defender Andalucía.

—¿Qué dicen los concejales que están en esta situación?

—Están preocupados por la situación jurídica. Por eso no nos vamos a disolver este sábado. Este sábado aprobaremos el cese de actividad política y de actividad electoral, pero el PA va a continuar y va a tener un órgano de coordinación.

—En esto parece que sí hay unanimidad: ¿la mejor salida es la disolución?

—El documento que llevamos al congreso es un documento consensuado que nace después de hablar con muchos compañeros y de recorrer Andalucía conociendo los pensamientos de tantos andalucistas. Es cierto que hay algunos compañeros que entienden que deberíamos continuar, pero de forma mayoritaria entendemos que el documento recoge la mayor sensibilidad.

—¿Estará la nueva plataforma del andalucismo lista para presentarse en las próximas elecciones autonómicas?

—Espero que esté mucho antes. Debe de estar mucho antes. Entiendo que el vacío no va a durar mucho tiempo. Nuestros alcaldes y concejales necesitan cobertura. El andalucismo es municipalista pero nuestros alcaldes y concejales trabajan desde los municipios por transformar Andalucía.

—¿Para las generales de diciembre?

—Entiendo que lo importante es hacer las cosas con pasos firmes, aunque no hay nada descartado.

—¿Pasarán automáticamente los concejales del PA a la nueva plataforma?

—Deben de quedarse en el PA hasta 2019. Y en cuanto a participar en lo nuevo, nosotros no vamos a obligar a nadie, es una decisión personal.

—¿Por qué le molestó tanto que dijeran que había tenido contactos con Ciudadanos?

—Porque Ciudadanos es la antítesis del andalucismo. Plantea un régimen financiero que perjudica a Andalucía. Aparte de que en este caso se decía una mentira: que yo me había sentado con Ciudadanos y es falso.


CATALUÑA

¿Por qué en Cataluña el nacionalismo pide la independencia y en Andalucía no cala el nacionalismo?

—Hay que matizar. Todo el proceso soberanista nace cuando Artur Mas pide para Cataluña un estatus fiscal similar al del País Vasco y Navarra. Al raíz de la negativa del Gobierno del Estado surge el proceso soberanista e independentista. En definitiva, el Gobierno catalán lo que pretende es mejorar la situación económica, la fiscalidad, de Cataluña en el Estado. Con «el España nos roba» y el uso perverso de las balanzas fiscales, otra gran mentira, resulta que algo van a conseguir porque cuando vemos los Presupuestos Generales del Estado vemos que Cataluña es una de las comunidades que salen beneficiadas o cuando el Gobierno marca la capacidad de endeudamiento de las comunidades autónomas vemos que Cataluña va aparte, tiene capacidad de endeudarse más que el resto de comunidades. Al final, Cataluña, que sí pesa en el Estado, que está en el debate diario, va a conseguir su objetivo. Será la independencia o no, pero su situación fiscal, económica, sí que va a mejorar.

—¿Y en Andalucía, por qué no hay este movimiento?

—Por desgracia, desde el desarrollo del autogobierno, el partido que siempre ha ocupado la presidencia ha anestesiado, ha dormido y ha intentado que el impulso, que la capacidad, el que los andaluces crean en sí mismos no sea una realidad. Estamos a pocos metros del monumento de Blas Infante. Cuando el centenario, el PSOE se envolvió en la bandera andaluza y en el propio padre de la patria. Pensé que sacarían un documento que dijera que Blas Infante tenía el carnet del PSOE. Pero este año hemos venido todos los partidos salvo el PSOE. Ésa es su capacidad: hacer un uso perverso de los símbolos de Andalucía y del andalucismo para luego olvidarlos y dejarlos tirados.