En la primera sesión control al Ejecutivo andaluz se Parlamento se habló de Educación, pero el debate derivó en intercambiar reproches sobre la formación de Gobierno en Madrid. Se discutió también sobre presupuestos, pero el diálogo también acabó en la misma latitud que el anterior. No hay asunto político que no acabe en las fauces de ese agujero negro que todo lo devora llamado investidura. El intercambio de reproches y deudas aún por cobrar de unas fuerzas políticas a otras en Andalucía hace complicado apostar a que España saldrá de más de 300 días de bloqueo institucional.
Cada partido usa las más sesudas estrategias para trata de dejar en entredicho al contrario en su posición sobre la investidura. Ayer, el líder del PP-A, Juan Manuel Moreno Bonilla, avisó a Junta de Andalucía de que sin un Gobierno en Madrid que pueda aprobar unos nuevos presupuestos, el Ejecutivo en funciones no tendrá más remedio que prorrogar los de 2016, lo cual tendría consecuencias graves para la comunidad: “Es necesario aprobarlos en tiempo y forma para que la Junta pueda recibir los 600 millones adicionales del nuevo objetivo de déficit”, aseguró el líder regional del PP en su pregunta a la presidenta Susana Díaz. Más que una advertencia, a la jefa del Gobierno andaluz el mensaje de Moreno Bonilla le sonó a “chantaje”. «No me voy a dejar chantajear por nadie que pretenda utilizar a Andalucía como rehén de sus propios intereses partidarios. No es de recibo que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, «leve semanas intentando impedir y evitar trasladar la información a las comunidades autónomas para que podamos elaborar nuestro presupuesto».
La Junta de Andalucía lleva semanas esperando a que el Gobierno le informe de las entregas a cuenta, es decir los anticipos que va a recibir para poder elaborar los presupuestos de 2017 y la modificación del objetivo de déficit. La consejera de Economía, María Jesús Montero, sostiene que el Ejecutivo central debe ya conocer esas partidas puesto que la variable más importante a la hora de estimar su cálculo es la liquidación del año 2015. Montero incluso mantiene que el Ministerio de Hacienda ya debe tener cerrada esa cifra desde el pasado mes de marzo. Todo ello ha servido a la Junta para construir el relato de que desde Madrid se presiona a las comunidades autónomas para que desatasquen el bloqueo institucional, y las palabras de Juan Manuel Moreno Bonilla alimentaron la tesis. “Aunque el Gobierno le envíe todas las estimaciones, esas cantidades nunca se recibirán si se prorrogan los presupuestos”, insistió el dirigente popular, que recordó que algo similar ocurrió cuando en 2011 José Luis Rodríguez Zapatero prorrogó las cuentas.
El PSOE-A refutó la teoría de que sin Gobierno no puedan detallar las entregas a cuenta ya que sostiene que sólo el fondo de suficiencia y el 25 por ciento del fondo de garantía tiene que ser consignado en los presupuestos de ese año y el resto del dinero no son fondos que deben entregarse para la elaboración de esas cuentas.
No obstante, ha incidido en que «sería importante y urgente conocer cómo se van a comportar los anticipos, las entregas a cuenta», unas cantidades que entiende que «el Gobierno de España debe conocer» y «con independencia de la aprobación del techo de gasto» porque, ha agregado, «la variable más importante es la liquidación de 2015» ya que es «la cantidad que determina si va a haber más o menos dinero que otros años