El PSOE-A no quiere otras elecciones ni que Sánchez tantee su investidura

Sin hacer referencia aún a la posibilidad de una abstención, los socialistas andaluces admiten que hay que valorar el nuevo escenario que se abre este viernes

01 sep 2016 / 19:33 h - Actualizado: 02 sep 2016 / 08:18 h.
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  • Mario Jiménez, portavoz parlamentario del PSOE-A. / EFE
    Mario Jiménez, portavoz parlamentario del PSOE-A. / EFE

Resulta indiscutible asegurar que el PSOE mantendrá su no a la investidura de Mariano Rajoy hasta que finalice la segunda votación a la que se someterá el candidato del PP hoy en el Congreso. En el momento en el que sus señorías se levanten de sus escaños y abandonen el hemiciclo se abre un periodo de dos meses en las que muchos vectores entrarán en juego en la cuenta atrás para evitar las terceras elecciones y en todos ellos está inmerso el PSOE.

La federación socialista más poderosa, la andaluza, todavía no marca territorio ni muestra sus cartas y así parece que será hasta la próxima semana. De momento, sólo hay pequeñas pistas de cómo actuará el PSOE-A a partir de que Rajoy vuelva a ser rechazado. «Lo prudente es esperar a que termine este ciclo de investidura para que se vea cual es el marco político en el que nos vamos a mover y, a partir de ahí, habrá que ver las decisiones que tome cada partido, que deben actuar con responsabilidad para evitar que se repitan las elecciones», dijo ayer su portavoz parlamentario, Mario Jiménez.

El primer movimiento que se plantea en el PSOE es el de convocar «próximamente» un comité federal en el que se sondeará si cabe alguna rendija en el no de Pedro Sánchez al PP. Y serán sin duda los socialistas andaluces los que tengan en la mano el taladro que pueda abrir el muro hasta abrir un agujero lo suficientemente grande para que quepa una abstención. De momento, la posición oficial de Ferraz es que en ese cónclave se mantendrá el rechazo a Rajoy.

Algunas baronías socialistas ya se han asomado a los medios planteando la posibilidad de abstenerse. Fue el caso del extremeño Guillermo Fernández Vara, que justificó su posición en los incovenientes que un Gobierno en funciones acarrea a la gestión de la Junta de Extremadura, que él mismo preside.

Pero desde el Gobierno andaluz, más allá de la exigencia al Ministerio de Hacienda de conocer los adelantos a cuenta para poder elaborar los Presupuestos, no se reconoce, al menos de puertas para fuera, que el día a día del Ejecutivo se esté resintiendo por la interinidad del Gobierno en Madrid.

Lo que sí parece inamovible en el PSOE-A es su rechazo a que Pedro Sánchez tantee la posibilidad de buscar apoyos para presentarse a su segunda investidura: «los números no dan», recordó ayer Mario Jiménez. En esa misma línea se movió ayer el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, «las cifras no dan. Es imposible», aseguró.

Rechazo a Podemos

En este escenario, ayer se volvió a corroborar que la inquina del PSOE hacia Podemos en Andalucía no va a moderarse con el cambio de curso. Ayer, Teresa Rodríguez, secretaria regional de la formación morada, agitó la bandera blanca ante los socialistas y ofreció la posibilidad de negociar los presupuestos autonómicos como contrapeso al frente que perfilan el PP y C’s. Además, volvió a mostrarse partidaria de que PSOE y Podemos exploren una alternativa al PP en Madrid. «No quiero otras elecciones, pero tampoco quiero cuatro años de Gobierno de Rajoy», apuntó.

Desde el PSOE se interpretó el ofrecimiento como una muestra «de la pubertad» por la que pasa Podemos. Un día dice una cosa y otro día otra. Están con las hormonas desbocadas», ironizó Mario Jiménez