Las filiales siguen batallando contra Almonte por el «abusivo» ‘tasazo’

Las hermandades no han cesado de presentar alegaciones a la ordenanza pese a recibir una carta de la Matriz que templa ánimos y habla de acuerdo

07 dic 2016 / 18:23 h - Actualizado: 09 dic 2016 / 08:00 h.
"El Rocío en la provincia"
  • Las filiales siguen batallando contra Almonte por el «abusivo» ‘tasazo’

Que una hermandad histórica, de las llamadas ricas, no pague IBI por su colosal casa de hermandad en la aldea de El Rocío contrasta en demasía con que la nueva savia rociera, representada por hermandades populosas aunque más modestas, que necesitan de un espacio para acampar -a la interperie-, sean literalmente sangradas por un trozo de marisma yerma donde levantar sus improvisados campamentos de fe rociera. Esa es la situación que podría darse en la romería más afamada de Europa de seguir adelante el plan del Ayuntamiento de Almonte, que tiene entre ceja y ceja disparar las tasas por asentamientos durante la romería, mientras, de forma paralela, accede a la exención de la contribución de la casa de hermandad de Triana, esto último propiciado tras un informe positivo para la corporación trianera emitido por el propio Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu.

El paralelismo anterior es una auténtica paradoja, tan injusta como contraria a la universal apología de que El Rocío es una convivencia «para compartir». Más allá de la cruzada que mantienen grandes hermandades como Triana o Huelva para evitar el referido IBI, la historia del tasazo a la acampada nace hace algunas semanas, tras la propuesta de nuevas ordenanzas fiscales aprobada por el equipo de gobierno socialista de Almonte, con la complicidad del partido sucedáneo de Podemos en la localidad onubense y de IU.


En pleno proceso de alegaciones de estas ordenanzas fiscales, que tenían por principal modificación el incremento de un 135% de la tasa que han de pagar las hermandades por acampar durante los días de romería, se ha desatado una auténtica marabunta en forma de protesta de las filiales afectadas, que incluso plantearon la posibilidad de celebrar una reunión en un punto intermedio -se convocó sin llegar a celebrarse para el sábado 26, en Olivares- en la que planearían una acción conjunta. La Hermandad Matriz del Almonte templó los ánimos de los damnificados, pidiendo mesura y paciencia para agotar la negociación abierta con el Ayuntamiento. «Estamos con las hermandades», proclamó a este periódico Juan Ignacio Reales, Presidente de la Matriz.

En pocos días cristalizó un principio de acuerdo entre el Consistorio y la Matriz según el cual el incremento propuesto se reduciría desde los 4 euros el metro cuadrado a los 2 euros por metro cuadrado, por lo que ya no se estaría hablando de una subida del 135%, sino del 17,65%. Acto seguido, la hermandad almonteña envió una misiva a todas las filiales anunciando el logro. Pero la carta, sembrada de errores de bulto, no ha hecho más que soliviantar a la masa rociera afectada, que enfurecida, sigue presentando alegaciones al Ayuntamiento de Almonte. Estos recursos, dispuestos de forma independiente, son coincidentes en lo «abusivo» del incremento y en lo «oportunista» de la medida, que tiene, a juicio de las filiales, un «único fin lucrativo» en base a un estudio económico «incompleto, insuficiente e inmotivado».

Al mismo tiempo expresan su disgusto por carta remitida desde la hermandad almonteña, en la que se cita de forma literal que la subida será «moderada y razonable», de apenas «tres o cuatro céntimos por metro cuadrado» -realmente es de 30 céntimos- o que la tasa lleva sin actualizarse «15 años», a todas luces incierto, ya que ha tenido cinco modificaciones en ese mismo periodo, hasta situarse casi un 90% más alta al respecto del inicio del lapso de 15 años.

Hasta el momento son casi una quincena las corporaciones rocieras que han hecho llegar sus alegaciones al Ayuntamiento. En los próximos días, coincidiendo con el puente y aprovechando que algunas hermandades más lejanas pasarán unos días en El Rocío, esta cifra se duplicará. Además, se quejan las hermandades que no existe notificación oficial -con cifras y detalle- que confirme el principio de acuerdo que proclama la Matriz. Tanto es así que mañana mismo se celebra Pleno municipal en el Consistorio almonteño y no aparece en el orden del día, aunque puede ser incluido como punto de urgencia. En cualquier caso, la familia rociera espera movimientos antes que el próximo 15 de diciembre finalice el plazo de alegaciones de esta tan polémica, e injusta, ordenanza fiscal 2-22.