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De izquierda a derecha, Esperanza Gómez, Teresa Rodríguez y Carmen Lizárraga, en el Parlamento. / El Correo
Podemos Andalucía ha decidido dar libertad a las personas que tiene contratadas en su departamento de comunicación para que colaboren con cualquiera de las plataformas que se han creado en los últimos días de cara a la Asamblea Ciudadana que renovará los órganos de dirección del partido. La honda fragmentación del partido morado se ha dejado notar también en el grupo parlamentario. Teresa Rodríguez, la secretaria regional, la Clinton de Cádiz, parece estos días mucho más Rodríguez que Hillary, ante la profunda contestación que su liderazgo tiene dentro de la organización. «Está bien, no parece que le haya afectado mucho, aunque hubo un par de días complicados», cuentan desde su círculo cercano.
Desde que se conocieron los nombres y perfiles de los 15 candidatos de Podemos que obtuvieron escaño en el Parlamento se advirtió del riesgo de división del grupo ante las muy distintas procedencias de los diputados elegidos. «Ese riesgo siempre ha estado latente, pero hasta ahora se ha antepuesto el trabajo en común a los intereses personales», cuentan.
Dentro del grupo parlamentario, Rodríguez cuenta con la adhesión a su corriente Por una marea andaluza con el apoyo de Jesús Rodríguez, David Moscoso y Jesús Romero. Libertad Benítez y María del Carmen García, vinculadas al sindicalismo de Diego Cañamero y al anticapitalismo, podrían estar cercanas también a la secretaria regional, a la espera de que el propio Cañamero decida impulsar su propia candidatura en la asamblea.
Jesús de Manuel, está incluido en la corriente Andalucía Sumamos, un espacio de «trabajo y debate» al que pertenece el histórico Manuel Monereo, que ya ha dado su apoyo a Rodríguez.
Esperanza Gómez, Carmen Lizárraga, Juan Antonio Gil, Lucía Ayala y Mercedes Barranco se alinean en la crítica Ahora Andalucía, que se dio a conocer con un duro cuestionamiento de la política gaditana, que tuvo que ser matizado casi de inmediato por la contundencia del mensaje. Las dudas sobre «la altura política» de la secretaria regional sí que fueron una amenaza a la unidad del grupo parlamentario.
Begoña Gutiérrez viró desde el minuto uno hacia el bando de Sergio Pascual, cuando el ex secretario de organización tuteló a Teresa Rodríguez por el mandato de Pablo Iglesias. Ahora que Pascual trata de echar raíces políticas otra vez en Andalucía, Gutiérrez se mantiene en el mismo bando dentro de la corriente Andalucía Plaza a Plaza.
Carmen Molina aún no se ha decantado por ninguna corriente, y el peculiar diputado Juan Ignacio Moreno Yagüe presentará su propia corriente la próxima semana.