Odisea a Ferraz entre Ulises y Penélope

Susana Díaz afronta el mes clave en su viaje hasta la jefatura del PSOE. Tejió la abstención a Rajoy y ahora descose vínculos

19 abr 2017 / 16:59 h - Actualizado: 20 abr 2017 / 09:55 h.
"PSOE","Susana Díaz"
  • Susana Díaz interviene en un acto con militantes en Alcalá de Henares (Madrid). / Fernando Villar (Efe)
    Susana Díaz interviene en un acto con militantes en Alcalá de Henares (Madrid). / Fernando Villar (Efe)

Abierto ya el odre de los vientos, como hicieron los compañeros de viaje de Ulises en su Odisea, Susana Díaz afronta los próximos 31 días expuesta a todas las corrientes, favorables y adversas, en su periplo por tratar de llegar a su Ítaca orgánica, la calle Ferraz de Madrid, la institucional ya la alcanzó cuando fue elegida presidenta de la Junta de Andalucía. La dirigente andaluza, ya precandidata oficial a la secretaría general del PSOE, pone rumbo a su destino en su Odisea más trascendental. Tuvo otras a lo largo de su trayectoria política, todas necesarias para afrontar ésta, pero ninguna tan capital.

Susana Díaz afronta la misma aventura que Ulises, pero también interpreta el papel de Penélope. Fue una de las dirigentes socialistas que tejió la abstención del PSOE a la investidura de Mariano Rajoy y ahora trata de destejer lo bordado, marcando distancias con todos aquellos que la retratan como la aspirante más cercana al PP del trío que pugna por ser el nuevo dirigente de los socialistas. Será interesante observar por dónde se inclina en la moción de censura que promueve Podemos contra el gobierno del PP en la comunidad de Madrid.

Borbotea su agenda de los últimos días y lo que está por llegar. El lunes recorrió la costa de Granada, primero como presidenta de la Junta y luego como aspirante a dirigir su partido. Al día siguiente, recibió en su Ítaca de San Telmo a representantes de la confederación de personas con discapacidad Andalucía Inclusiva y por la tarde se fue a hacer campaña a Alcalá de Henares (Madrid). Hoy asistirá al homenaje a Carme Chacón en Barcelona, mañana sesión de control en el Parlamento. El viernes estará en Xativa (Valencia), el sábado en Elche (Alicante) y Albacete, y cerrará el fin de semana en Ciudad Real. «Pongo entrega, sacrificio y trabajo. Compare su agenda con la mía, ahí está mi capacidad para afrontar dos responsabilidades. Trabajo cuatro veces más que usted», le reprochó a Teresa Rodríguez, portavoz de Podemos en la Cámara andaluza, en su último rifirrafe en el Pleno. A diferencia de Ulises, Díaz trata de demostrar que se pueden tener dos Ítacas sin descuidar ninguna.

Desde hoy y hasta el próximo cuatro de mayo, su equipo de campaña tratará de generar una corriente de aire potente que favorezca su rumbo hacia Ferraz. La recogida de avales para su candidatura pretende ser un atronador aviso a sus otros dos rivales por la secretaría general, Pedro Sánchez y Patxi López. De los 187.360 militantes censados y con derecho a voto en las primarias del 21 de mayo, la política sevillana pretende que al menos 41.000 avalen su candidatura. Sólo se necesitan 9.368 (un 5 por ciento del total), pero el objetivo de sus cabezas pensantes es que una ventolera de avales le derritan el prefijo a su precandidatura y las esperanzas a sus contrincantes.

No hay números al azar, ni cifras tomadas al voleo en esta primera etapa de las primarias. 41.338 avales fueron los presentados por Pedro Sánchez, apoyado por entonces por Susana Díaz, para que se certificase su candidatura en el proceso que le aupó a la dirección socialista en 2014. La precandidata andaluza pretende presentarse tres años después en Ferraz con una cifra mayor aún. Uno de cada cuatro avales que presentó Sánchez fueron andaluces, ahora Díaz quiere doblar esa cifra y que sean 20.000 militantes andaluces (de los 42.000 aproximadamente con los que cuenta el PSOE en su federación más potente) los que certifiquen su apuesta por ella en esta primera toma de contacto.

«Esto no es una carrera de avales, es solo el primer paso», dijo Eduardo Madina, uno de los rivales entonces de Sánchez y que ahora parece hacer suya el equipo del ex secretario general.

A pesar de la aparición de algunas células pro Sánchez o López en Andalucía, el feudo susanista ejercerá justamente de eso y será el gran almacén de donde Díaz saque apoyos.

Su tarea hasta el 21 de mayo es rascar partidarios en los territorios menos proclive a ella. Los 14.322 militantes del PSC también serán decisivos en las primarias. Cataluña es territorio Sánchez, sus diputados siguieron la bandera del no que el madrileño agitó. Díaz pisará Barcelona el miércoles para endulzar su imagen, acidulada un poquitín más después de las palabras de Miguel Ángel Heredia, diputado en el Congreso por Málaga y fiel a Díaz, contra el PSC. Miquel Iceta, secretario general de los socialistas catalanes, presentará a la andaluza, aunque eso no quiere decir que le dé su apoyo. El dirigente catalán vende de puertas hacia afuera la misma «neutralidad activa» que dictó José Antonio Griñán para el PSOE-A cuando Alfredo López Rubalcaba y Carme Chacón pugnaron por la dirección del partido en 2012. Sin embargo, los alcaldes de Santa Coloma de Gramenet y Viladecans, Núria Parlon y Carlos Ruiz, han sido los promotores de una plataforma en apoyo de Pedro Sánchez.

Iceta define a Díaz como una mujer «avasalladora» y defensora de un PSOE «más canónico», al tiempo que insiste en que los socialistas deben acercarse a Podemos, alianza que la andaluza descarta. Fue contundente en su repulsa al tramabus de la fuerza morada por el ataque contra el expresidente Felipe González. Subraya así su distancia con un partido que ataque a referentes del socialismo frente a otras opiniones (véase Sánchez) que apuesta abiertamente por pactos con la formación de Pablo Iglesias

En su doble vertiente de presidenta y candidata a dirigir su partido, Díaz ha recrudecido su cruzada contra el PP por sus agravios a Andalucía, acicalada, eso sí, de cualquier reproche hacia mejor trato a otros territorios para no manchar su reputación entre otras federaciones socialistas y provocar algún tipo de fuego amigo.