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Teresa Rodríguez, en la segunda sesión del debate de investidura. / EFE
“Queremos ser la voz, los ojos y las manos de la gente”, Teresa Rodríguez comenzó su intervención en el debate de investidura con una declaración de intenciones y poniendo a cara a la situación a la que la crisis económica ha conducido a miles de andaluces. Montaña y María Luisa, dos mujeres afectadas por desahucios con bancos con los que la Junta de Andalucía tiene convenios vigentes, se pusieron en pie en la tribuna de invitados mientras la gaditana contaba su dura historia. La secretaria general de Podemos bajó el balón al suelo y habló de la realidad diaria de la gente, “venimos aquí con ganas de trabajar y con la intención de ser los carteros del pueblo”. Fue una respuesta dura a Susana Díaz, pero en la que se dejaron ver algunas notas que no desafinan entre ambos partidos. “Agradecemos los guiños de su discurso, nos gusta la música y algunas cosas de la letra, pero necesitamos hechos concretos, no enunciados legales, hechos, cosas sencillas”.
A continuación, Rodríguez enumeró alguna de las propuestas que su partido ha planteado para dejar paso para que Susana Díaz forme gobierno y que en su opinión aún no tienen respuesta: suprimir las cuentas corrientes de aquellas entidades que no cumplan con el protocolo internacional en materia de desahucios y la supresión de altos cargos y personal eventual por funcionarios. Sobre estas dos medidas la candidata socialista dijo que no compartía el modelo de función pública y que quiere cambiar las cosas, pero siempre desde el marco de la ley.
Rodríguez, interrumpida tanto por el PP como el PSOE, interactuó con sus contrarios e incluso en algún momento pidió que la escucharan: “Esto es peor que cuando daba clase en el instituto”, apuntó. La líder de Podemos dejó claro que hay aspectos en los que se sitúa cerca de las propuestas socialistas, pero otros en los que se aleja de ellas, “hay un problema de credibilidad, nos cuesta creerla. No se puede estar con los que desahucian y los desahuciados. No se puede subordinar el dolor humano a los beneficios multimillonarios”. Además hizo propuestas concretas como que los senadores autonómicos sean elegidos a través de primarias.
Susana Díaz, por su parte, reprochó a Podemos que se presentara en el Parlamento en nombre de la gente. “Usted vendrá aquí en nombre de alguna gente, pero quizá yo vengo aquí en más nombre que usted por la diferencia de votos entre ambos partidos”. La candidata socialista retó a Teresa Rodríguez a que mostrara que la pluralidad era positiva y que era la mejor alternativa al bipartidismo dejando a su partido que forme gobierno: “No le pido el voto a favor, ni un pacto de gobierno ni gobernabilidad. Pero si usted quiere ser oposición, ya que no quiere crear un mayoría alternativa, pido que dejen los tacticismos y que me dejen gobernar para empezar a hacer cosas”. Díaz tendió la mano a Podemos a llegar a acuerdos desde el punto de partida de esa “música en la que ambos partidos parecían coincidir”. Sin embargo, Susana Díaz siempre puso el cumplimiento de la ley como límite de sus cesiones y guiños. La dirigente socialista rebatió a Rodríguez al asegurar que ella siempre está del lado de los desahuciados y puso como ejemplo la Ley de Función Social de la Vivienda, que en estos momentos está parcialmente recurrida por el PP en el Tribunal Constitucional.