Susana Díaz: «Por encima del PSOE, debemos ganar por Andalucía»

La líder socialista arranca la precampaña con el objetivo de aumentar su peso territorial el 26J. La sevillana vuelve a situar a PP y Podemos como principales rivales

03 may 2016 / 19:49 h - Actualizado: 04 may 2016 / 08:59 h.
"PSOE","Elecciones Generales 2016"
  • La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. EFE/José Manuel Vidal.
    La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. EFE/José Manuel Vidal.

El comité director del PSOE-A, máximo órgano entre congresos, se reunió este martes en Sevilla para trazar la hoja de ruta hacia las elecciones generales del 26 de junio. La secretaria general de los socialistas andaluces, Susana Díaz, abrió la precampaña con un discurso monocorde en el que destacó la importancia de ganar en Andalucía por encima de todo. «Por encima del PSOE, tenemos que ganar por Andalucía», dijo, para luego enumerar la lista de medidas del Gobierno de Mariano Rajoy que, según ella, han mermado las políticas públicas andaluzas.

Díaz vaticinó que esta campaña –la quinta que vive Andalucía en dos años y medio– será «muy difícil», porque la gente ya no tiene la ilusión con la que fue a votar el 20 de diciembre. «La gente no está para que le cuelguen banderolas en sus ventanas», dijo [el PSOE reducirá un 30 por ciento el gasto electoral y prescindirá de cartelería y vallas publicitarias]. Advirtió de que una campaña con «apatía» las ganaría el PP, y concluyó que será una «campaña de desconcierto y cabreo, porque lo que no hemos resuelto nosotros en cuatro meses le pedimos a los ciudadanos que lo resuelvan ellos otra vez». La presidenta de la Junta pidió a los suyos salir «a por la quinta» –cinco victorias consecutivas en Andalucía–, y recuperó el leit motiv de sus últimas campañas, equiparando al PP con Podemos, el principal rival del PSOE.

Sin embargo, inevitablemente las palabras de Susana Díaz suenan a algo ya dicho una y otra vez. El ambiente en el comité era cargado, los aplausos plomizos, la moral parecía cansada. La sevillana habló más del PSOE andaluz que de su secretario general, Pedro Sánchez, candidato socialista a la presidencia del Gobierno. Le citó tres veces por su nombre y le instó a estar a su altura: «En nuestro ADN no está salir a obtener una segunda posición, sino a ganar», y remató: «Si el PSOE gana las elecciones, en una semana el país tiene gobierno».

Los socialistas andaluces lograron 1,4 millones de votos hace cuatro meses, un 31,5 por ciento del sufragio, que se tradujo en 22 diputados en el Congreso. El equipo de Díaz fue el más votado en Andalucía, pero con un solo diputado más que el PP. La lectura, sin embargo, fue positiva en términos globales, porque Díaz también se midió internamente con Sánchez, que en el conjunto de España apenas obtuvo un 22 por ciento del sufragio, 9 puntos por debajo de la cota andaluza, «el peor resultado de la historia socialista». De cara al 26J, el PSOE-A estima que su suelo electoral sería de 21 escaños «en el peor de los casos», dicen, y hasta 25 en el mejor escenario, sumando diputados en Granada, Málaga y Córdoba. Será en estas provincias donde los socialistas pongan más énfasis la próxima campaña.

Para el PSOE-A, el punto de partida hacia el 26J es similar al anterior, pero con matices que hay que escuchar con cuidado. Si la anterior campaña se abordó desde el «no rotundo» al PP y a Podemos, ésta se plantea con otra perspectiva: «No al veto a los partidos, pero sí vetos a las políticas», dijo ayer el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo. Esta frase se presta a muchas interpretaciones. Si el resultado del 26J fuera muy similar al del 20D, los socialistas andaluces abogarán ahora, como hicieron entonces pero quizá con más contundencia esta vez, por defender que el PSOE se quede en la oposición.

Con 90 diputados o un resultado aproximado, Pedro Sánchez no debería tratar de formar gobierno, reabriendo la negociación con cuatro o cinco partidos de amplio espectro ideológico, desde Ciudadanos a Podemos. Sobre todo porque el equipo de Susana Díaz no se fía, ni ahora ni entonces, de la formación de Pablo Iglesias, más inclinada a desplazar al PSOE como partido hegemónico de la izquierda que a sumar en un gobierno de progreso.

El matiz que aportó este martes Cornejo difiere de la rotundidad con la que Sánchez se expresó ante el comité federal del pasado sábado, en la que subrayó que jamás pactaría con el PP. Al final, todas estas manifestaciones deben traducirse en una realidad política: ¿será posible la gobernabilidad o volverá quedarse bloqueada la legislatura? Es decir, llegado el caso, ¿el PSOE facilitaría un gobierno del PP? La idea mayoritaria entre los barones regionales socialistas es reiterar el no a la gran coalición, pero existe una segunda opción que pasa por abstenerse y permitir que Mariano Rajoy gobierne en minoría. Para llegar a esa tesitura, Sánchez tendría que obtener un resultado tan pobre como lo obtuvo el 20D, en cuyo caso el PSOE-A alzará la voz para que el partido se resigne en la oposición y se concentre en recomponerse. Todo eso queda lejos aún, de momento el manual socialista habla de salir a ganar el 26J. «Hay que hablar con todos, pero es imposible llegar a acuerdos con el PP», aclaró Cornejo, al ser preguntado si no vetar a los partidos pero sí a las políticas significaba que el PSOE podría entenderse con otro líder distinto a Rajoy. Esta opción también se rechazó de plano en la anterior campaña: el rechazo socialista era triple: no al PP, no a Rajoy y no a cualquier otro candidato. Sobre Podemos, el número dos de Díaz aseguró que «sólo está pensando en el sorpasso, y debería pensar más en el zarpazo que el PP ha dado a las políticas públicas». Cornejo también fue muy duro con IU, inclinada ya a sumarse a la convergencia con Podemos, de la que el PSOE no espera una gran competidora en las próximas elecciones. La suma de votos entre las dos formaciones de izquierdas en Andalucía rozaría las 300.000 papeletas, casi la misma cifra que obtuvo de más el PSOE a nivel estatal respecto a Podemos.