Tres de cada 10 jóvenes no terminan la ESO

29 ago 2015 / 22:47 h - Actualizado: 30 ago 2015 / 18:05 h.
"Educación"
  • La profesora escribe las normas de la clase en la pizarra al inicio del curso escolar en los Altos Colegios, en el centro de Sevilla. / Manuel R.R.
    La profesora escribe las normas de la clase en la pizarra al inicio del curso escolar en los Altos Colegios, en el centro de Sevilla. / Manuel R.R.
  • Un profesor imparte clase en un instituto de Málaga capital. / Alex Zea
    Un profesor imparte clase en un instituto de Málaga capital. / Alex Zea

Aunque Andalucía está reduciendo las tasas de abandono escolar temprano a buen ritmo, aún está lejos de uno de los objetivos prioritarios fijados por la Estrategia Europa 2020. El 27,7 por ciento de los jóvenes andaluces entre 18 y 24 años tiene como nivel máximo de estudios la Educación Secundaria de primera etapa o anteriores niveles educativos y no siguen ningún tipo de educación o formación. Un dato que sitúa a Andalucía muy lejos del horizonte que se ha fijado la UE: el 10 por ciento. Si bien, a España, debido a su elevada tasa de partida, se ha rebajada a un 15 por ciento.

En 2014, el último dato oficial del que se dispone, recogido en el estudio del sistema Estatal de Indicadores de la Educación. Edición 2o15 que ha elaborado el Ministerio de Educación y se ha conocido esta semana, la tasa de abandono a nivel estatal era del 21,9 por ciento. Andalucía, a seis puntos de la media, se sitúa en el vagón de cola, solo seguida por Islas Baleares, cuya tasa es del 32,1 por ciento.

Pese a la rotundidad del dato, que supone que casi tres de cada 10 jóvenes andaluces no cuentan ni con el título de la ESO (Educación Secundaria Obligatoria), la evolución de este índice muestra que desde el año 2006 hasta 2014 se ha conseguido recortar más de 10,3 puntos. De hecho, subrayan desde la Consejería de Educación, el diferencial respecto a la media española, que llegó a ser de casi 8 puntos, se redujo a la mitad en 2012. Si bien, en la última batida ha vuelto a crecer, distanciándose en 5,8 puntos.

«Es necesario señalar la senda correcta por la que está caminando Andalucía, en la que, partiendo de peores condiciones históricas en educación, la aplicación de políticas de atención a la diversidad de forma constante y la coordinación de docentes, centros, familias y administraciones educativas están consiguiendo reducir el abandono escolar temprano y están permitiendo reducir estas tasas», defienden desde la consejería que conduce Adelaida de la Calle.

Con todo, tanto Andalucía como España están lejos del objetivo europeo a menos de un lustro del horizonte marcado, por esto la comunidad autónoma considera «aún más importante que se arbitren medidas para combatir el abandono». De momento, las iniciativas andaluzas destinadas a «favorecer la inserción y la inclusión educativa, y a prolongar la escolaridad más allá de las etapas obligatorias», siguen varias vías.

Las de tipo «preventivo» incrementan la oferta escolar en Educación Infantil, puesto que «está demostrado que una escolarización temprana incrementa las posibilidades de éxito escolar», así como la atención individualizada a lo largo de la educación Primaria y Secundaria, con mayores recursos y mejores programas de orientación y refuerzo educativo. La Junta también ha puesto en marcha medidas de apoyo a las familias, tanto en el plano pedagógico y de orientación, como en proporcionarles facilidades complementarias par la escolarización de sus hijos. Así, los servicios complementarios en educación son un «importante apoyo para que la escolarización no suponga una carga familiar añadida». Aquí se incluye transporte, comedores escolares, aulas matinales o actividades extraescolares.

Las becas y ayudas directas para los estudios también «inciden directamente» en la prolongación de la escolaridad y en el éxito escolar. Andalucía cuenta con una oferta de becas propias como la Beca 6000, Beca Adriano y de Segunda Oportunidad, si bien no han tenido el resultado deseado ya que en las primeras convocatorias el 98 por ciento quedaron desiertas por los duros requisitos exigidos a los solicitantes, que la Junta flexibilizó. Educación defiende que sí han mantenido o devuelto a las aulas a miles de alumnos. Y es que, una de las causas más habituales del abandono escolar temprano, aunque no la única, es el atractivo que para determinados jóvenes pueda suponer el mercado laboral, sobre todo si en sus familias existen necesidades económicas. Pero aunque estos casos se dan, sobre todo, en ciclos de expansión y no tanto en una crisis económica como la actual, obligan a «incidir en suplir las carencias económicas de estas familias desfavorecidas».

Y, por último, la Junta prevé medidas para «reenganchar» al alumno que en su momento salió del sistema. La educación a distancia, la oferta modular en los ciclos formativos, la educación permanente para alumnos, el régimen nocturno en los institutos para cursar Bachillerato o FP están pensados para facilitar a estos jóvenes la vuelta a las aulas.